En el municipio de Purísima del Rincón, Guanajuato se lleva a cabo una tradicional representación en Semana Santa que tiene como protagonista a Judas Iscariote, se trata de la Judea.
Esta tradición se llevó a cabo de manera ininterrumpida por 146 años, hasta que en 2020 debido a la pandemia por covid-19 tuvo que ser cancelada.
Este 2021, la Judea tampoco podrá realizarse, aunque los casos de covid en la entidad han disminuido, se busca seguir manteniendo la seguridad de los ciudadanos, por lo que se ha decidido postergar un año más la realización de esta tradición guanajuatense.
Se trata de una celebración tradicional y emblemática que retrata como Judas ayuda a los judíos a aprehender y dar muerte a Jesús de Nazaret, por lo que se convierte en una manera original de celebrar la Semana Santa, ya que el centro de atención no es Jesús, como comúnmente ocurre, sino Judas Iscariote.
En el año de 1873 el pintor guanajuatense Hermenegildo Bustos, originario de esta ciudad, comenzó a sembrar entre los purimenses la tradición de celebrar La Judea.
Para dicha representación se utilizan más de 300 máscaras, elaboradas por artesanos purimenses con madera de árbol de colorín, especie abundante en la región. Entre los principales personajes que representan estas mascaras estan: Judas triste, Judas negro, el Ranchero, la Oriental, la Risueña, Malco, el Tiempo, el Diablo Mayor y el Diablo Menor.
Estas máscaras son verdaderas obras de arte, tardan alrededor de una semana en ser elaboradas y debido al fino trabajo pueden tener un costo de hasta 3 mil pesos.
Como parte de la vestimenta, los participantes también utilizan túnicas y turbantes de vistosos colores. En la representación también participan personaes como judíos, soldados romanos y músicos (para acompañar con música en vivo).
Para la Judea se desarrollan representaciones de El Prendimiento, Las Tres caídas, Las Siete Palabras y El Santo Encierro, en donde los personajes principales y santos como Jesucristo, la Virgen María, el apóstol San Juan y la Magdalena son representados por imágenes religiosas talladas en madera manipuladas y conducidas en cada acto.
Los habitantes de Purísima del Rincón esperan con ansias poder volver a realizar esta tradicional representación que los ha caracterizado por años y que atrae a turistas de todo México.