El 17 de agosto es una fecha emblemática para Yucatán y México, ya que en esta fecha se cumple el aniversario de la reincorporación de Yucatán a la República Mexicana.
Por si no lo sabías, Yucatán se independizó de México y se alejó de su gobierno en diversas ocasiones, sin embargo, por diversas razones, entre ellas la Guerra de Castas, el territorio tuvo que incorporarse nuevamente al territorio mexicano.
Yucatán y el fin de la Corona Española
El primer indicio de independencia de la península de Yucatán, que incluye a Campeche, Quintana Roo y Yucatán, ocurrió en 1821, cuando México se convirtió en un país independiente.
Durante el gobierno de la Corona Española, Yucatán era conocido como la Capitanía General de Yucatán y estaba bajo las órdenes del rey.
Yucatán no contaba con una Audiencia real, así que debía trasladarse hasta la Ciudad de México para resolver asuntos políticos y jurídicos.
El movimiento de Independencia hizo que Yucatán también deseara independizarse de México y alejarse de la Corona, por lo que en 1821 el estado hizo su primera declaración de libertad.
El 15 de septiembre de 1821, la península constituye su Acta de Independencia de Yucatán y se notifica a las autoridades centrales. Sin embargo, estas noticias no fueron muy bien recibidas.
En 1823, la Diputación Provincial yucateca, o mejor conocido como Yucatán, condiciona su anexión a México, solo si se acepta que se promulgue la constitución de Yucatán.
La constitución sufre una sanción en 1825 y en 1829, grupos militares se pronuncian por un gobierno centralista y se toman el Gobierno de Yucatán. Durante este hecho, inician los conflictos entre México y Yucatán.
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La independencia de Yucatán de 1841
Yucatán estaba en desacuerdo con el gobierno centralista, por lo que en octubre de 1841, se estableció que Yucatán, “en el pleno uso de su soberanía, se erigía en república libre e independiente de la nación mexicana”.
Esta decisión no fue aceptada por México y como consecuencia, se enviaron militares a la Hacienda Pacabtún y se cerró el comercio entre los mexicanos y los yucatecos, algo que sin duda afectó a la península.
En 1843, Antonio López de Santa Anna firmó los convenios que señalaban que Yucatán era autónomo, sin embargo, esto se haría con la condición de que la península se reintegrara a México.
En 1845 estos convenios fueron anulados y en 1846 Yucatán volvió a declarar su independencia.
Sin embargo, Yucatán y su independencia fueron interrumpidas por uno de los conflictos más terribles que afectó a la península, la Guerra de Castas, en 1847.
En la Guerra de Castas se planeaba que la península de Yucatán estuviera dividida en dos regiones, un país para blancos y otro para los mayas.
Esta guerra fue un conflicto racial donde murieron millones de personas y se pidió la intervención del Reino Unido y Estados Unidos.
Los “blancos” deseaban que los Estados Unidos intervinieran y acabaran con los “mayas rebeldes”.
Los mayas, pidieron la ayuda del Reino Unido, quien los dotó de armas a cambio de recursos naturales como maderas.
Las intenciones tanto de Estados Unidos como del Reino Unido eran dominar parte de la península independiente.
La Guerra de Castas estaba costando tantos recursos humanos y materiales, que en 1848, se decidió negociar la reintegración de Yucatán a México a cambio de armas y dinero.
De acuerdo con el portal del Gobierno de México, el 17 de agosto de 1848, Miguel Barbachano, gobernador de Yucatán, perdió la independencia de la península y decretó la reincorporación del territorio en México para terminar con el conflicto.
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