Físico y compositor de música, Oskar Sala es recordado por Google y seguramente presentado a generaciones que quizá no habían escuchado hablar de él, pero al que le debemos la “electrificación” de la música.
Y es que Sala, de origen alemán, tuvo sus inicios en la música desde su juventud, principalmente como pianista, lo que lo llevó hacia la capital de Alemania para terminar sus estudios musicales. Pero lo que quizá nadie pudo predecir que es Oskar Sala encontraría allí el inicio de su legado para el mundo.
Sala es recordado en parte por haber mejorado el trautonio, un instrumento electrónico que es predecesor del sintetizador, inventado en 1924 por Friedrich Tratuwein. Este instrumento se convertiría en parte importante de su vida y legado, pues lo llevaría a una exitosa carrera como compositor que incluso lo llevó hasta la industria del cine. Sin mencionar que sus estudios en física serían pieza clave para que pudiera mejorar el instrumento.
Las mejoras del trautonio dieron lugar a un nuevo instrumento en 1948, llamado el “mixtur-trautonium”, esta nueva versión de trautonio tenía la capacidad de nuevos sonidos, pero en particular de reproducir diferentes sonidos o voces de forma simultánea, lo cual hizo de este instrumento en uno verdaderamente único. Aunque no sería el único, pues Sala creó otras variaciones del trautonio, que en conjunto con otros instrumentos de la época se convertirían en lo que fue considerado la orquesta del futuro.
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Algunos dicen que Oskar Sala tenía la conciencia de que la única forma de que su instrumento consiguiera tener longevidad era crear un repertorio musical, reforzando entonces su carrera como compositor. Y es que contrario al piano u otro instrumento tradicional, el trautonio en realidad se compone de una serie de perillas, un cable y un pedal que mediante la electricidad podía generar una serie de sonidos, por lo menos en la primera versión del trautonio.
Sala a lo largo de su vida trabajó para estaciones de radio, la televisión y el cine, y sus composiciones musicales también servían como efectos de sonido, en particular, su trabajo es recordado por Rosemary de 1957, pero también por Los pájaros, película de Alfred Hitchcock de 1962.
Su trabajo se extendería por muchos años, y se convertiría en un gran educador de la música y el trautonio, aunque en gran parte fue considerado el único compositor del trautonio en vida. En 1995, Sala le dejó su mixtur tratonium al Museo Alemán de Tecnología Contemporánea, más tarde en 2000 donó todas sus pertenencias al Deutsches Museum.
Oskar Sala falleció en 2002, en Berlín, dejando un grande legado musical que permitió la llegada de los sintetizadores y la música tal cual hoy la conocemos.
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