Una de las figuras más importantes en la religión católica es la de la Virgen María, pues fue ella la elegida para ser la madre de Jesucristo, quien es venerada en todo el mundo como parte céntrica de la Iglesia. Es por esto que, cuando se llega a registrar una posible aparición de esta magnitud, requiere un delicado y profundo escrutinio del Vaticano, al grado de que estas deben ser aprobadas por dicha entidad, tal como sucedió con la Virgen de Guadalupe.
Cuando estas son confirmadas como veraces, con denominadas como Apariciones Marianas, que precisamente son manifestaciones de la Virgen María de alguna forma tangible ante una o más personas. Dichos avistamientos milagrosos han sido punto de origen para lugares de culto o detonantes para la canonización de testigos y convertirlos en santos.
A continuación, te presentamos 8 Apariciones Marianas que han sido aprobadas por la Iglesia Católica:
1. Virgen del Pilar en España
Esta es considerada la primera Aparición Mariana registrada en la historia y sucedió en el año 40 después de Cristo. De acuerdo a los registros del Vaticano, la Virgen se manifestó ante el Apóstol Santiago mientras España era evangelizada, dejando una columna hecha de jaspe donde debían edificar el templo que ahora es conocido como la Iglesia del Pilar.
2. Virgen del Carmen en Israel
El 16 de julio de 1251, el religioso inglés de la Orden del Carmelo, Simon Stock, se encontró con la Virgen María durante una travesía en Israel. La Madre de Dios le entregó un escapulario, prometiendo que cualquiera que obtuviera esta reliquia sería salvo del castigo eterno.
3. Virgen de la Medalla Milagrosa en Francia
En 1830, la Virgen de la Medalla Milagrosa se apareció a Santa Catalina Labouré en tres ocasiones. El 18 de julio, un ángel en forma de niño condujo a Catalina a la capilla, donde la Virgen le confió una misión divina, advirtiéndole que enfrentaría grandes sufrimientos, pero alentándola a no tener miedo.
Posteriormente, el 27 de noviembre, la Virgen volvió a manifestarse, encargándole la creación de una medalla con un diseño específico y asegurando que quienes la usaran con fe recibirían abundantes gracias. Poco tiempo después, la Virgen respaldó a Catalina para cumplir esta tarea.
4. Virgen de Fátima en Portugal
Tres niños; Lucía, Francisco y Jacinta; en Portugal tuvieron 6 encuentros diferentes con la Virgen de Fátima, quien anunció la muerte de dos de ellos, sin embargo, Lucía iba a sobrevivir para hablar de dichas apariciones. Cuando la última manifestación ocurrió, el sol parecía temblar y bailar, fenómeno que fue conocido como “el Milagro del sol”.
5. Virgen de los Pobres en Bélgica
En Banneux, dentro de la provincia de Lieja, en Bélgica, Mariette Beco tuvo ocho encuentros con la Virgen María, quien se presentó como una mujer vestida de blanco, que emanaba una luz radiante. La Virgen le pidió a Mariette que reservara agua de una fuente, afirmando que esta podría curar a los enfermos.
Al día de hoy, muchas personas visitan esta fuente, donde se han reportado incontables milagros de sanación.
6. Virgen de Salette en Francia
Dos jóvenes pastores, Mélanie Calvat y Maximino Giraud, fueron sorprendidos por una luz que resplandecía sobre una montaña, donde apareció una hermosa mujer que se dirigía hacia ellos. La Virgen, con lágrimas en los ojos, pidió a los jóvenes que dejarán atrás el pecado de la blasfemia, además que respetaran el domingo como día de descanso para asistir a misa.
7. Madre del Verbo en Ruanda
Entre 1981 y 1983, la Virgen María se presentó a varias adolescentes en Kibeho, Ruanda, donde esparció un mensaje de amor, pidiendo que renunciaran al pecado, orar, ayunar y hacer el bien. Además de esto, se dice que en estas apariciones, la Virgen anunció las tragedias que ocurrirían en Ruanda años más tarde a raíz de la guerra civil entre los hutus y los tutsis.
8. Virgen de Guadalupe en México
El 9 de diciembre de 1531, Juan Diego, un campesino de 53 años convertido al catolicismo, escuchó un canto celestial mientras iba hacia su enseñanza religiosa. Intrigado, subió al cerro del Tepeyac, donde se encontró con una mujer de vestiduras resplandecientes, quien se presentó como la Virgen María. Ella le pidió que hablara con el obispo Juan de Zumárraga para construir un templo en su honor en ese lugar.
El obispo, desconfiado, rechazó la solicitud, lo que llevó a Juan Diego a regresar al Tepeyac para pedir a la Virgen que eligiera a otro mensajero. Sin embargo, ella insistió en que volviera al obispo. Antes de cumplir este encargo, Juan Diego se vio retrasado por la grave enfermedad de su tío, Juan Bernardino, lo que lo obligó a rodear el cerro el 12 de diciembre para evitar encontrarse con la Virgen. Aun así, ella lo interceptó, asegurándole que su tío ya estaba sano y enviándolo al Tepeyac para recoger una señal para el obispo.
En el cerro, Juan Diego encontró rosas fuera de temporada, las cuales llevó en su ayate. Al presentarlas al obispo, la imagen de la Virgen de Guadalupe apareció milagrosamente impresa en la tela. Este suceso convenció al obispo de construir el templo. Simultáneamente, la Virgen curó a Juan Bernardino y reveló que debía ser llamada Santa María de Guadalupe. Así se inició la veneración en su honor en el Tepeyac.
No cabe duda que las Apariciones Marianas tienen contextos impresionantes, que incluyen un fuerte lazo con la historia y cultura de cada uno de los lugares donde se han registrado, como sucede en México, donde se celebra a la Virgen de Guadalupe cada 12 de diciembre.
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