El ser humano ha encontrado un razonamiento lógico a la mayor parte de sucesos que nos ocurren día a día, sin embargo, la naturaleza esconde muchos misterios que al día de hoy se adentran en lo inexplicable. Un evento que ha sido toda una incógnita desde hace más de medio siglo es el incidente ocurrido en el paso Dyatlov, donde al menos 9 personas murieron de forma misteriosa.
Todo comenzó el 23 de enero de 1959, cuando el grupo de 10 personas (8 hombres, 2 mujeres), liderado por Igor Alekséyevich Dyatlov, emprendió una expedición para esquiar al norte de los Montes Urales. Dos días más tarde, después de un largo viaje en tren, llegaron a la zona de Ívdel, para cruzar por el último asentamiento civilizado, Vizhai, al anochecer del mismo día.
El destino final era la montaña llamada Gora Otoren, de 1200 metros de altura, cuyo nombre significa “no vayas ahí” en las lenguas indígenas mansi, además que la ruta elegida es considerada una de las más difíciles de la zona. Esto no los desalentó, pues ellos eran de los mejores esquiadores de fondo de la Unión Soviética con amplia experiencia en travesías por montaña.
El 27 de enero comenzó la expedición, sin embargo, Yuri Yudin, de 22 años, debió volver a Vizhai a raíz de complicaciones de salud relacionada con el nervio ciático, sin saber que esto le salvaría la vida. Los 9 esquiadores restantes continuaron su travesía, sin embargo, mientras exploraban el territorio, comenzaron a desorientarse, llegando a la montaña Jólat Siajlnota, que en mansi significa “Montaña de la Muerte”, y al darse cuenta de que estaban perdidos, decidieron acampar ahí.
Al llegar la fecha prevista, el equipo de Dyatlov no regresó a la civilización, por lo que una semana más tarde, comenzó la búsqueda de los esquiadores, a raíz de presión ejercida por los familiares de los desaparecidos, quienes estaban evidentemente preocupados. Con equipos conformados por voluntarios, maestros del Instituto Politécnico de los Urales, y las autoridades locales, comenzó la exploración para encontrar a Dyatlov y compañía.
Al pasar las semanas, uno de los cuerpos de búsqueda encontró una tienda de campaña completamente desgarrada, de adentro hacia afuera, además de provisiones y equipo para esquiar alrededor del sitio. Al realizar una búsqueda más profunda, algunos de los cuerpos comenzaron a salir de entre la nieve.
Estos presentaban características muy peculiares, como el hecho de estar en ropa interior, o descalzos, además que parecía que querían llegar a la tienda por la posición en la que se encontraban. El rastro daba otra pista en ramas rotas de los árboles aledaños, indicando que algunos de ellos trataron de escalar los troncos, sin éxito aparente.
Aún, cuatro cuerpos seguían desaparecidos, lo que llevó a más exploraciones en el territorio circundante, pero encontrar estos restos tomó aproximadamente otros dos meses. Estos fueron localizados en una hondonada, enterrados a cuatro metros bajo la nieve, con más ropa que los primeros restos.
Las señas de estos también resultaban muy particulares, por ejemplo, una de las mujeres traía puestos los pantalones de un hombre, que además, estaban quemados, sumado a un abrigo rasgado que funcionaba como torniquete en su espinilla y pie izquierdo. La situación comenzó a ponerse más misteriosa cuando se dieron cuenta de que una de las mujeres había perdido la lengua, otro cuerpo fue encontrado sin ojos, mientras que otro tenía lesiones en los labios.
Uno de los hombres fue hallado sin córneas, otro había perdido tejido facial y parte del cráneo y aunque la causa de muerte fue señalada como producto de la hipotermia, los cuerpos daban señal de que habían sido sometidos a una enorme presión mientras aún estaban vivos.
Aunque las investigaciones del incidente ocurrido en el paso Dyatlov han dado muchas teorías, al día de hoy no se sabe con certeza que fue lo que acabó con la vida de estos 9 exploradores. Algunas personas piensan que pudo haber sido una avalancha muy extraña, otros piensan que pudo haber sido producto de pruebas militares, hasta ideas que involucran extraterrestres o al mismísimo abominable hombre de las nieves.
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