Islandia es un lugar mágico en el planeta Tierra, con grandes paisajes, auroras boreales, montañas nevadas, pero también erupciones volcánicas que aunque son peligrosas, también son impresionantes y hasta hermosas.
Aunque en el pasado las erupciones de los volcanes de Islandia han tenido repercusiones internacionales, como las columnas de ceniza del volcán Eyjafjallajökull que en 2010 viajaron empujadas por el aire hacia Europa provocando el cierre de aeropuertos.
El lunes 18 de diciembre se registró una erupción en la península de Reykjanes, ubicada al sudoeste de Islandia y que cuenta con una alta actividad volcánica y campos de lava, haciéndolo un lugar prácticamente inhabitable, aunque los islandeses han sabido aprovecharlo con una planta geotérmica en las ciudades más próximas. Asimismo cuentan con sistemas de monitoreo avanzados dada la constante actividad sísmica y volcánica de la región.
Esta explosión se originó después de un sismo registrado por la Oficina Meteorológica de Islandia, y específicamente esta erupción ocurrió a 3 kilómetros de la ciudad de Grindavik, la cual ya ha sido evacuada. Pero contrario a las imágenes que estamos acostumbrados, esta erupción se dio a través de una larga fisura de aproximadamente 4 kilómetros de longitud, dando paso a rios de lava que con el paso de los días han disminuido.
No obstante el decremento de actividad, los expertos islandéses siguen a la expectativa de la actividad que pueda ocurrir allí.
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