En julio de 1518, en Estrasburgo, ahora Francia, se vivió uno de los momentos más aterradores y desconcertantes del lugar: una epidemia de baile que duró más de un mes y que terminó con la vida de decenas de personas.
Todo comenzó cuando Frau Troffea empezó a bailar en la calle sin ningún motivo. La mujer bailó sola por algunos días, pero al paso de una semana, más de 30 personas se unieron a su danza.
En un mes, unas 400 personas ya se habían unido al baile de Troffea y, decenas de ellos, murieron por inanición, cansancio o ataques al corazón.
Este caso es conocido como la epidemia de baile de 1518 y es considerada como un caso de histeria colectiva. Pero ¿qué es la histeria colectiva y por qué ocurre?
Platicamos con Paola Hernández Sánchez, maestra en psicoterapia cognitivo-conductual, para saber qué es la histeria colectiva y qué ocurrió en estos casos que marcaron la historia.
Qué es la histeria colectiva
“La histeria colectiva es cuando un componente de grupo, o sea un grupo grande de personas, tienden a tener síntomas fisiológicos y psicológicos similares, como si fuera un contagio”.
De acuerdo con la maestra en psicoterapia cognitivo-conductual, en los casos histeria colectiva se experimenta un desprendimiento del espacio personal y, la persona, se convierte en uno solo con el grupo. Incluso, puede llegar a sentir, doler o padecer lo que está experimentando el grupo.
“Cuando hay histeria colectiva se empieza a sentir la experiencia, el malestar del otro y se vive como propio”.
¿Cómo es que la histeria colectiva se propaga?
Para entender cómo es que se propaga, “tenemos que considerar el contexto de lo que ocurría en aquel entonces. Tal vez no había medios de comunicación, o no tenías que salir tanto de tu ciudad. Es decir, todo estaba muy centralizado en aldeas o en ciudades”.
“Pero hoy en día tenemos TikTok, redes sociales y los Trending Topics que también nos hacen sumergirnos, no en una histeria colectiva, pero sí en un grupo, porque nos involucramos en bailes y todo esos (tendencias) que nos hace tener un sentido de pertenencia”.
“No es que a lo mejor ya no ocurran los casos de histeria colectiva, pero la globalización y las redes sociales también fomentan que dejemos de ser un individuo para poder pertenecer con lo que está en tendencia”.
Los casos de histeria colectiva más extraños
La epidemia de baile de 1518
Como lo expusimos al inicio, en 1518, en Francia, Frau Troffea empezó a bailar de forma frenética en la calle y en cuestión de días, decenas de personas se unieron a su baile hasta morir.
En este caso de histeria colectiva, la especialista nos reveló que para explicar lo que ocurrió hay que considerar el tiempo, ya que no es lo mismo 1518 que 2024.
“El acceso a la información no es como el que tenemos ahora, así que era más probable que si yo veo a alguien que está bailando, pues puedo pensar que si no lo hago yo también puedo estar en peligro”.
“También siempre hay que considerar el contexto, tal vez había como una cuestión de componentes en la ingesta de alimentos o que si no hago lo que lo demás, tal vez yo esté en peligro. Entonces cedo y es como un me vuelvo en uno con la masa, no soy un individuo”.
Epidemia de risa de Tanganyika
El 30 de enero de 1962 en Tanganyika, Tanzania, los pobladores no pararon de reír por más de un año.
Todo ocurrió cuando tres niñas de un internado de Kashasha empezaron a reír y “contagiaron” a 95 de sus compañeras. Este brote duró más de un mes y la escuela tuvo que cerrar.
Las clases se retomaron en mayo, pero inició un nuevo brote de risa, por lo que el internado tuvo que cerrar nuevamente en junio de 1962.
Las risas no pararon y las personas contagiadas “esparcieron” la risa a sus hogares y aldeas aledañas.
En este extraño caso, Paola Hernández no explicó que esto nos puede pasar hasta en un grupo pequeño, pero tal vez sin un resultado catastrófico.
“Los seres humanos tenemos neuronas espejo, incluso si un bebé al nacer sonríe, no es porque sea feliz, sino porque te está viendo sonreír. Entonces la risa es ‘contagiosa’ a partir de que me espejeo en el otro”.
“También la risa funciona como un regulador emocional y nos puede ayudar a liberar tensión. En este caso, la risa puede ser producto de las neuronas espejo, de que veo al otro reírse; o también de esta liberación de estrés o incluso porque me uno a esta masa y pierdo mi individualidad”.
El incidente de Hollinwell
En 1980, en Inglaterra, alrededor de 300 niños comenzaron a desmayarse repentinamente durante un espectáculo.
De acuerdo con los informes, los niños reportaron tener náuseas, mareos, garganta irritada, entre otros síntomas. Los niños fueron llevados al hospital y el incidente fue catalogado como un caso de histeria colectiva.
De acuerdo con la experta, aquí pudo existir una caso de sugestión y “ver a mis pensamientos como un hecho”. Esto puede “pasar en forma individual o en grupo”.
“Entonces, al no distinguir entre si lo estoy pensando o si está pasando, me sugestiono, por ejemplo, tú puedes imaginar tu platillo favorito, y por el solo hecho de imaginarlo, empiezas a mandar señales de antojo y tu cuerpo, fisiológicamente, empieza a reaccionar ante esa sola imagen que se plantó en tu mente”.
“A partir de pensar en la posibilidad de que me suceda algo el cuerpo, el sistema nervioso se empieza a activar como si ya estuviera pasando, pero es solo un pensamiento no se agudiza”.
En el incidente de Hollinwell, como en los otros casos, la histeria colectiva se da al dejar de lado nuestra experiencia y sentir de forma individual, para reaccionar a lo que vive el grupo.
*Paola Hernández Sánchez es maestra en Psicoterapia Cognitivo - Conductual. Especialista en población adulta, trastornos de ansiedad y del estado de ánimo.
Contacto:
@psic.ing.wellness
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