John Ronald Reuel Tolkien nos llevó a un mundo completamente distinto, cambiando la literatura fantástica para siempre, emanando nuevos subgéneros inspirados en el completísimo mundo de la Tierra Media, rodeado de distintas criaturas y hasta sus propios idiomas, los cuales Tolkien creó con sus conocimientos de construcción de lenguaje, siendo un reconocido filólogo, le dio forma a un mundo fantástico que ha encantado a generaciónes tras su publicación en 1954, hasta el día de hoy. Un factor que resulta sumamente impresionante es el detalle con el que JRR Tolkien describe las escenas, pues parece que fueron sacadas de la realidad y esta premisa no es del todo falsa, pues varios momentos del viaje de Frodo y el resto de la Comunidad del Anillo fueron inspirados en vivencias del mismo autor, especialmente durante su tenura como oficial de señales en el onceavo batallón de los Fusileros de Lancashire durate la Primera Guerra Mundial, donde aprendió código Morse, el uso de cohetes de señales y teléfonos de campo, además del fuerte impacto que causó la Batalla de Somme en Tolkien.
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Durante el periódo que JRR Tolkien permaneció en el campo de batalla durante la Gran Guerra, podríamos decir que corrió con suerte, pues en un principio su batallón se quedó como reserva al ser enviados al área de Somme, manteniéndose detrás de la línea frontal en el pueblo de Bouzincourt.
Sin embargo, todo cambiaría el 14 de julio, la primera experiencia bélica de Tolkien, tras atacar, sin éxito alguno, al pueblo de Ovillers con el objetivo de destruir las defensas alambradas creadas por el ejército alemán en sus trincheras, error que le costaría la vida a varios de sus compañeros.
Mientras los asaltos continuaban y las muertes rodeaban a Tolkien, el joven soldado comenzaría a escribir lo que en aquel momento llamó El Libro de los Cuentos Perdidos, los cuales quedaron inconclusos, pero que en su mayoría serían publicados más tarde en El Silmarillion.
Durante este periodo, Tolkien permanecería atrincherado, rodeado de cadáveres mutilados y putrefactos del ejército británico y del ejército alemán y el escribir se convirtió en la forma de John Ronald de lidiar con tanta brutalidad y barbaridad que vislumbraba y, de esta forma, la Primera Guerra Mundial se vió reflejada claramente en la que llamaría en el prólogo de La Comunidad del Anillo cómo “la Gran Guerra del Anillo”.
Un ejemplo inicial son las bestias de guerra que reflejan a la nueva tecnología bélica utilizada durante la Gran Guerra, como los tanques de guerra, que entre la niebla densa de los campos de batalla podrían verse como monstruosas sombras que se pueden traducir en los Mûmakil u Olifantes que vimos especialmente en la batalla de Minas Tirith, destruyendo todo a su paso y causando el terror en las monturas de los Rohirrim, destacadas por ser temerarias en batalla.
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Así mismo, podemos tomar como ejemplo a los aterradores jinetes que portaban máscaras anti-gas, que deformaban sus voces y causaban una visión siniestra, deformada por la neblina y los gases del campo de batalla que se transformarían en los caballeros Nazgûl.
Incluso los más fuertes de corazón se arrojaban al suelo cuando esta amenaza oculta pasaba por sobre sus cabezas, o se quedaban quietos, dejando caer sus armas de sus manos insensibles mientras la oscuridad tomaba sus mentes, y dejaban de pensar en la guerra, solo pensaban en ocultarse y arrastrarse, y en la muerte.
Un capítulo bastante interesante dentro de Las Dos Torres donde se puede ver con claridad el impacto de la Primera Guerra Mundial en Tolkien es el de El viaje por la Ciénaga de los Muertos, la cual está claramente inspirada en la batalla de Somme, pues la descripción es muy apegada a la de los campos de batalla pantanosos del norte de Francia, donde, después de una noche lluviosa, las trincheras solían inundarse, dejando ver los cadáveres putrefactos sumergidos e hinchados bajo el agua, mientras los fuegos creados por la batalla iluminaban la superficie de lo que quedaba del campo.
Incluso algunos personajes fueron inspirados directamente de la guerra, especialmente tenemos a Samwise Gamgee, quién está basado en la ordenanza o los soldados británicos de rango menor que respondían a Tolkien, mostrando su lealtad y devoción a sus superiores y a su ejercito, cargando (literalmente) a los ingleses a la victoria:
Mi Sam Gamgee es de hecho un reflejo del soldado inglés, de los soldados rasos y guardias que conocí en la guerra de 1914, y reconocí como muy superiores a mí.
Tolkien sufrió de fiebre de trinchera el 25 de octubre y más tarde sería enviado a casa por lo mismo.
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