Existen historias conmovedoras, y algunas tienen más peso cuando se trata de un acto de verdadero amor incondicional, como fue el caso de Hachiko, un hermoso perro akita que permaneció a lado de su amo, incluso después del final. Cuando hablamos de Hachi, normalmente asimilamos la película de Richard Gere , sin embargo, la historia real de Hachiko es más conmovedora.
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Sucedió en Tokio, cuando la hija adolescente del profesor Hidesaburō Ueno le insistió que adoptara un perro que nació en una granja de la prefectura de Akita y, aunque el profesor Ueno se resistió en un principio debido a que recientemente perdió a otra perrita, lo que causó mucho dolor en el docente de la Universidad de Tokio, finalmente cedió ante su hija .
El pequeño akita fue enviado dentro de una caja desde la ciudad de Ōdate, en la prefectura de Akita, hasta la estación de Shibuya, ubicada en la capital japonesa, aunque cuando los sirvientes de Ueno recogieron al canino, pensaron que estaba muerto debido a que no reaccionaba.
Finalmente, el profesor acercó un plato con leche y poco a poco el cachorro comenzó a mejorar, así que Ueno tomo al pequeño y lo acurrucó en su regazo para acariciarlo, ahí fue cuando notó que sus patas delanteras estaban ligeramente dobladas, lo que le recordó al kanji que representa el número 8 en japonés (八), que en el idioma natal de Ueno se dice “hachi”, por lo que el cachorro fue bautizado como Hachiko o “Señor Ocho”.
Hachiko y el profesor Ueno se volvieron inseparables, y todos los días, el akita acompañaba a su dueño hasta la estación de Shibuya para despedirlo, y más tarde llegaba a recibirlo en el mismo lugar, lo que llamó la atención de las personas que diariamente veían esta rutina suceder.
El 21 de mayo de 1925, Hachiko fue a despedir a su amo como siempre, sin embargo, Hidesaburō Ueno sufrió una hemorragia cerebral durante una clase y no sobrevivió, por lo que Hachi permaneció en la estación de Shibuya esperando al profesor, y así transcurrió el tiempo, mientras que las personas que encontraban al akita solían alimentarlo.
Así, Hachiko esperó fuera de la estación de Shibuya por 9 años, sin moverse de ahí, tras el sol, la lluvia o la nieve, hasta que el 8 de marzo de 1935, el cuerpo de Hachiko fue encontrado sin vida frente a la estación de trenes , donde finalmente se reunió con su antiguo dueño.
En 1934 se erigió una estatua de bronce en honor al llamado “perro fiel” a las afueras de la estación de trenes de Shibuya, y Hachiko estuvo presente en la inauguración de este monumento .
En 2011 se descubrió que la causa de muerte de Hachiko fue a raíz de un cáncer, además de una infección de gusanos en el corazón. La versión inicial sobre el fallecimiento del can fue debido a que, al realizar la necropsia para disecar su cuerpo, se encontraron palitos de yakitori (una especie de banderilla japonesa), que pudieron haber lastimado sus intestinos.
A lado de la tumba de Ueno se construyó un monolito que honra a Hachi, aunque tristemente, la estatua de bronce en Shibuya tuvo que ser fundida en 1944 para forjar armas durante la Segunda Guerra Mundial , aunque en 1947 se forjó un segundo monumento de bronce en honor a Hachiko.
La historia real de Hachiko, el perro fiel, ha sido incluida en muchísimos contenidos de entretenimiento, tal es el caso de muchos episodios de distintos anime, videojuegos y hasta sus propias películas, como Siempre a tu lado, Hachiko de 2009 o la japonesa estrenada en 1987, titulada Hachikō Monogatari.
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