Japón no es ningún extraño a los terremotos y en su historia reciente se encuentran sismos y tsunamis devastadores. Entre ellos están el tsunami de 2011 que provocó el accidente nuclear de Fukushima I, y el terremoto del 1 de enero de 2024 de magnitud de 7.5 en la escala de Richter, que hasta el momento se han reportado al menos 57 muertos, y provocó oleajes de hasta 1.2 metros en la costa occidental de Japón.
Pero la pregunta es… ¿por qué tiembla tanto en Japón?
La respuesta está en la Tierra misma.
Países como Japón o México se encuentran en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, conformado por varias placas tectónicas y que abarca más de 40 mil kilómetros que abarca desde Argentina hasta Nueva Zelanda.
El Cinturón de Fuego del Pacífico obtiene su nombre porque es la zona en la que más terremotos y actividad volcánica se registra. Se estima que allí se originan el 80% de los terremotos más grandes del mundo.
Pero lo que lo caracteriza es que son zonas de subducción, esto quiere decir que es el lugar donde dos placas tectónicas chocan al moverse en direcciones opuestas, provocando que una de ellas quede por debajo de la otra. Al hablar de geología es este movimiento el que provoca entonces que se formen montañas o volcanes, así como los sismos.
Ahora bien, el archipiélago de Japón se creó precisamente por el movimiento de las placas, en específico de la subducción de las placas Filipina y Pacífica por debajo de la Euroasiática y Norteamericana, y al tratarse de una serie de islas, Japón es aún más vulnerable a los tsunamis. Por tanto, para algunos incluida la Agencia Meteorológica de Japón , es uno de los países con más terremotos en el mundo, y se estiman más de 5 mil movimientos sísmicos al año, aunque no todos perceptibles y no siempre tan devastadores como del inicio de 2024.
En consecuencia, las agencias gubernamentales tienen entre sus prioridades el monitoreo de la actividad sísmica en esta región. Por ejemplo, la Agencia Meteorológica del país opera más de 700 medidores de intensidades sísmicas y recopila la información de otras 3700 estaciones de los gobiernos locales. Además operan más de 300 sismógrafos propios y de otros 1500 que se ubican en todo el país, incluyendo el suelo oceánico para detectar los movimientos telúricos que ocurren debajo del agua. También se suman otros aparatos como medidores de tsunamis (más de 410) y 39 extensómetros. Toda esta red de aparatos de medición son utilizados con el objetivo de emitir alertas de sismos y tsunamis vía TV, radio, celulares y el sistema de emergencias llamado J-Alert.
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