Cada que los rayos de sol entran por la ventana, Mandy se recuesta en su cama calientita a dormir a “pata suelta”. Luego de unos minutos, su cuerpo comienza a brincar y moverse como si tratara de correr el maratón del siglo y pequeños sonidos provienen de su garganta. Cualquier dueño pensaría: está soñando. En realidad, ¿los perros sueñan?, ¿los gatos sueñan?, y si sueñan… ¿Con qué sueñan los perros y gatos?
Perros, gatos, humanos y el sueño
Como tú y como yo, los animales domésticos y otros animales del reino animal tienen un ciclo de sueño que consta de diferentes etapas.
Los cachorros duermen alrededor de 18 horas al día, mientras que los perros adultos duermen entre 12 y 14 horas. Por el contrario, los gatos duermen de 12 a 16 horas al día.
En el caso de los humanos, el sueño se divide en dos categorías, sueño REM (movimiento ocular rápido) y sueño no REM. Se tienen los sueños más vívidos durante el sueño REM y esta etapa es vital para el desarrollo del aprendizaje y la memoria. Si hablamos de porcentajes, el sueño REM constituye un 25% del sueño de cada noche.
En el caso de los perros, también experimentan el sueño REM tal y como lo vivimos los humanos, además de otra etapa del sueño llamada sueño de ondas lentas. Así, pasan el 10% del tiempo que duermen en el sueño REM, por lo que si funcionan de manera tan parecida a los humanos, es la etapa más probable en que ocurran los sueños.
El cerebro es muy activo durante el sueño REM, incluso, la actividad cerebral es similar a la que ocurre durante la vigilia, lo que sugiere que los perros y gatos pueden estar inmersos en algún tipo de estado onírico durante esta etapa del sueño.
¿Con qué sueñan los perros y los gatos?
La hipótesis científica indica que en los perros y gatos, el sueño REM está relacionado al igual que los humanos con el procesamiento de recuerdos y experiencias.
De acuerdo con lo expresado por el filósofo David Peña-Guzmán de la Universidad Estatal de San Francisco en el podcast de la Universidad de Chicago, Big Brains , los perros y gatos realmente tienen sueños y pesadillas en esta etapa del sueño.
Aunque no se puede determinar a ciencia cierta con qué sueñan, al tener un nivel de conciencia y una variedad de emociones más profundas de las que creemos, los animales pueden soñar realmente con cualquier experiencia que tuvieron durante el día.
En su libro, When Animals Dream: The Hidden World of Animal Consciousness , hace hincapié sobre la importancia de sus emociones y cómo estas colocan a los animales como seres que importan y para quienes las cosas importan, dando así un significado a sus sueños a través de “simulaciones de realidad” mientras duermen, moviéndose a través de un paisaje onírico dinámico y coherente.
En ese entendimiento, “los animales sueñan en sus propios términos”, es decir, los humanos rara vez mencionan olores cuando cuentan sueños, por lo que se debería esperar que los perros sueñen con olores porque esa es su naturaleza, oler todo.
“Necesitamos pensar en lo que podría ser un sueño exclusivamente canino o felino, basándonos en lo que sabemos sobre las experiencias de perros y gatos”, menciona el filósofo en su libro.
En adición a los pensamientos de Peña-Guzmán, se encuentra un estudio de los años 60 realizado con gatos, en el que se sustenta que los gatos sueñan con experiencias cotidianas.
El trabajo fue realizado por uno de los fundadores de la investigación moderna sobre los sueños, el neurocientífico francés Michel Jouvet. Tuvo la idea de que debe haber una razón por la cual cuando soñamos no representamos físicamente nuestros sueños, somos horizontales, estamos inmóviles durante la mayor parte. Se preguntó, ¿qué sucede durante el sueño que impide a los humanos representar físicamente nuestros sueños?
Llegó a la conclusión de que hay una parte particular del cerebro que se encarga de producir ese estado de atonía, o falta de movimiento corporal, durante el estado de sueño, de modo que aunque nuestra mente piense que estamos involucrados activamente, en el mundo físico no estamos.
La hipótesis: “¿Qué pasaría si extirpara la parte del cerebro que mantiene al cuerpo en estado de atonía?”. El paso siguiente, experimentó con gatos.
Tomó a un grupo de gatos domésticos, intervino sus cerebros y les extirpó la parte del cerebro que provoca ese estado de atonía. Lo que encontró fue revolucionario en su época, los gatos comenzaron a ir de aquí para allá, haciendo todo lo que hacían en sus sueños.
Aunque de inicio su estudio quería hallar una respuesta a los supuestos humanos, encontró que los gatos sueñan y sí, tienen sueños demasiado activos.
Los sueños de los perros no distan demasiado de los sueños gatunos, los avances en las técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética funcional, han proporcionado más información sobre sus patrones de sueño.
En 2013, el Dr. Stanley Coren y su equipo utilizó resonancia magnética funcional para examinar la actividad cerebral de los perros, descubriendo que el cerebro de lomito mostraba patrones consistentes con el sueño REM humano durante ciertas etapas del sueño, lo que lleva a saber que los perros sí sueñan y posiblemente estén relacionadas con experiencias diarias y con experiencias pasadas significativas.
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