Si fuimos de las que abrieron los ojos lo suficiente, contemplamos correctamente el año pasado y nos dejamos fluir, habremos entendido que el 2020 fue un maestro para todas las que tendemos a querer controlar. Todo nuestro entorno cambió y, con ello, nosotras.
Hubo algunas que se adaptaron, aquellas que se aferraron y otras que sufrieron más los cambios; pero como decía Alan Watts: “La única manera de darle sentido a los cambios es sumergirse en ellos, moverse con ellos, y unirse al baile”. Si no abrazas el cambio, no lo lograrás evitar; simplemente te convertirás en una versión aferrada a un tiempo que ya no existe.
¿Y cómo se traduce eso en el mundo del emprendimiento? Dejarás de ser relevante y de entender a tu audiencia y sus necesidades, así como las nuevas oportunidades de resolver problemas que realmente solucionan lo que tus clientes requieren.
Las cosas no se resolvieron y estoy segura de que tú tampoco tienes todas las respuestas, pero hasta eso es emocionante, ¿no crees?
2020 nos hizo un favor, pues nos sirvió como detox. Se llevó cosas que no funcionaban, nos obligó a darnos tiempo de reflexionar en lo que realmente queremos, nos forzó a enfocarnos en lo que vale la pena y a dejar ir lo que ya no es prioridad, aquello que dejamos de necesitar. Cuando llega una crisis, nos volvemos más creativos, salimos de nuestra zona de confort y, por ende, evolucionamos.
Un 2021 con muchos retos
Hoy, de cara al año que comienza, no importa lo que se cayó, sino lo que quedó en pie; así que te invito a iniciar el 2021 con la curiosidad de descubrir nuevas oportunidades, el entusiasmo de comenzar de nuevo y la creatividad de hacer las cosas distintas, encontrando nuevas formas de hacer y ser.
Ya no eres la misma a la de hace un año; haber sido sobreviviente del 2020 te hizo más fuerte, valiente y resiliente. Dejaste de ser quien lee la teoría de las crisis para convertirte en una que caminó en carne propia una; y esa experiencia te debe servir de algo.
Este año seguirá retándonos. Las cosas no se resolvieron y estoy segura de que tú tampoco tienes todas las respuestas, pero hasta eso es emocionante, ¿no crees? Generalmente consideramos que la certidumbre nos traerá seguridad, pero la vida en sí es incierta, así que aceptémoslo y caminemos con la incertidumbre de todas las sorpresas que el 2021 nos depara y la libertad de vivir sin las ataduras que nos da querer tener el control.
¿Y ahora qué sigue?
Yo diría que es momento de dar el paso sin miedo a caer y con el mindset adecuado, entendiéndolo como las profundas creencias, actitudes y supuestos que creamos de lo que creemos que somos, de cómo el mundo funciona y lo que es posible en este. El mindset puede liberarnos o restringirnos, ¿qué decides que haga por ti este 2021?
Como emprendedora, te recomiendo tratar de entender con qué mindset inicias este año; y si tienes creencias limitantes, trabaja en estas y modifícalas. No quieres ser tu propio freno de mano, ¿o sí?
Para lograrlo, tómate un rato, respira, aclara tu mente y realiza lo siguiente:
1. Piensa en aquellos momentos en los no te sentiste capaz y en lo que te da miedo, y entiende qué es lo que te hace dudar.
2. Nombra lo que descubriste que te hace dudar y enlístalo como creencias limitantes.
3. Reta estas creencias limitantes con los hechos. ¿En verdad son reales tus dudas y los hechos lo respaldan o solo son tus miedos a lo que puede suceder?
4. Una vez que desarmaste tus creencias limitantes comprobando que no son reales, genera nuevas creencias. Decide en qué creer este 2021 y cómo cambiar tus dudas por confianza en ti.
Recuerda que nosotras somos creadoras, así que pon atención en lo que creas. Crear comienza por nuestros pensamientos, y nos convertimos en nuestros pensamientos, ya que estos generan emociones, las cuales llevan a acciones y estas últimas construyen tu realidad.
Este año comienza por ti, ¿qué es lo que vas a crear durante el 2021?
¡Suerte, querida emprendedora! Recuerda que no caminas sola; aquí andamos varias bailando también con la incertidumbre, así que a disfrutar el baile juntas.
Con cariño,
Ana Victoria.