El festejo de Halloween es una de las fechas más esperadas de todo el año, de hecho, hay muchas personas que afirman que esta es su efeméride favorita, quienes aman disfrazarse, adornar sus casas y hacer maratones de películas de terror. Pero alrededor de esta celebración existen otras tradiciones que no se festejan en todo el mundo, entre los que se encuentra la velada conocida como “La noche del diablo”.
Esta ocurre cada 30 de octubre y no tiene mucha relación con la religión o lo paranormal, pues en algunas partes del planeta se le conoce como “La noche del ganso”, “La noche del truco” o “La noche de la travesura”. Esta celebración de vandalismo, que podría ser lo más cercano que tenemos en la vida real a la película de La Purga, la vemos con mucha frecuencia en la televisión estadounidense, cuando los jóvenes lanzan huevos o papel de baño a las casas, o destruyen los adornos de las familias del vecindario.
Dichos actos son solo la punta del iceberg, pues “La noche del diablo” también destaca por un vandalismo que puede rondar en lo peligroso y en lo criminal.
El origen de este tumultuoso previo a Halloween es relativamente reciente; tomando la idea de “hacer travesuras”, para “recoger dulces” la noche siguiente; pues en realidad tomó forma hace aproximadamente 50 años. Aunque el concepto está firmemente ligado a las raíces celtas de los territorios de Reino Unido, principalmente en Escocia e Irlanda.
Según esta antigua cultura, el primero de noviembre se conmemoraba el Año Nuevo y, de acuerdo a su mitología, los espíritus salían a las calles para hacer bromas a los vivos y asustarlos. El día previo (31 de octubre), los Celtas solían disfrazarse y hacer lo mismo, lo cual se llamaba Samhain.
Después de que Reino Unido se convirtiera al catolicismo y estas tradiciones se mezclaran con las de la Iglesia, los británicos comenzaron a hacer bromas en este periodo. En este caso, el día señalado era el 5 de noviembre, que conmemora el fracaso del complot de la pólvora de 1605 para volar el Parlamento.
El tiempo pasó, y con la llegada de los inmigrantes escoceses e irlandeses a Estados Unidos, la fecha volvió a su origen, dividiéndose en “La noche de la travesura” y después, en All Hallow’s Eve o Halloween. Lo que en muchos casos no se tomaba en cuenta es que “La noche del diablo” se podía llegar a salir de control, especialmente en el periodo de la Gran Depresión en la década de 1930.
Uno de los sitios donde resulta sumamente peligrosa es Detroit, Michigan, cuya cultura de pandillas ha hecho que esta fecha termine en asaltos, violencia e incendios.
Aunque la polémica “noche del diablo” ha desaparecido casi en su totalidad, en zonas donde prevalece la población irlandesa y escocesa.
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