Las plantas también se ensucian y también es necesario limpiarlas de vez en cuando porque el polvo puede hacerles más daño del que podríamos pensar. Aquí te contamos cómo mantenerlas limpias y sanas.
¿Por qué es importante limpiar tus plantas?
Las plantas cuando están en interiores se pueden ensuciar, se cubren de polvo igual que los muebles, y además de que no se puede apreciar tanto su belleza y colores, les hace daño y les impide realizar sus funciones para poder alimentarse y respirar; recordemos que son seres vivos. Naturalmente, las plantas se limpian solas con la lluvia, el viento o el paso de animales; pero cuando las tenemos dentro de casa debemos ayudarlas con esta labor.
No es sólo por una cuestión estética, las plantas “respiran” por las hojas; ahí es donde sucede la fotosíntesis, el intercambio de oxígeno y por donde captan los rayos del sol, por eso las debemos mantener limpias, para facilitarles la vida. De lo contrario, literalmente se ahogarían, no podrían respirar ni formular su alimento.
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¿Cada cuando es necesario limpiar las plantas?
Para esta tarea de mantenimiento no hay una calendarización o tiempos promedios, como sería el caso del riego que debemos hacerlo cada cierto tiempo. Por eso, la forma para saber cuándo debemos limpiarlas es observándolas y/o tocándolas. Casi siempre podemos ver el polvo acumulado sobre la planta, pero no siempre es notorio a simple vista; lo que sí podemos hacer es revisarlas cuando las regamos. Podemos pasar los dedos sobre una hoja y ver si quedan manchados, igual que lo haríamos con una mesa o un mueble en casa, y de la misma forma, se puede ver una diferencia en el tono del color entre el espacio de la hoja donde pasamos la mano y el resto cubierto de suciedad; así podemos ver cuándo es necesario limpiarlas. Cuando tenemos las ventanas abiertas y entra mucha tierra de la calle o hay una construcción cercana, o incluso dentro de casa, se acumula mucho más polvo y suciedad y debemos limpiar nuestras plantas con más frecuencia para evitar enfermedades y deficiencias en su desarrollo.
TIP: Lo más seguro es que la cantidad de polvo que se acumula sobre tus muebles sea igual a la que se acumula sobre tus plantas. Esto te puede dar una idea de cuánto polvo puede estar cubriendo las hojas de tus plantas y cada cuánto deberías limpiarlas.
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¿Cómo limpiar tus plantas y mantenerlas sanas?
Existen muchas formas, técnicas y fórmulas para limpiarlas, y la mejor opción va a depender del tipo y tamaño de la planta que necesitemos limpiar, y la cantidad y el tipo de suciedad que necesitemos eliminar. Lo más importante, y que aplica para todos los casos, es hacerlo con mucho cuidado, pero, sobre todo, ¡con mucho amor y respeto!
¿Qué se necesita para limpiar una planta?
Solo vamos a usar agua, y cuando sea necesario, un trapo húmedo. No es necesario usar jabón ni nada más que agua. Eso lo dejamos para casos extremos y en cantidades muy, pero muy pequeñas y enjuagando muy bien cualquier resto de jabón.
Limpiar plantas resistentes
En el caso de las plantas con estructuras más resistentes, que son grandes y con tallos gruesos y sus hojas no son tan delicadas, puedes sacudirla con cuidado para que el polvo se caiga solo, pero si la suciedad está muy pegada, puedes pasar un paño húmedo hoja por hoja para eliminar toda la suciedad.
TIP: el trapo de microfibra es bastante suave y puede funcionar muy bien para limpiar tus plantas.
Aunque si de plano está demasiado sucia por alguna razón en especial, puedes “bañarla”. Ya sea con un atomizador, si es pequeña, o ponerla directamente en el chorro de agua en el lavabo y frotar, con mucho cuidado, las hojas con las manos o con un paño suave. Solo ten cuidado que no sea un chorro muy potente, abre solo un poco la llave del agua y asegúrate que esté templada o a temperatura ambiente, que no esté helada ni caliente.
TIP: Si decidiste “bañar” tu planta, no la pongas al sol hasta que esté seca porque se pueden dañar las hojas con la combinación de las gotas de agua y el sol.
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Limpiar plantas delicadas
En el caso de las plantas que son más delicadas, con hojas frágiles o con espinas, puedes simplemente soplar suavemente sobre la planta para quitarle el polvo, pero si la suciedad está muy pegada, puedes pasar un cepillo o pincel suave, muy suave, con mucho cuidado para despegar la mugre y no dañar las hojas o flores de tu planta, ni lastimarte las manos con las espinas.
Ahora podrás mantener tus plantas limpias, libres de polvo y, lo más importante, sanas. Recordemos que son seres vivos que necesitan de nuestro cuidado si las tenemos fuera de su hábitat natural.
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