Hay plantas que han evolucionado y se han adaptado a los ambientes más secos y áridos, casi no necesitan agua para sobrevivir porque han desarrollado diversos mecanismos de supervivencia, y por lo mismo, son bastante fáciles de mantener. Aquí te platicamos sobre ellas y cómo cuidarlas.
¿Qué son las plantas xerófitas?
Estas plantas, que necesitan muy poca agua para sobrevivir y crecer, se llaman xerófitas o xerófilas. Su nombre proviene del griego: xeros – seco, porque son nativas de climas donde escasea el agua, como el desierto o la estepa. Las primeras en las que podríamos pensar son los cactus, y, aunque pueden ser los más comunes o representativos de este tipo de plantas, hay muchísimas otras especies xerófitas como la lavanda, el romero, las suculentas y árboles como el olivo y la higuera.
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¿Cómo se han adaptado para poder sobrevivir con tan poca agua?
Las plantas xerófitas han evolucionado de diferentes formas para compensar la falta de agua o las largas temporadas de sequía. Una de las características que han desarrollado está en el tamaño o el tipo de sus hojas. Podemos notar que las hojas de las plantas xerófitas son muy pequeñas o de plano no tienen hojas y solo cuentan con espinas –como es el caso de varios cactus-, esto es para evitar la evaporación del agua cuando las temperaturas son demasiado altas. La “Corona de Cristo” es un gran ejemplo de esta adaptación: sus hojas son pocas y muy pequeñas, además de tener muchas espinas.
Otro de los mecanismos de adaptación a la sequía es el almacenamiento de agua en alguna parte de su cuerpo, como las hojas o los tallos. A estas plantas las llamamos “suculentas”. Como lo dice su nombre, son “jugosas” o “sustanciosas”, se ven “gorditas”, y guardan el agua para irla dosificando cuando haga falta. Aunque no todas las suculentas son xerófitas, la mayoría sí lo son. Si hemos tenido una, sabemos que casi no es necesario regarla y que prefieren estar a pleno sol, como el Árbol de Jade.
Además, estas plantas tienen raíces muy profundas para llegar a las capas con mayor humedad. Los árboles son capaces de desarrollar raíces que rompen las capas de piedra del suelo para alcanzar el agua. ¡Es fascinante la forma en que evolucionan para sobrevivir!
¿Por qué son tan importantes para el futuro?
El agua es cada vez más escasa y debemos cuidarla. Si optamos por un jardín xerófito, reducimos el consumo de agua de riego y podemos seguir teniendo un espacio lleno de vida y color. Muchas de estas especies también dan flores de colores muy llamativos por lo que podemos usarlas también como decoración para nuestros espacios. Aunque la mayoría de estas especies necesitan mucho sol y no es tan fácil mantenerlas en espacios interiores, podemos tenerlas en terrazas o patios.
Ejemplos de plantas xerófitas para tener en nuestro jardín o terraza
Estas especies xerófitas son bastante comunes, las podemos encontrar fácilmente en las tiendas y viveros. Si las vamos a tener en casa es necesario que reciban suficiente luz del sol, por eso será mejor colocarlas al aire libre en patios o terrazas, o si las vamos a tener en interior, que sea un lugar donde reciba la mayor cantidad de horas de sol directo posible.
TIP: Si quieres tener alguna de estas especies en interior –y eres lo suficientemente disciplinado– puedes sacarlas diario, o cada dos o tres días, a tomar sol directo y regresarlas a su lugar.
- Arbustos como lavanda, romero, adelfa, tomillo o yuca.
- Cactus y agaves
- Suculentas como la sábila, el árbol de jade y de la abundancia, sansevieria.
- Árboles como acacia, olivo, higuera, mezquite, ciprés y palma datilera.
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