A través de los años las perlas han representado la feminidad, lo divino, la pureza y la belleza, pero también han sido sinónimo de poder y prestigio. En algunos casos forman parte de una herencia familiar que simboliza el amor.
Las perlas en la historia
La sutileza de estas finas piezas se entremezcla con la historia misma de la humanidad, no se sabe con certeza en qué momento se empezaron a usar, ni cómo fue su descubrimiento, sin embargo, se tiene un primer registro de ellas en el año 2206 a.C. en China.
Las civilizaciones asiáticas tenían la riqueza de las perlas en el Golfo Pérsico, el Mar Rojo y en las costas de India. Se cree que los fenicios las llevaron a Europa. En la antigua Roma, Julio César, impidió a las clases sociales bajas usar perlas ya que no las consideraba merecedoras de tal belleza.
El uso decorativo para embellecer a las figuras de época en época continuó hasta llegar a grandes posiciones como el de la reina de Inglaterra e Irlanda, Elizabeth I a quien apodaron como “Reina de las Perlas”. También está la reina francesa María Antonieta, quien fue otra personalidad de la realeza que cayó rendida ante su esplendor.
Coco Chanel fue una gran amante de las perlas, popularizó los collares de perlas con infinitas vueltas. Además, se llegó a rumorar que tenía en su joyero perlas valuadas en millones de dólares, puesto que pertenecieron a los Romanov.
Quizás la última figura mundial que usó joyas con gran estilismo fue la Reina Isabel II, quien le heredó a su hija, la Princesa Ana, su preciado collar de perlas de tres vueltas que le regaló su padre, el rey Jorge VI, abuelo de Ana.
El furor por las perlas es tan impresionante en la historia, pero… ¿Sabías que provienen de un molusco vivo?
El origen de las perlas
Las perlas son gemas orgánicas: aquellas que alguna vez tuvieron vida o fueron creadas por plantas o animales, por ejemplo: ámbar y coral. Las más comunes son las blancas, pero también las hay en varios colores.
De acuerdo con la firma de joyería mexicana,
PAAR
, las ostras marinas presentes en agua salada y los mejillones que habitan en agua dulce, producen perlas como una defensa natural contra un irritante que ingresa a su caparazón, ya sea un grano de arena, un objeto o un parásito.
Hasta 1890, las perlas fueron las gemas más codiciadas y valiosas. Crear un collar de perlas podría tomar décadas ya que las perlas se extraían de manera manual en costas y ríos, y tomaba tiempo encontrar perlas lo más parecidas posibles.
Esto cambió en 1893, cuando el japonés Kokichi Mikimoto cultivó perlas exitosamente, es por eso, que hoy en día tenemos perlas naturales, cultivadas y de imitación.
El 95% de las perlas en el mercado hoy en día son cultivadas. El principal país productor de perlas cultivadas es China. En México, también se cultivan perlas en Baja California.
Perlas naturales y perlas cultivadas
Según nos cuenta PAAR, firma encabezada por la diseñadora autodidacta y ambientalista, Paulina Villalpando, las siete cualidades que determinan el valor de una perla natural o cultivada son:
- El lustre.
- La calidad de la superficie.
- La forma.
- El grosor del nácar.
- El color.
- El tamaño.
- La coincidencia (para joyas con dos o más perlas).
Tanto la perla natural como la cultivada son perlas auténticas, la única diferencia es que en el proceso de la segunda interviene la mano del hombre y su precio podría ser más accesible que el de la primera.
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Las perlas más famosas y caras de la historia
Una de las perlas más famosas es “La Peregrina”, descubierta en 1570 en Panamá. Distintas reinas de España la lucieron como Isabel Clara Eugenia, Margarita de Austria, Isabel de Borbón y María Luisa de Orleans.
Esta perla continuó en los alhajeros reales españoles hasta que José I Bonaparte, el hermano de Napoleón, huyó del país con ella. Cambio de dueños como de país, hasta que en 1967, Richard Burton la compró en 37 mil dólares (702 mil 778 pesos) como regalo de cumpleaños a la actriz Elizabeth Taylor.
Tras la muerte de la actriz, “La Peregrina” se vendió en 9 millones de euros, aproximadamente más de ciento ochenta y cuatro millones de pesos.
Perla de la reina María Antonieta
Al inicio te contamos que la reina francesa, María Antonieta amaba las perlas tanto como la moda, toma asiento porque te diremos que en el año 2018 se llevó a cabo una subasta de joyas reales de la familia Borbón en Ginebra donde se encontraban una perla, un collar de perlas naturales y unos pendientes.
La oferta final se cerró en 42 millones de dólares, aproximadamente más de 700 millones de pesos.
Los talleres de perlas de PAAR
PAAR , la firma de joyería de lujo mexicana, llevó a cabo una nueva edición del workshop de perlas de la mano de su creadora Paulina Villalpando. Estos talleres tienen componentes teóricos y prácticos de manera presencial, que ofrecen una forma de aprender más sobre la joyería y gemología.
Generan conciencia y conocimiento sobre esta tradición ancestral al compartir el origen de las perlas, su historia y hacer vivir el valor, la dedicación y esfuerzo del trabajo artesanal en la elaboración de cada una de las piezas de joyería.
En esta ocasión se realizó una pieza con esta gema de principio a fin, usando la técnica tradicional de engarce con hilo de seda, la cual consiste en realizar nudos con hilo de seda entre cada perla con unas pinzas o una lenza, utilizando un solo hilo.
De esta forma, PAAR es fiel a su misión de fomentar el slow fashion y el consumo consciente y responsable.
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