El sello distintivo de Fisher Weisman, como se describe en la revista dominical del New York Times, es “DROP DEAD, chic” o en español coloquial, para morir de divino.
Andrew Fisher y Jeffry Weisman combinan una imaginación desenfrenada y una sensibilidad artística única con un enfoque de diseño muy sobrio y atención al detalle. Los interiores y el mobiliario que conciben son individuales, duraderos y memorables.
Andrew Fisher obtuvo una licenciatura en artes del metal, dibujo y escultura en la Facultad de Artes de California, desde pequeño sus manos mágicas creaban cosas bellas, creó instalaciones de fantasía con Tony Duquette y se consolidó como un gran artista con fieles seguidores, los cuales hoy lo siguen en el proyecto que les platicaré mas adelante.
Te puede interesar: Ultrafemme, la concept store de Elena Villarreal donde cultura y comercio se unen
Jeffry Weisman obtuvo una licenciatura en diseño y una maestría en administración de empresas en la Universidad de Stanford. Estableció su propia práctica para desarrollar y licenciar diseños de productos con Charles Pfister, y luego se expandió a interiores residenciales.
Andrew y Jeffry unieron fuerzas en 2000 y fundaron su empresa de diseño homónima, Fisher Weisman donde creaN una amplia gama de extraordinarios interiores que son aclamados y aplaudidos no solo por sus clientes sino por los medios especializados y conocedores de lo hermoso
Hoy, Andrew incursiona con sus manos mágicas en la joyería, para Revista Central nos platican sobre ello, los magos del lujo y el diseño.
No te pierdas más contenido de “Tú qué propones” leyendo más de Rosenda Ruiz.
Suscríbete aquí a nuestro Newsletter para que estés al día con nuestros contenidos.