Resulta emocionante ver a alguien expresar su máximo nivel de juego en el área a la que se dedica, y exactamente eso sucede cuando uno conoce a Jackie Bouffier, quien en tiempo récord logró hacer una transición del modelo de negocio que antes le funcionaba, para adaptarse a la cuarentena aprovechando las ventajas de la tecnología, el internet y las redes sociales.
Estamos en el Be Mate Condesa, un proyecto de C Cubica Arquitectos que resulta el escenario perfecto para realizar nuestra sesión de fotos y entrevista con esta empresaria que llega con la mejor actitud y contenta, aunque nos advierte que la tenemos que dirigir pues ella no sabe posar, algo que –luego descubrimos– es pura modestia, ya que como buena bailarina de ballet, se le nota el alma de artista y posa sin pena para la lente del fotógrafo David Franco.
A continuación nuestra plática con esta mujer donde deja claro que ella no tiene nada que ocultar y sí mucho que compartir sobre su experiencia como empresaria, que seguramente resultará inspiradora para quienes están buscando lograr lo que estos tiempos de pandemia están pidiendo de nosotros: reinventarnos.
SU TESORO: BODY BARRE
Body Barre es una técnica de ejercicio creada por Jackie quien, como ya mencionamos, es bailarina de ballet. En cada clase (de una hora de duración) hace una mezcla muy dinámica de ballet, pilates y ejercicio funcional, que mantiene el ritmo cardíaco acelerado, hace un énfasis en la respiración y define, tonifica y fortalece todo el cuerpo con movimientos controlados, repeticiones y resistencia.
¿Cuáles son las tres principales ventajas de tu método?
Te compacta el cuerpo o sea realmente te pega la piel. Cómo es un método diseñado para mujeres, trabajamos mucho las áreas difíciles para ellas como la pompa, el abdomen y las piernas. Fortalece los músculos, pero no te los hace voluminosos sino que los alarga y estiliza.
Sabemos que cada una de tus clases es diferente, ¿cómo logras eso?
Tenemos una base de ejercicios, que son los básicos de Body Barre, pero sobre esos ejercicios hacemos combinaciones diferentes. Cada clase es toda una coreografía, entonces es muy importante para mí que sean dinámicas y que no sean tediosas ni aburridas. Es un inventar o un crear todos los días algo nuevo para que a las alumnas les llame la atención.
¿De dónde sacas inspiración a diario?
La verdad es que es mucho, mucho estudio desde hace años. Ir viendo de qué manera trabajas el cuerpo y que sea como un baile pero sin bailar. Hoy por ejemplo di clase a las 8 de la mañana y no tenía la menor idea de qué es lo que iba a hacer. A mí en lo personal me inspira estar ahí, con las modelos haciendo la clase, o con las alumnas cuando están abiertos los estudios. La presión de estar ahí me inspira. Tener a las alumnas emocionadas por la clase a la distancia, como estamos ahorita, o antes en el salón, me inspira y entonces me llega a la mente más o menos lo que quiero dar.
¿Tienes alguna historia que nos quieras compartir sobre alguien a quien le haya cambiado la vida gracias a tu método?
Sí, de una persona que no conozco. Cuando abrimos Body Barre Live, fue por todo el tema de la pandemia y tuvimos que abrir una página de Instagram para poder llevar las clases a nuestras alumnas, entonces empezamos a tener la oportunidad de que muchas que no tomaban clase en México, en los estudios, empezaran a entrar de otras ciudades del país y de otros países y la verdad es que se abrió un mundo enorme. Hubo una chava que me escribió a decirme que acababa de terminar una relación de muchos años con un novio que la trataba muy mal; era una relación tóxica, codependiente, muy intensa, y que por fin había tomado la decisión de dejarla. Me dijo que llevaba como cuatro meses en una depresión de no salir de un cuarto y que un día una amiga le dijo “métete a hacer esta clase”. Nos vio en una clase abierta que estábamos dando, le llamó la atención y la hizo. Terminando me escribió y me dijo que por primera vez algo le había motivado a salirse de su cuarto y de esa depresión. Esa niña sigue ahorita en clases y me escribe cada semana, porque le pedí que estuviera en contacto conmigo para ver cómo se va sintiendo, y me ha dicho que Body Barr la logró sacar de esa depresión, que todos los días se levanta con ilusión de vernos en la pantalla de su celular o iPad, y que volvió a hacer ejercicio y a salir de ese cuarto tan triste, gracias a nosotras, por la alegría que tratamos de transmitir; incluso se motivó a volver a comer bien. Es una historia que a mí me ha llenado mucho, que Body Barre haya sacado adelante a alguien de una depresión tan fea, con eso me doy por bien servida.
¿Vendes franquicias de tu método?
No. Todos los Body Barres son de nosotros. Mi idea es irme a otras partes de la República, pero siempre siendo socia de la franquicia, para que todo funcione como en México y estar al pendiente para que el método no se desgaste y que las cosas se estén haciendo como se deben de hacer.
¿Tú capacitas a las maestras de estos lugares?
Sí. Tenemos un método que es: yo te capacito para Body Barre y trabajas para mí, o sea yo no te capacito para que vayas a dar clases a otro lugar. Siempre tienes el riesgo de que intenten dar clases en otro lado, pero yo trato de hacer a todas mis maestras parte clave del equipo, les doy mucha importancia, saben que son valoradas y queridas, trato de ser lo más flexible con ellas y tenerlas contentas de una forma real, o sea bien pagadas y que se sepan que son parte de la familia.
¿Qué opinas de la competencia o de quienes intentan copiar tu método?
Muchos años me dio coraje porque decía “inventamos algo nuevo y ahora alguien dice, ah mira, funciona, pues vamos a copiarle”, pero ahorita que está todo abierto en el tema de las redes, ya entendí que el sol sale para todos y que si, de alguna manera, aunque suene un poco sangrón, te están copiando, es porque algo estás haciendo bien. La gente sabe que nosotros somos Body Barre desde que empezamos y el método es así, entonces saben diferenciar perfectamente. Detectan si nos copiaron y de hecho la gente me escribe y me avisa: “te están copiando en este lado o están haciendo las clases igualitas que ustedes”. Es algo que ya tuve que sobrepasar porque siempre va a suceder, entonces más bien lo tomo con filosofía. Lo mejor sería que traten de hacer sus cosas, pero si no tienen la imaginación para hacerlas, pues ni modo.
Para las mujeres que tienen una vida activa, ¿qué beneficios tiene tu técnica en cuanto a gestión del estrés?
Ayuda porque además del ejercicio, pasas un buen rato. Te ayuda a olvidarte un poco de los problemas; siento que a veces estás haciendo ejercicio, cocinando o intentando leer, pero sigues pensando en lo mismo, y lo que trato de hacer en Body Barre es sacarte completamente de eso. Primero que nada porque tienes que estar poniendo atención, o sea, en clase tienes que estar al tiro, porque si yo digo que tienes que hacer una caravana y tú estás arriba en el desplante, se te va todo, entonces trato de tener tu atención completa a través de montar una especie de coreografía. Además hago que la pases bien con el tema del chiste, del humor negro, de las tonterías que dice Denisse mi hermana; intento sacarte de tu estrés y de tu cotidianeidad durante una hora.
LA TRANSICIÓN
“Fuimos a Acapulco en marzo y de repente me dicen ‘que ya no puedes abrir los estudios’ y yo ‘¡¿cómo?!’. Como tres días estuvimos decidiendo entre Denisse mi hermana, mi socia Esperanza y yo, qué íbamos a hacer y me costó trabajo el asunto de ‘vas a tener que cerrar y poner todo en Instagram’ y yo ‘¿cómo en Instagram?’. ‘Sí, hay una cosa que se llama Lives’, y yo ‘¿qué es eso?, o sea no, ¿cómo de que todo el mundo lo puede ver?, ¿entonces no me van a pagar?, yo todavía tengo que pagar rentas, tengo 25 mujeres trabajando conmigo que dependen de mí y llevan dinero a sus casas, no les puedo decir de la noche a la mañana que no les voy a pagar’, porque además venía la quincena. Así fue como creamos esta página privada en Instagram en la que si no me pagabas, no te aceptaba”, nos platica cándida y transparente entre un cambio y otro de ropa de la talentosísima diseñadora mexicana Cynthia Buttenklepper, cuyos looks, por cierto, le encantaron a Jackie.
Respecto a las críticas que recibió por seguir cobrando cuando muchas de las personas dedicadas al mundo del fitness se pusieron a dar clases gratis en pleno inicio de la cuarentena, Jackie admite sin reservas:
“Fui muy criticada por los demás lugares de ejercicio porque cobré. Fue el tema de ‘es que estamos en pandemia, ¿por qué cobras?, deberías de ayudar’. Y yo ‘¿y quién me va a ayudar a mí?’. Body Barre no tiene un fondo de inversión, el dinero que llega es por mi trabajo y el de mis socias, yo no tengo para sostener mi negocio hasta ver cuándo puedo volver a abrir, tengo que cobrar. Desde el día uno cobramos, y la gente ‘es que no puede ser, ¿por qué tan caro?’. Y yo ‘pues porque tengo gastos, porque los de la renta también viven de sus rentas’, entonces dije ‘¿sabes qué?, vamos a hacerlo así (online) y a ver qué pasa’. Y empezó a llegar cada vez más gente e incluso de otras partes de México y del mundo. Ha sido increíble conocer a personas que toman clases y ni siquiera hablan español, ¡increíble!”.
Tuve que darle la vuelta y superar el miedo de la copiadera, porque yo he cuidado mucho mi método y pensaba que cuando lo abriera al internet, todo el mundo iba a copiarlo.
Cuando le preguntamos qué tan difícil fue esta transición a nivel personal, nos revela que al principio fue “horrible”:
“Yo tenía mi localito normal con mis alumnas; de repente empezó a crecer y tomé la decisión de tomar otro local y luego otro local hasta tener seis. Llegó el punto en que dije ‘yo lo que más quisiera es tener varios locales en la CDMX y luego ir creciendo hacia otros estados’. Y de repente, de la noche a la mañana, es ‘ya no tienes ninguno, o sea están cerrados todos’, entonces para mí fue muy difícil porque no quería dejar a mis alumnas sin clases, pero además tenía compromisos de trabajo con maestras, con la gente de administración y de limpieza, y como les dije: ‘primero dejo de comer yo antes de dejar sin trabajo a la gente que me ha apoyado durante tantos años’. Tuve que darle la vuelta y superar el miedo de la copiadera. Lo tenía todo muy controlado, porque aunque ya tenía seis estudios y eran muchas alumnas, yo seguía sintiendo que eran mis alumnas; ahorita ya tengo a tanta gente que me da miedo perder el control”.
FITNESS ONLINE
De dar sus clases online a través de Instagram, Jackie acaba de lanzar una app que concentra todo su alcance digital. En ella se sube la clase del día y se queda guardada junto a las cinco anteriores, por lo que se tienen seis días para hacerla, a diferencia de Instagram donde solo queda disponible durante 24 horas. También tiene videos on demand y esta app se quedará como el medio para apartar y pagar clases presenciales, una vez que reabra sus estudios. Sobre esta nueva etapa en su trayectoria, hablamos con ella.
¿Cómo logras transmitir la energía de una clase en vivo, online?
Era una de las cosas que necesitaba que pasara, que la gente que me viera en un celular o iPad, se sintiera dentro de un estudio. De hecho, por otra cosa por la que fui muy criticada, es porque yo sí me fui a un estudio a hacer la clase. Todo el mundo estaba desde su casa y yo, con lo perfeccionista que soy, no podía con el tema de estar en una casa y que sonara el timbre, que pasara el niño corriendo, que el perro ladrara, que se fuera el internet… lo típico de una casa. Yo necesitaba que estuviera todo muy bien hecho, entonces mis maestras, que realmente sin ellas nada de esto hubiera sido posible, me apoyaron. Al principio de la pandemia íbamos de dos en dos a un estudio –obviamente una daba la clase desde un extremo y la otra la tomaba desde el otro–, pero las alumnas veían el estudio, los colores, las pesas, nos veían ahí, entonces yo creo que eso fue algo que les llamó la atención. Claramente, después de tener un salón con veintitantas personas gritando de emoción, con una energía increíble, es tristísimo de repente hablarle, real, a un celular, así de “¡Ay chavasss!” (risas). Al principio sí fue difícil, pero le dije a mi equipo “tenemos que transmitir lo que siempre hacemos en un salón, que la señora que está en su casa, en su sala, sola, sienta que está adentro del salón como todos los días”, y creo que lo logramos, o sea, creo que sí se transmite la energía de mis maestras, de mis modelos y mía, al dar la clase.
Tú estudiaste comunicación, ¿crees que tu carrera te ayudó con esto?, porque es toda una producción lo que haces.
Puede ser. El otro día estaba platicando que tuve que aprender desde a usar un celular porque pues yo nada más era de darle like a las fotos. Tuve que aprender que necesitaba una cámara, un sistema de audio, un micrófono, otro internet por si uno se iba; nunca pensé que hacerlo live era tan complicado y en el camino hemos ido aprendiendo todas de todo un poco.
En Body Barre tratamos de darle seguridad a las mujeres y de ayudarlas a alcanzar la mejor versión de cada una de ellas.
Ahorita que estás tan metida en redes sociales, ¿no te sientes vulnerable frente a la toxicidad que puede haber en ese mundo?
Sí. El otro día, y a mí nunca me había tocado algo así, digo, a veces me echan el tipo de comentarios de “te hace falta botox”, pero hace como un mes me llegó un mensaje de una chava burlándose de mí en el tema de que estoy delgada, de que estoy marcada, pero se burlaba de mí y me comparaba con una foto de una chava que tiene un problema de anorexia. Me decía: “es que mis amigas y yo no sabemos cuál eres tú y cuál es la otra chava”. Déjate tú por mí, me preocupa por quien está pasando por una situación tan complicada como esta enfermedad tristísima y tan dolorosa. Gracias a Dios a mí esas cosas no me afectan, pero esa persona con la que me compararon es vulnerable y le puedes causar un problema psicológico grave. Es justo lo opuesto a lo que hacemos en Body Barre, donde tratamos de darle seguridad a las mujeres y de ayudarlas a alcanzar la mejor versión de cada una de ellas.
¿Cuáles consideras que han sido las claves de tu éxito online?
Sin hablar de que estoy cien por ciento segura de que el método funciona, el tema de que las clases son divertidas yo creo que es una de las causas del éxito en general, no nada más online, de Body Barre. Otra es que estoy allí, tanto yo como mis socias, estamos en el negocio. La gente y las alumnas saben que si escribes al Instagram te contesto yo o te contesta Esperanza, que Denisse siempre está al pendiente de las redes; estamos ahí, nos están viendo hacer el ejercicio. Me cuesta trabajo el tema de delegar, pero delego lo que se puede y lo que no, ahí estoy yo. Tengo mucha presencia en el negocio, como dice el dicho “el que quiera tienda, que la atienda”, y a mí me gusta tener esa relación con mis alumnas y que me tengan la confianza y me escriban para lo que necesiten. Creo que el éxito de cualquier negocio es que te apasione y estar ahí para llevarlo.
¿Cuáles son las ventajas que Body Barre tuvo en esta pandemia frente a otros negocios dedicados al fitness?
Yo creo que la ventaja de Body Barre es que no necesitas nada. Necesitas una superficie de dónde agarrarte, unas pesitas que se compran en cualquier página de internet y un mat. A diferencia de otros lugares donde se necesita una cama de pilates, una caminadora o una bicicleta fija, por ejemplo.
¿En qué otros proyectos estás?, ¿qué sigue?
No, ya nada, ¡no quiero hacer nada más! (risas). Ya por favor. Mi próximo proyecto es poder abrir los estudios, pero hasta que esto de la pandemia no camine un poquito mejor y estemos completamente fuera de peligro, no los voy a abrir, no voy a exponer a nadie al contagio. Dios quiera, ya que se puedan abrir, me gustaría inaugurar más locales en la República. Y obviamente la app se va a quedar, o sea no nada más por el tema de la pandemia sino que ya no puedo dejar a tanta gente que está fuera de México sin sus clases, entonces esto llegó para quedarse, como dice Esperanza, mi socia.
Ahorita que estás online y que eres internacional, ¿a qué países nunca te imaginaste que ibas a llegar?
Tengo alumnas en Jordania y en las Islas Canarias, obviamente en Chile y Argentina, y en lugares donde no entienden español como Rusia, Austria o Estados Unidos. Me han hablado a preguntarme que si puedo doblar las clases, que si puedo ponerles subtítulos, pero entre ellas mismas, cuando están comentando el tema en las redes sociales, se dicen “no está complicado, o sea mientras sepas que una caravana se hace así y tú oigas ‘caravana’, ya con eso la haces”. Nunca imaginé que unas mujeres en Rusia, porque ya son varias, que no hablan español, estén tomando clases, entonces me enorgullece y me da muchísima felicidad llegar a tantos países.
¿Qué te motiva cada día?
Me motiva mucho el saber que atrás de ese celular hay mucha gente esperando que yo o mis maestras lleguemos y les demos una clase. Me entusiasma el saber que hay alguien que ya se levantó, que me tiene confianza y está poniendo un teléfono para poder tomar una clase de Body Barre. Es como cuando llegó al salón, cuando estamos en clases presenciales, entro y ya están las 28 niñas ahí. ¿Quién soy yo para que la gente se levante a tomar una clase conmigo? Si toda esa gente se levantó yo les voy a dar lo mejor, porque si yo llego a un lugar a tomar una clase y la maestra no está dando su cien por ciento, yo tampoco voy a dar mi cien por ciento. Todas las mañanas digo “voy a luchar para ser mi mejor versión y demostrarle a la gente que hay que luchar por un sueño como yo hice durante tantos años”; me motiva sentirme bien y hacer sentir bien a la gente aunque sea un ratito.
Gracias a Be Mate Condesa, un proyecto de C Cubica Arquitectos ( Ccubicaarquitectos.com ), y a la diseñadora mexicana Cynthia Buttenklepper ( cynthiabuttenklepper.com ) por las atenciones recibidas para la elaboración de este reportaje.