Puede sonar extraño hablar sobre un oficio que se enfoca en llorar durante una ceremonia fúnebre, y suena aún más raro cuando nos enteramos de que es un trabajo milenario, pero es verdad, hasta el día de hoy existen las plañideras, que son mujeres que cobran por llorar en un funeral, y no solo esto, es una tradición que se transmite generación por generación.
El registro más antiguo de este oficio data de Egipto, donde mujeres con cabello suelto y vestidas de azul llamadas yerit levantaban las manos en forma de sufrimiento, pues llorar por un muerto era mal visto en la cultura egipcia.
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Así mismo, existen las plañideras en la Grecia antigua, y se sabe que utilizaban velos negros durante estas ceremonias, algo que más tarde retoma la cultura romana, donde eran llamadas praeficas, y mientras más de estas mujeres se presentaran en el funeral de una persona, mayor estatus social tenía el difunto, adicionalmente, las lágrimas de estas mujeres se juntaba en un vaso y se enterraba a lado del muerto, a esto se le llamaba lacrimatorio.
En el caso de México, este oficio tiene su origen en la cultura náhuatl, donde la idea de llorar tenía mucha complejidad, pues se creía que las lágrimas acompañaban a los difuntos en su viaje al Mictlán .
En la religión judía también hay menciones de una especie de plañidera, que servían como medio de intercesión entre los humanos y Dios.
En la cultura musulmana actualmente está estigmatizado el uso de “lloronas”, sin embargo, en la antigüedad era señal de estatus.
Esto nos da a entender que las mujeres que realizan el oficio de plañideras no solo “lloran por llorar”, por el contrario, ellas reciben un pago por lamentar la muerte de una persona, y en la mayoría de estas creencias, las lágrimas de estas mujeres ayudan a la persona a lograr el descanso eterno.
En muchos casos, como en Egipto, las plañideras llegaban a la ceremonia fúnebre en representación de los dioses, inspiradas en el mito de Isis, quién lloró desconsolada la muerte de Osiris, tras ser asesinado por su hermano.
En la actualidad, las plañideras fueron una tradición hasta no hace mucho tiempo en México, reuniendo varios elementos de sus predecesoras, especialmente mostrar estatus, aunque también eran acompañantes de las personas que mantenían el luto, además de ayudar a los deudos a profundizar en su dolor , buscando la sinceridad en su llanto.
La tradición se ha perdido en el país, aunque existen aún remanentes de esta tradición, por ejemplo, el Concurso Nacional de Plañideras de Querétaro, donde varias de estas mujeres concursarán para ver quien tiene un llanto más real y desgarrador.
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