La Fórmula 1 cada vez tiene más fanáticas mujeres que se presentan en cada uno de los circuitos de carrera y si bien, aún no hay una piloto que conduzca y pelee por el campeonato, detrás de escenas las mujeres se han hecho de un importante lugar en los equipos de ingenieros.
Dalia Ramos es una de ellas. En su carrera profesional ha trabajado para empresas como Rolls-Royce hasta llegar a Renault, que en 2021 cambió su imagen en la F1 y se convirtió en Alpine. Ramos actualmente labora como Jefa del departamento de ensamblaje y pruebas en Alpine y ella es parte esencial del equipo para que los carros de la escudería francesa estén listos para correr.
En Revista Central pudimos platicar con ella en el marco del Gran Premio de la Ciudad de México 2023 sobre lo que es ser una mujer en la Formula 1. Lee enseguida lo que Dalia Ramos nos dijo:
“En general, siempre toda mi vida he estado en industrias que son predominantemente de hombres, entonces hasta cierto punto no cambió mucho eso, siempre he estado en fábricas de producción y a cargo de grupos que son mayoritariamente hombres.
Sí es cierto que quizás en la Fórmula 1 el porcentaje de mujeres es un poco menor. En Alpine, por ejemplo, somos 13% mujeres, que es más o menos el promedio de lo que hay en todas las escuderías. Sin embargo, a nivel gerencial el porcentaje promedio en todas las escuderías es alrededor de 5 o 6 por ciento.
Yo creo que es algo que está evolucionando muy rápido. Creo que las escuderías y la Fórmula 1 están dándose cuenta que que se pueden beneficiar de tener talento femenino y sobre todo talento diverso, no sólo el de las mujeres, es todo esto de la inteligencia colectiva.
Creo que hay retos que todavía tenemos que trabajar, que tienen que trabajarse con la sociedad, hay otros que tenemos que trabajar nosotras mismas. Algo que yo menciono mucho es el síndrome del impostor. Cuando yo estaba aplicando al trabajo me puse a investigar vídeos del equipo, de la fábrica. Todo lo que veía eran hombres de cierta edad, todos británicos y yo decía “pero yo no puedo entrar allí, porque no voy a poder hacer lo que él hace”, y no me daba cuenta que realmente lo único que yo sentía es que no me veía representada. El síndrome de impostor estaba a todo lo que daba, que es algo que se da más en las minorías.
Al final del día, creo que las escuderías se están dando cuenta, dando ese impulso, queriendo cambiar, darle vuelta a la página y abrirse más al talento femenino y al talento más diverso.
Nos queda un largo camino por recorrer, sin embargo, no estamos solas, no tenemos que hacerlo solas; hay muchos hombres que nos apoyan, que también creen en esto y simplemente hay que seguir trabajando para reconstruir la manera en que funciona la sociedad. No es fácil, pero creo que es muy gratificante, y que definitivamente es algo que se puede lograr”.
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El testimonio y trabajo de mujeres como Dalia Ramos son una muestra irrefutable de que la industria y los deportes automotrices están dando un cambio, en especial, como ella nos comentó, con iniciativas en las que están invirtiendo en las mujeres piloto, ingenieras, pero en especial en las futuras ingenieras de la Fórmula 1. En ese sentido, quizás en unos años podamos ver a una mujer compitiendo por el Grand Prix y a más mujeres como Dalia detrás de escena.
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