¿Sabías que las mujeres pedimos siete veces más perdón que los hombres? ¿Y que solemos esperarnos a tener el 95% del conocimiento que se requiere (y a veces hasta un 100%) para aceptar un nuevo trabajo, mientras que los hombres lo hacen solo teniendo el 68%? Sí, somos diferentes.
Mientras más me conozco, más me convenzo de la importancia de hacerlo constantemente, para aprovechar el trabajo que nos ayudará a obtener lo que queremos y no detenernos por no sentirnos preparadas.
Menos exigencia, más aventura
¿Por qué pedimos más veces perdón? Porque creemos que, si en algo incumplimos, hemos fallado terriblemente y debemos lamentarlo.
¿Por qué nos esperamos a tener casi todo el conocimiento que se requiere para aceptar una nueva oferta de trabajo o aventarnos a hacer algo “nuevo”? Porque queremos cumplir, porque no queremos fallar, porque queremos ser perfectas.
Nos educaron para ser perfectas, no valientes. Nos acostumbraron a ser detallistas, a esmerarnos y a no equivocarnos; en cambio, no nos empujaron a ser aventureras, a intentar, aunque no estemos listas, o a saltar al agua y probarnos ya ahí.
Me parece que es un gran atributo que queramos prepararnos, cumplir y lograr, pero sería una pena que en nuestro proceso, no nos permitiéramos aventurarnos y averiguar las respuestas que no sepamos en el camino.
El aprendizaje y la seguridad van de la mano
¿Pero qué nos ayudará a dar ese salto con mayor seguridad y sin perder la oportunidad que se nos presenta, aunque no nos sintamos listas? La respuesta es aprender constantemente y nunca sentir que estamos un paso atrás.
La percepción de nosotras es importante, y la seguridad con la que nos veamos se construirá en gran medida con lo que creemos de nosotras mismas. ¿Y en qué se basará esta? En lo que sabemos, en lo que logramos, en lo que experimentamos. Así que es momento de actuar, explorar y curiosear, para adquirir cada vez más de esas habilidades que nos harán sentir seguras y, por ende, nos pondrán a actuar.
En busca del crecimiento
En Victoria147 nos hemos dado cuenta de que debemos basar nuestros programas en ofrecer a las mujeres dos grandes pilares: capacitación y conexión.
Si te capacitas, creces, te sientes capaz al tomar decisiones y consideras que tienes lo que se necesita para tomar cualquier reto. Además, si también te conectas, crearás alrededor tuyo una red que te complementará.
¿Entonces dónde está el secreto para no perder oportunidades? La respuesta está en aprender.
Mientras estás en un proceso de capacitación, suceden cambios en ti en varios niveles. A nivel mental, más y distintas neuronas en tu cerebro se conectan, interactúan y desarrollan nuevas formas de crear. Asimismo, a nivel emocional, te sientes preparada, estimulada y segura para actuar.
Es momento de actuar, explorar y curiosear, para adquirir cada vez más de esas habilidades que nos harán sentir seguras y, por ende, nos pondrán a actuar.
Descubre lo que te hace falta y aplícate
Mi recomendación está en observarte, adentrarte y entender qué te gustaría aprender, qué te serviría saber, qué reto estás pasando y qué conocimiento o habilidad no tienes y te serviría para atravesarlo.
Una vez que detectes las áreas de las que quisieras aprender, escoge al menos dos temas y profundiza. Ya sea que tomes cursos, te inscribas a alguna academia, escuches podcast o leas libros. No importan las fuentes, sino que alimentes ese sentido de curiosidad y te mantengas constantemente aprendiendo algo nuevo.
En la academia de Victoria147, hemos observado que después de tomar nuestros programas, las emprendedoras crecen las ventas de su empresa 30% en promedio. ¿Qué esperas para dar ese paso y aprender más?
Con cariño,
Ana Victoria.