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Ley de los Feos: discriminación legal contra la discapacidad

Por: Marilú Morales 12 octubre 2024 • 2 minutos de lectura

De no cumplir la Ley de los Feos, la multa era de 1 a 50 dólares, o ser enviados a un asilo.

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Ley de los Feos
Getty

Es común que el cine de Hollywood haga alusión a los llamados “circos de fenómenos” famosos en el país de las barras y las estrellas a finales del siglo XIX y principios del XX. Escenas que hoy en día hacen eco de una realidad que se vivió en Estados Unidos con la “Ley de los Feos”.

El término “feo” o “fealdad” en la ley, no tenía nada que ver con el atractivo físico de las personas, era en realidad una manera de criminalizar la discapacidad y la desfiguración que sufrían algunas personas.

La ley de los Feos se centraba en personas sin hogar que pedían dinero en las calles. El punto crucial de la ley era quitar a las personas “feas” de la vista de los ciudadanos.

El medio SFGate indica que la primera de estas leyes fue introducida en San Francisco en 1867: “Orden No. 783. Para prohibir la mendicidad callejera y restringir que ciertas personas aparezcan en calles y lugares públicos ”.

El sitio WBEZ Chicago , informa que a pesar de que existían leyes similares alrededor del país, la Ley de los Feos de Chicago fue la más notoria por su radicalidad.

La Ley de los Feos de Chicago

Una nota periodística del Chicago Tribune detalla que en 1881, el alcalde de la ciudad James Peevey tenía una misión: librar a la ciudad de todas las “obstrucciones” de la calles.

Si trasladamos la idea a México, podría asociar una obstrucción los puestos de antojitos, la venta ambulante, payasos que hacen sus shows en plena calle y más.

Sin embargo, una “obstrucción” en su lugar de la historia era entendida como los méndigos con alguna discapacidad o deformidad. De esta manera, el Ayuntamiento les prohibió mostrar sus “carencias” a cambio de una moneda.

“Se prohíbe estar a la vista del público a cualquier persona “enferma, mutilada, lisiada o deformada de cualquier manera, de modo que fueran un objeto desagradable o repugnante” (Código de la Ciudad de Chicago de 1881)

De no cumplir la Ley de los Feos, la multa iba de 1 a 50 dólares, o en todo caso, enviados al asilo para pobres del condado de Cook.

Las características de la prohibición en la Ley de los Feos de Chicago sirvieron de ejemplo para incluirlas en ordenanzas de Nueva Orleans, Portland, Denver, Lincoln, Columbus, Omaha, Reno y Nueva York (1895, redactada pero no promulgada).

De “Mejorar las comunidades” a la derogación de la Ley de los Feos

La Ley de los Feos fue pensada como una forma de “mejorar las comunidades”, porque les preocupaba que los mendigos desfigurados “asustaran a las mujeres”, o que existiera una tensión mayor entre clases sociales.

Asimismo, la idea era encontrar a aquellas personas que simulaban tener alguna discapacidad para conseguir unas monedas en la calle como méndigos. El Chicago Tribune recopila una crónica publicada en 1908: “Como por arte de magia, el hombre recuperó la vista y la audición, y sacó 80 dólares de uno de sus bolsillos y contó el importe de su multa”.

Del pensamiento de “mejorar las comunidades” se pasó a edificar una nueva forma de hacer corrupción, puesto que trasladar a tantas personas a los hospicios para darles aparentemente trabajo, únicamente significó una tarea que demandó demasiado dinero para mantenerlos y una nueva forma de hacer fortuna.

Luego de que la Primera Guerra Mundial terminara en 1918, los soldados regresaban con el cuerpo mutilado o desfigurado, por lo que se empezó a crear un poco de consciencia sobre las personas con discapacidad.

Pero fue hasta 1974 que la Ley de los Feos se derogó y se eliminó de los códigos gracias a la defensa de los derechos de los discapacitados.

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