En la historia actual hay una serie de libros que han logrado “predecir” o contar historias de sucesos que se han vuelto realidad con una escalofriante similitud, y no sólo hablamos de Julio Verne escribiendo de submarinos mucho antes de su uso, sino también de novelas como Futility, or the Wreck of the Titan –El hundimiento del Titán o Futilidad, en español– de Morgan Robertson, que describió el hundimiento de un trasatlántico tan sólo 14 años antes de que el Titanic naufragara.
Ahora, ante el caso del sumergible Titan, cuyo nombre es igual al de la embarcación del libro de Robertson, que hasta la publicación permanece perdido en el océano, esta novela está tomando revuelo tanto por “predecir” el hundimiento del Titanic, y la similitud mencionada.
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De qué se trata “Futility, or the Wreck of the Titan”
La trama del libro se trata en el viaje de un trasatlántico llamado Titan que se presumía prácticamente indestructible, además de ser el más grande y rápido en el mundo, pero que en la novela probaría ser falso, pues así como el Titanic real terminaría hundiéndose.
Según la narración de Robertson, durante la travesía de Nueva York a Irlanda (la ruta inversa del Titanic real), este transatlántico choca accidentalmente con otro barco al no verlo entre la niebla, causando que éste se parta por la mitad. Esto no sería la causa del naufragio, pero el protagonista de la historia John Rowland, testigo del choque, pasa por una serie de infortunios pues intentaron silenciarlo.
Pero más tarde, el Titán choca con un iceberg, y lo que resulta en su naufragio y que sólo haya 13 sobrevivientes, entre ellos Rowland, que eventualmente son salvados y llevados a Inglaterra. La trama sigue a Rowland, quien cuenta su versión de los hechos, y regresa a Nueva York con una chica que conoció durante el naufragio, entre otras peripecias que por lo menos tienen poco que ver con el caso del Titanic real.
Las similitudes de la novela y el Titanic
Entre las similiudes que más han llamado la atención entre esta novela y el Titanic están:
- Ambos barcos se hunden tras chocar con un iceberg
- Ocurren en el mes de abril y en el Atlántico Norte
- No tenían suficientes botes salvavidas para todos los pasajeros
- Entre otros datos estructurales como tener dos mástiles y 3 hélices, la cantidad de pasajeros similares, o la longitud del barco
Algunos han asegurado que las similitudes entre la narración de Robertson y la tragedia del Titanic se deben a que el escritor también fue un oficial de la marina y que su conocimiento sobre la navegación y las embarcaciones era extensivo, tanto así que sus otros libros también tienen temáticas navales.
Por otro lado, las coincidencias como la fecha o los botes salvavidas se deben a las regulaciones de la época, por ejemplo, en abril era el inicio de la temporada para navegar y hacer viajes trasatlánticos. Mientras que los botes salvavidas no se asignaban por el número total de pasajeros, sino por el tonelaje de la embarcación. Un aciago recordatorio de lo peligroso que puede ser la inmensidad del océano.
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