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Impunidad y la lucha contra la violencia de género: los retos de la Red Nacional de Refugios

Por: Beatriz Esquivel 20 marzo 2024 • 8 minutos de lectura

Platicamos con Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios, una asociación civil que año con año atiende a miles de mujeres en todo el país que son víctimas de violencia de género. Conoce más de su loable trabajo aquí.

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red nacional de refugios entrevista con wendy figueroa

/ Foto: Elena Kalinicheva/Getty Images

En el 2023, la Red Nacional de Refugios (RNR) ha atendido a más de 20 mil mujeres, niñas y niños desde sus refugios, centros de atención externa, la línea de ayuda telefónica y redes sociales. Hoy por hoy es uno de los salvoconductos para tantas mujeres (y sus hijos) que son víctimas de la violencia de género.

En México, la violencia de género no es poca cosa y es uno de los problemas vitales de la sociedad.

De acuerdo con los datos del INEGI para el 2021, el 70.1% de las mujeres de 15 años o más en México han experimentado al menos un incidente de violencia ya sea psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación en su vida. Mientras que los datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares , también de 2021, arrojó que un 41.8% de las mujeres manifestaron haber vivido alguna situación de violencia antes de los 15 años, este número se traduce a 12.4 millones de mujeres violentadas durante su infancia.

A raíz de la campaña Rompamos el ciclo , en la que la Red Nacional de Refugios, GENDES y Ruffles México se aliaron, platicamos con Wendy Haydeé Figueroa Morales, directora de la Red Nacional de Refugios, para entender más del trabajo con las mujeres y sus hijos de la asociación y saber que su historia precede incluso la constitución legal de ésta.Wendy cuenta que desde la década de los noventa había organizaciones con fines comunes, en específico la representación de los refugios que existían hasta esa época. Sin embargo, la necesidad de tener espacios seguros y confidenciales fue lo que llevó a que buscaran más recursos y comenzaran una alianza con la Secretaría de Salud.

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Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios AC

No obstante, lo que inició como una intención de representar a los refugios, pronto se convirtió en una labor mucho más grande conforme la violencia empezó a tener otras formas de manifestarse.

[La violencia contra las mujeres] no solamente es un problema de salud pública, sino de acceso a la justicia, de seguridad y de derechos humanos.

La diversidad y el incremento de la violencia hacia las mujeres también hizo que la RNR creara desde el 2010 una plataforma estadística con los perfiles de las mujeres, niños y niñas que llegan, pero también de los agresores. Esta plataforma es de vital importancia para que la Red sepa qué necesitan mejorar, pero también ver el impacto que su trabajo tiene en las mujeres que ayudan.

Identificamos que las mujeres antes de llegar con nosotros pasaban a cinco instancias de gobierno. O sea para poder llegar con nosotras, había un viacrucis, en verdad.

Sin embargo, también explica que han identificado que ahora las mujeres pasan por tres instancias de gobierno antes de encontrar la ayuda en la RNR, un progreso, pero sin duda algo que aún debe de solucionarse.

Las políticas públicas y su impacto en la seguridad de las mujeres en riesgo

Y es que en la labor de ayuda a estas mujeres, están circunscritas las políticas públicas o de Estado. Por ejemplo, Figueroa cuenta que lograron que existiera el programa del Seguro contra la Violencia, una iniciativa de la sociedad civil, en la que el gobierno le daba a las mujeres que salían de un refugio un recurso para que pudieran ser autónomas. Asimismo, consiguieron que el INVI les diera una unidad de departamentos. Sin embargo, este programa no funcionó en parte porque no quisieron compartir la corresponsabilidad con la sociedad civil, pero también porque las mujeres estaban condicionadas a hacer una denuncia para tener un espacio de viviendo o la beca.

Sabemos que hoy la denuncia no es fácil y no es real. Realmente tenemos un 90% de impunidad, esto significa que sólo el 10% de las demandas tienen un término… y hablamos de denuncia y demanda que son cosas distintas.

En ese sentido, Figueroa explica que esta condicionante las ponía en riesgo, en particular dado que no había (ni hay) efectividad en las órdenes de protección. ¿La respuesta de la Red Nacional de Refugios? Crear las casas de transición.

Estos son espacios intermedios entre el refugio y una casa propia, enfocados en particular a mujeres que no tienen redes de apoyo o una forma de capitalizarse, y que requieren de un puente hacia la autonomía. Allí, las mujeres pasan seis meses donde no pagan renta, les ayudan a capitalizarse y también apoyan con el cuidado de sus hijos pues las casas cuentan con una guardería. Asimismo, Figueroa comenta que estas Casas de Transición no están financiadas por gobiernos, sino por iniciativa privada.

Hace cuatro años, del 100% de las mujeres que salían del refugio, 30% regresaba con el agresor o con la familia de la dependencia […] y regresaban de una forma distinta, pues saben qué es la violencia, que no es normal y no se justifica. Cuando implementamos la casa de transición, este porcentaje bajó al 10%.

También explica que cuando hacían la exploración posterior, encontraron que de ese 10%, se trataban de agresores que estaban teniendo un proceso terapéutico para reconocer su violencia y tener otras formas de relacionarse.

Del recrudecimiento de la violencia de género en México y la impunidad

Las casas de transición no es el único gran hallazgo y modelo de trabajo. También su plataforma de estadística les permite medir de cierta forma la violencia contra las mujeres en México. Wendy Figueroa lo resume en cinco puntos:

  1. Las mujeres están identificando de forma más temprana la violencia
  2. Las violencias que vivieron las niñas están siendo atendidas en su adultez
  3. El influjo del crimen organizado y la militarización del país
  4. La impunidad que permea nuestra sociedad
  5. Las violencias cruzadas

En resumen, ella explica que actualmente la edad promedio para pedir ayuda es de 20 a 35 años, mientras que en el pasado era de 30 a 45 años, lo cual es indicativo de que las mujeres identifican las situaciones de violencia y llegan a la RNR más pronto.

Asimismo, tienen casos de mujeres de 18 años, que llegan a la Red ya con varios hijos, que tras un análisis saben que se trató de una niña que fue violada.

En cuanto a la militarización del país y el crimen organizado, explica que esto incrementa las violencias, pero también las formas de ésta, en específico comenta del uso de los cuerpos de las mujeres como botín de guerra.

Mientras que la impunidad presente la atestigua con el decremento de cinco a tres instancias de gobierno por las que las mujeres pasan antes de encontrar la ayuda.

Quiere decir que ya hay más conciencia, pero al final no tendrían que pasar por ni una. Esto está relacionado a que hay iniciativas de organizaciones de la sociedad civil que han impulsado leyes y que se les crea a las víctimas. Pero seguimos estando en un tema de complicidad y de impunidad.

Ahora bien, explica que las violencias vienen cruzadas, esto quiere decir que no sólo se presenta un tipo de violencia en cada caso. Ella ejemplifica que una mujer que sufrió violencia física también vivió violencias sexual, económica y patrimonial.

Yo creo que las violencias siempre han estado, pero las formas en que se han expresado sí han incrementado, y la demanda de poder atenderles se tendría que amplificar.

Figueroa explica que para ella las formas de expresar las violencias se han recrudecido. Menciona ejemplos como los ataques con ácido, que el sector salud considera que se trata de algo estético, al igual que una mujer que llega sin dientes, pero que en realidad debería haber una restitución de derechos. Este recrudecimiento, identifica, ha sido gracias a la impunidad y a la misión del Estado.

Porque no pasa nada si asesinan a una mujer, si la desaparecen o si la queman.

En pocas palabras, Figueroa explica que la violencia contra las mujeres debería entenderse como un problema que parte de la desigualdad y la discriminación; que es estructural y sistémico, y todos los sistemas y estructuras del país tendrían que tener una transformación y tendrían que pasar no sólo a una política de género, sino una feminista que apueste a poner en el centro la garantía de todos los derechos y oportunidades, así como relaciones igualitarias de respeto, bienestar y dignidad donde todas las personas en todas nuestras diversidades puedan ser reconocidas como sujetas de derecho.

Los gobiernos tienen que usar su poder para construir, cambiar, transformar, no para oprimir […] y eso es lo que ha provocado una duda histórica que no sólo es de este gobierno –obviamente hay todo un rezago– pero sí se requiere un cambio indispensable de fondo.

Las infancias también son víctimas de la violencia

Ahora bien, la Red Nacional de Refugios también incluye en su modelo de trabajo la atención a los niños y niñas.

La necesidad de atención a los más pequeños queda más que clara con las estadísticas del INEGI e incluso con las de la propia RNR, pues Figueroa explica que identificaron que durante la pandemia se incrementó el abuso sexual, pues casi el 30% de los niños que llegaban a los refugios habían sido víctimas de violencia sexual por parte de familiares.

Los niños y niñas que llegan al refugio llegan super lastimados, hoy sabemos que no son víctimas indirectas, son víctimas directas de la violencia, y su transformación es impresionante.

Figueroa cuenta que han tenido niños que llegan desde los 10 años y que ahora son profesionales, que en su paso por los refugios aprendieron a relacionarse desde el respeto.

Sin embargo, este trabajo con los niños no sólo ocurre en los refugios, desde los centros externos de la RNR y las casas de transición ofrecen talleres infantiles, atención psicológica infantil. También han desarrollado un peluche con causa llamado Orejitas, el cual representa la diversidad, no tiene género y es un juguete pensado para educar a los niños en temas de cuidado y tener afecto.

El trabajo con niños también se traslada al trabajo con las madres y también con las adolescentes. Por ejemplo, tienen talleres familiares donde mujeres de todas las edades pueden convivir, aprender y desaprender entre ellas.

La importancia de la confidencialidad y seguridad en los refugios y en toda la Red

Ahora bien, el trabajo de la RNR no es uno sin riesgos. Las situaciones de violencia que viven las mujeres que acuden a la Red requieren que existan protocolos de seguridad estrictos que aseguren su bienestar desde los refugios, las casas de transición e incluso para las trabajadoras en los centros de atención externa, pues comenta que en estos centros que sí son públicos muchas veces los agresores se encuentran afuera.

Esto hace que uno de sus principales mecanismos de seguridad sea que los refugios y las casas de transición sean confidenciales y no son espacios públicos. Esto involucra bardas, guardias de seguridad de 24 horas y otros protocolos que no se comparten para garantizar el bienestar físico y emocional de las mujeres.

Figueroa explica que en toda la historia de la RNR, no han tenido ningún atentado, pero eso no quiere decir que todos los refugios están exentos de esa posibilidad.

Mientras que este país no tenga garantía de los derechos humanos de las mujeres, mientras la justicia no sea pronta ni expedita, mientras las órdenes de protección no sean efectivas, tenemos que seguir insistiendo. […] Nos hemos tenido que hacer expertas en muchos mecanismos, entre ellos planes de seguridad, y hemos hecho alianzas con empresas para realizar traslados seguros que nos han ayudado a disminuir la situación de riesgo de las mujeres.

Cómo ayudar a la Red Nacional de Refugios

Ante cifras escalofriantes de la violencia de género en México, que superan los millones, queda claro que los esfuerzos de asociaciones como la RNR son muy valiosos y necesarios, y que además de un cambio en las políticas de Estado, sin duda alguna también requieren del apoyo de la ciudadanía.

Si quieres ayudar a la labor que hace la Red Nacional de Refugios, cuentan con cuatro modelos de apoyo:

  • Donaciones en especie de ropa en buen estado o enseres de higiene
  • Voluntariados, prácticas profesionales y servicios sociales
  • Donaciones monetarias con extensión de recibos fiscales y un informe de rendición de cuentas del destino del donativo
  • La difusión de la RNR

Wendy Figueroa recalca que la ayuda que les parece más importante es la difusión de que la red nacional de refugios existe y que las mujeres no están ahí por que quieren y que no juzguen; aunque abrazan las primeras formas de apoyo

La información te da poder, y es poder romper con estas estructuras, mitos y normalizaciones de las violencias. Informarle a otras mujeres, darles el teléfono, las redes sociales, que estamos las 24 horas, decirles ‘yo te creo’. Esta es la forma más maravillosa y potente de cambiar la historia y que si tienes una mujer a tu lado, pueda saber que hay alguien que la acompaña.

Encuentra más información de cómo donar a la RNR aquí .

Si tú o alguien que tú conoces necesita de la ayuda de la Red Nacional de Refugios puedes:

noviembre 14, 2020 07:00 AM • 4 minutos de lectura

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