Si pensamos en la Met Gala y los icónicos outfits que se muestran en la alfombra roja, seguramente lo primero que atravesará por tu mente es Billy Porter, el talentoso, excéntrico y fashionista actor de teatro y televisión, que recordamos por la serie Pose.
Durante los últimos años, Billy Porter se ha convertido en un icono de la moda y la comunidad LGBT+ debido a que se identifica como una persona queer, además de alguien que proyecta energía, porte y libertad.
Sin embargo, no toda su vida ha estado repleta de luces, sino que también existen algunas sombras producidas por su pasado familiar, el abuso sexual y el VIH.
Billy Porter, la estrella de Pittsburgh
Billy Porter nació el 21 de septiembre de 1969 en Pittsburgh, Pensilvania. Creció en el barrio East Liberty junto a su hermana, su madre y su padrastro.
Billy tuvo una difícil infancia marcada por los constantes abusos de su padrastro, ya que, de los siete a los doce años, el actor sufrió abuso sexual por parte de la pareja de su madre.
Según narra la agencia EFE, el actor reveló que, debido a los abusos, tuvo que hacerse cargo de sí mismo desde muy corta edad.
A los siete años y a los doce miré a mi alrededor y me di cuenta de que no había ningún adulto capaz de ayudarme. Así que me dije: lo haré yo
Los abusos obligaron a Porter a huir de casa y vivir en un motel, el cual pagaba gracias a un trabajo como animador en un parque de atracciones.
Así vivió Porter hasta su ingreso a la Universidad Carnegie Mellon, donde se graduó de la Escuela de Drama.
Todo el coraje y valentía con la que Porter había sobrevivido al abuso, se transformó en talento, energía y arte que lo llevaron a participar en varias obras de Broadway.
También participó en series de televisión como Law & Order y se convirtió en uno de los personajes principales de la serie Pose, donde interpreta a Pray Tell, un hombre sacudido con la noticia de ser VIH positivo, una terrible enfermedad que también enfrentaría el actor.
/ FRAZER HARRISON / AFP
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VIH, el mayor secreto de Billy Porter
Billy Porter nunca tuvo problema con hablar sobre su identidad o preferencia sexual, ya que siempre fue reconocido por ser abiertamente gay y de identidad queer.
Su identidad sexual nunca fue un misterio, sin embargo, algo que sí ocultó por más de 10 años fue ser VIH positivo.
Hace un mes, Billy Porter reveló a los medios de comunicación que es VIH positivo desde hace 14 años, algo que había ocultado por vergüenza y miedo a ser marginado en la industria de Hollywood.
En una entrevista publicada en The Hollywood Reporter, Porter señaló que en junio de 2017 visitó al médico y este le propuso realizarse un test de VIH.
Me hacía uno cada seis meses, como se debe hacer. Así que fui, me drenaron el bulto y me hicieron el test. A continuación, el doctor me miró. Se sentó, y yo estaba en plan, ‘no, no...’. Y él me dijo que la prueba había salido positiva
El actor mantuvo su estado de salud en secreto y solo lo comentó con las personas cercanas, “quienes lo debían de saber, a excepción de mi madre”.
“Intentaba tener una vida y una carrera, y temía no conseguirlo si la gente equivocada se enteraba. Sería una forma más de discriminarme en una profesión muy discriminatoria. Así que intenté pensar en ello lo menos posible. Traté de bloquear el pensamiento. Pero la cuarentena me ha enseñado mucho”.
La pandemia de coronavirus ayudó a que Porter reflexionara sobre su salud y a que revelara su secreto, sobre todo a su madre.
Ella dijo: '¿Has cargado esto durante 14 años? No vuelvas a hacer esto nunca más. Soy tu madre, te amo pase lo que pase’
El actor agregó:
“La verdad es la cura. Y espero que esto me libere para poder experimentar una alegría real pura, para que pueda experimentar la paz, la intimidad, para que pueda tener relaciones sexuales sin vergüenza. Esto es por mí".
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La discriminación de la comunidad homosexual afrodescendiente
Revelar la preferencia o identidad sexual entre los afrodescendientes no es algo fácil, ya que la comunidad negra homosexual enfrenta una triple discriminación: por género, por raza y por orientación sexual.
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, (CDC), un 14% de los jóvenes afrodescendientes homosexuales no revelan su orientación sexual y esto los haría más propensos a contraer VIH.
Según el estudio titulado Morbidity and Mortality Weekly Report, los jóvenes no declarados gay se realizan pruebas de VIH con menos frecuencia, lo que los haría más susceptibles a contraer el virus y desarrollar la enfermedad.
“En promedio, los hombres que tienen sexo con hombres (sin declararse gay) se había examinado solo una vez en su vida. El 50%, nunca se había realizado una prueba o lo habían hecho hacía un año”.
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