Hasta el animal más minúsculo del planeta cumple una función vital en su ecosistema, pero como ya sabemos, el ser humano desafía el equilibrio de la naturaleza al abusar de los recursos naturales, provocando desde el empobrecimiento del suelo y la contaminación hasta la desaparición de bosques y especies.
El roedor que ladra para comunicarse
Uno de los tantos animales que ya está en peligro de extinción debido a las acciones desmedidas de las personas sobre su hábitat es el perrito de la pradera, también conocido como “perrito llanero”. Se trata de un curioso animal que asemeja a una ardilla, pero que recibe dicho nombre por sus vocalizaciones parecidas a los ladridos de un perro.
Estos roedores habitan pastizales, praderas y mesetas. Sus madrigueras pueden llegar a medir 15 metros de largo y tres de profundidad. Una característica muy llamativa que tienen es que son “cariñosos”: viven en pequeños grupos de 15 a 25 familiares que interactúan entre sí por contacto físico, acariciándose el hocico.
Otro aspecto interesante es que su sistema de comunicación es uno de los más sofisticados dentro del reino animal: los chirridos que emiten son paquetes de información similares a las palabras, los cuales aportan detalles de su entorno y sus posibles depredadores. Y estos son tan solo algunos de los datos curiosos que los caracterizan.
Un animal pequeño con mucha importancia
La extinción de estos pequeños habitantes de la Tierra sería lamentable, ya que el perrito de la pradera cumple diversas funciones que son imprescindibles para el mantenimiento del ecosistema en el que se encuentra.
Al cavar sus madrigueras, renuevan, oxigenan y fertilizan los suelos, además de que ayudan a la infiltración de agua. Por otra parte, su hogar también tiene la función de ser refugio para otras especies de la región: cuando abandonan sus madrigueras, estas son habitadas por serpientes, ranas, tecolotes llaneros y lagartijas, entre otras.
También ayudan a controlar las poblaciones de arbustos que compactan el suelo e impiden el desarrollo de pastizales. Esto atrae a diversos herbívoros, como venados y pecaríes, y otros roedores que se alimentan de pastizales, así que la disminución o pérdida de esta especie pondría en riesgo a todo un ecosistema.
¡Un detalle más! El perrito llanero mexicano forma parte de la dieta de otras especies, como el águila real, la víbora de cascabel y la zorra norteña del desierto, las cuales igualmente se encuentran en peligro de extinción.
Te puede interesar: La importancia de proteger a la abeja melipona
Trabajo conjunto para su rescate
Mediante el programa “Guardianes Ambientales”,
Fundación Azteca
de Grupo Salinas lleva a cabo acciones que buscan contribuir a la preservación de las especies endémicas de nuestro país, entre las que destacan la abeja melipona y el perrito de la pradera.
Te puede interesar: La importancia de proteger a la abeja melipona
Recientemente, Fundación Azteca comenzó a trabajar con
Organización Vida Silvestre
(OVIS) que a través de recursos y educación social en México, se encarga de promover la conservación y el uso sostenible de servicios ambientales, ecosistemas y especies.
Ambas organizaciones firmaron un convenio de colaboración para impulsar el programa de conservación del perrito llanero y contribuir al desarrollo de capacidades de jóvenes pertenecientes a comunidades rurales del altiplano potosino, quienes realizan labores de monitoreo y conservación del hábitat natural de esta especie.
En Fundación Azteca de Grupo Salinas, reconocemos que cada especie existente en la naturaleza tiene una función muy importante en su hábitat, y por ello, impulsamos acciones y alianzas que contribuyen a su preservación.