La época de vendimia se realiza entre julio y septiembre. Pero ¿qué la determina? El grado de maduración de la uva. Ese momento exacto en el que los azúcares y ácidos del grano alcanzan el valor óptimo para el tipo de vino que se quiere producir.
Es importante saber que la maduración de la uva depende de varios factores: el clima de la zona (lluvias, temperatura, viento), la localización (latitud y altitud), la región (tipo de suelo, ríos, mares) y por supuesto, el tipo de uva, cada una con características específicas.
Este proceso de maduración dura aproximadamente dos meses y es justo aquí donde los enólogos y profesionales deben ponerse las pilas para acertar en el momento perfecto para la cosecha, ya que esto determinará la calidad, sabor, aroma y concentración del vino.
Así que si se tiene un verano cálido, sin temperaturas extremas y lluvias ligeras por la noche, sobre todo en la última etapa del proceso de maduración, ya estamos del otro lado y tendremos como resultado un vino de la mejor calidad.
¡Aquí les dejamos algunas fotos del proceso!
Recolección de la uva
Traslado de la vid a la fábrica
Proceso de despalillado para que quede únicamente la fruta
Estrujado y fermentación del vino