Las cucarachas son una de las plagas más molestas de la vida moderna y urbana. No importa si son de gran o poco tamaño, las cucarachas pueden moverse por todos lados, ser escurridizas y provocar gran miedo o asco a tantísimas personas. También, por mucho tiempo se ha creído que las cucarachas son casi inmortales y sobrevivirán un apocalipsis mundial o seguirán vivas en el fin del mundo mientras que la raza humana se ha extinguido, pero ¿es cierto? ¿Las cucarachas verdaderamente serán los animales que dominen el fin del mundo o por lo menos de la raza humana?
La lucha de los humanos contra las cucarachas –por lo menos aquellas que infestan hogares y se vuelven un riesgo sanitario– es tan antigua que podría sorprender a más de uno, por ejemplo en el New York Times se reporta que en el Antiguo Egipto, en el Libro de los Muertos, existe un hechizo para que el dios Khnum se deshaga de las cucarachas… y aunque en la actualidad cambiamos los hechizos por los insecticidas, las cucarachas siguen siendo algo difícil de erradicar.
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Ahora bien, aunque las cucarachas son insectos que pueden adaptarse con relativa facilidad –sólo hay que pensar en que las cucarachas han ido resistiendo mejor ciertos insecticidas con el paso de los años–, lo cierto es que puede que no sobrevivan a un apocalipsis nuclear, en el que la radiación acabe con el mundo como lo conocemos.
De acuerdo con George Beccaloni en un especial de la BBC , explica que es una leyenda urbana, pues aunque las cucarachas son de cinco hasta 15 veces más resistentes a la radiación, están en el rango inferior de tolerancia entre los insectos. Esto quiere decir que hay otros insectos que resisten a dosis incluso más altas que las cucarachas. Por ejemplo, en Science Focus , de la BBC se explica que algunas avispas pueden soportar 180 veces más.
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Entonces… aunque puedan resistir más que un humano y en ese sentido sería real la premisa de que las cucarachas sobrevivirían más que los humanos en la Tierra en caso de un cataclismo nuclear, la realidad es que éstas no serían las últimas ni las únicas en caminar por el planeta Tierra.
Eso no es todo, pues ante una catástrofe de este tipo habría que pensar que las fuentes de alimento serían escasas, en particular cuando es la propia actividad humana la que produce el desperdicio del que algunas cucarachas suelen alimentarse.
Por tanto, ante la extinción de la raza humana, podría pensarse que pronto la fuente principal de alimento para los tipos de cucarachas que son plagas, se acabaría, lo que podría disminuir dramáticamente su población, sin considerar los ejemplares que puedan morir debido a la presencia de altas dosis de radiación.
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