Al igual que los humanos dormimos por las noches para recuperar energías y reparar nuestro cuerpo, o los osos hibernan para protegerse de las condiciones adversas de la temporada, las plantas tienen un proceso similar durante el invierno llamado “dormancia”.
A las plantas en general no les gusta el frío y necesitan luz solar y agua para producir su alimento. Durante el invierno, las noches son más largas, no hay tanta luz solar, casi no hay lluvias y las temperaturas bajan bastante. Estas condiciones climáticas son muy complicadas y riesgosas para ellas, son justo lo contrario a lo que más necesitan. Por eso, durante el invierno, y parte del otoño, algunas plantas se “duermen” para evitar morir y guardar reservas hasta que llegue la primavera y regresen el sol y las lluvias.
¿Qué es la dormancia en las plantas?
Las plantas entran en un estado llamado “dormancia” en el que reducen todas sus actividades metabólicas al mínimo o de plano las detienen por completo. Tiran muchas o todas sus hojas, dejan de crecer y reducen o detienen la circulación de savia para no gastar energía en tiempos cuando no lograrán hacer mucho con los recursos de agua y luz que hay disponibles.
Cuando se encuentran en este estado, puede parecer que están muertas o punto de morir; pero no es el caso. Simplemente se están cuidando ellas mismas y ahorrando energía para regresar más fuertes en unos cuantos meses que las condiciones sean más favorables.
No todas las plantas desactivan sus funciones. Muchas no necesitan hacerlo porque viven naturalmente en lugares donde las condiciones climáticas no son tan drásticas o agresivas; va a depender de las diferentes especies y de su hábitat natural. Pero si notas que en estos tiempos tu planta no se ve muy bonita o radiante y hasta parece haber muerto, no te preocupes, solo tienes que tener paciencia y seguir cuidándola hasta que cambie el clima y ella sola “despierte”.
¿Qué hacer y qué no hacer durante el invierno y la dormancia de las plantas?
- Disminuir el riego – El agua no se va a evaporar tan rápido porque las temperaturas son más bajas, entonces la tierra se va a mantener húmeda por más tiempo; además, si tu planta entró en dormancia, usará solo el mínimo de agua (y vamos a estar asemejando las condiciones naturales del clima). Es importante estar al pendiente de la humedad de la tierra y solo regar cuando notemos que está seca y no hacerlo porque “ya le toca”.
- Realizar una pequeña poda – vamos a quitar las hojas secas y a cortar las puntas de las ramas viejas que quedaron sin hojas para que nuestra planta no gaste sus reservas y las pueda usar en la primavera para desarrollar tallos y brotes nuevos. Ojo: es una poda muy ligera, solo quitaremos lo “muerto”, si sus hojas y tallos están sanos y de buen color no debemos quitárselos.
- No es necesario fertilizar – ya que va a estar “durmiendo” y suspendiendo sus actividades, tu planta no va a aprovechar los nutrientes que le estés proporcionando, por eso, mejor guarda los fertilizantes para el comienzo de la primavera o el verano cuando reanude su crecimiento y desarrollo.
- Puedes reubicarla temporalmente a un lugar con más luz o donde no haga tanto frío – Esto solo lo vamos a hacer si nuestra planta se encuentra en un lugar donde de plano ya no le llega casi nada de luz o si la temperatura baja demasiado. Pero ojo, hay que tener cuidado de no acercarla a los radiadores, estufas o aparatos que generen calor porque van a resecar y dañar las reservas que tanto trabajo les cuesta producir.
- Déjala en su maceta – Cuando hacemos un trasplante, nuestra planta tiene que adaptarse y eso requiere energía. Ahorita no es un buen momento para hacerlo. Tampoco es necesario que le cambies o agregues tierra nueva.
Recordemos que la naturaleza es sabia y debemos respetar sus procesos y tiempos.
Si les damos estos cuidados a nuestras plantas les ayudaremos a “dormir” mejor y despertar revitalizadas y mucho más fuertes y sanas.
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De plantas y secretos por Rita Gaudry, greenskeeper y amante de las plantas que te enseñará a cuidar mejor de tus plantas, aquí.
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