¿Qué son las suculentas?
Las suculentas no son una especie o familia vegetal, sino plantas con la capacidad de almacenar agua. Son plantas muy especiales que se han adaptado para poder sobrevivir en ambientes secos; son xerófitas. Toman humedad del aire y de la tierra y la guardan en diferentes estructuras como sus hojas o sus tallos, para cuando la necesiten; por eso se ven “gorditas” o “jugosas”, de ahí el término suculentas.
Los cactus, los agaves, las crasuláceas, son algunos ejemplos de plantas suculentas. Sus cuidados son muy básicos y sencillos, pero no son los mismos que las demás plantas. Hay que atenderlas de acuerdo a sus necesidades particulares.
Guía de cuidados de las suculentas
Ahora, sabiendo esto, te puedes dar una idea de los cuidados que requieren:
1. Mucho sol
A las suculentas les encanta estar a pleno sol, y qué mejor momento que primavera y verano cuando los días son más largos y tienen más horas de luz solar. ¡Esta es su temporada! Debemos buscarles un lugar donde reciban la mayor cantidad de luz. Si no las podemos tener en exterior, vamos a ponerlas cerca de una ventana o tragaluz.
Si las vemos alargadas y decoloradas, es por falta de sol.
Si fallamos en esto, vamos a ver que nuestras suculentas empiezan a crecer mucho del tallo y con pocas hojas, este fenómeno se llama “etiolación”. Están buscando acercarse a la luz porque no están recibiendo la cantidad necesaria. También van perder su coloración.
2. Poca agua
Están acostumbradas y adaptadas a ambientes secos y de poca agua por lo que no es necesario que las reguemos tanto o tan seguido, es muy fácil que se pudran si las regamos de más.
TIP: espera a que el sustrato esté seco antes de volver a regar.
Vamos a fijarnos en las señales que nos dan para saber cuándo requieren hidratación. Si vemos que nuestra suculenta se “arruga” o se ve decaída, nos está diciendo que le falta humedad para rellenar sus reservas. En cambio, si nos pasamos de humedad, nuestra suculenta se empezará a pudrir, vamos a ver tallos y hojas aguados, revisa el sustrato, y si es necesario, cámbialo.
3. Suficiente drenaje
El drenaje es muy importante para mantener nuestras suculentas sanas. El sustrato debe ser una mezcla que permita aireación y que no se encharque. Lo más sencillo es usar la mezcla para cactáceas, esta nos funcionará perfectamente para todas nuestras suculentas. Lo ideal es que la maceta tenga drenaje, pero si no tiene salida de agua, debemos poner especial atención al riego para que no se encharque.
Reproduce tus suculentas fácilmente en tu casa
Las suculentas son súper fáciles de reproducir. Casi cualquier parte de la planta, principalmente hojas y tallos, pueden generar raíces y formar una planta nueva. Pero es importante tener en cuenta algunos detalles para tener éxito en la propagación.
Las formas más sencillas de hacerlo son por medio de las hojas, esquejes de tallo o separando los hijuelos. Con estas técnicas vas a poder multiplicar tus suculentas para llenar espacios de vida y hasta compartirlas o intercambiarlas con otros amantes de las suculentas. -Siempre hay una que nos falta en nuestra colección-
Lo que debemos considerar para aumentar las probabilidades de éxito, independientemente del método que vayamos a usar, es:
- Usar herramientas limpias y bien afiladas para evitar plagas y enfermedades. Hay que ser muy cuidadosos para no lastimarlas.
- Dejar que formen un “callo” antes de plantar y/o regar las hojas, el esqueje de tallo o el hijuelo.
El callo puede tardar varios días -o semanas- en formarse, no te desesperes. Si las hojas, el tallo o el hijuelo se siguen viendo turgentes y con buena coloración, ¡todo va de maravilla!
En realidad, estos tres métodos son muy similares, solo va a cambiar la parte de la planta que vamos a usar.
Obtención de hojas
- Busca hojas sanas y maduras (que no sean muy jóvenes ni muy viejas)
- Corta, con mucho cuidado, la base de la hoja, lo más cercano posible al tallo. Algunas de ellas son tan delicadas que se caen con solo presionarlas un poco.
Obtención de esqueje
- Elige un tallo sano y que tenga varios niveles de hojas.
- Quita las hojas, con mucho cuidado, de la mitad inferior del tallo para que queden suficientes hojas en la parte superior y suficientes “nudos” disponibles en la parte inferior. Los nudos son los puntos del tallo donde nacen hojas u otros tallos. Estas son las partes de la planta de donde podrá generar nuevas raíces, por lo que es muy importante que haya suficientes disponibles y garanticemos la propagación.
Separación de hijuelos
Algunas suculentas producen hijuelos, como el aloe o los agaves. Estos hijuelos son plantas completas que crecen pegadas a la planta madre, no son solo hojas o tallos nuevos, sino una “cría”, de ahí el término “hijuelo”. Es importante que el hijuelo esté bien desarrollado antes de retirarlo de la planta madre. Si lo hacemos antes de tiempo es posible que todavía no tenga la fuerza suficiente para producir sus propias raíces.
- Corta la base del hijuelo, lo más pegado posible al tallo y retíralo de la planta madre.
Ya que hayamos obtenido las hojas, el esqueje o el hijuelo, vamos a seguir los mismos pasos para los tres casos:
- Coloca las hojas, el esqueje de tallo o hijuelo sobre sustrato seco para que formen un callo donde se hizo el corte y puedan desarrollar raíces desde ese punto.
TIP: Cuando empecemos a ver las primeras raíces saliendo de la base de la hoja, podemos empezar a humedecer un poco el sustrato con un atomizador. Será un riego muy ligero para evitar que se pudran mientras siguen transformándose en una planta nueva.
- Cuando notes que ya tienen suficientes raíces, es momento de plantarlas con el sustrato adecuado y ya las podemos empezar a regar con normalidad. Esto puede tardar otras semanas más.
Lo más importante es que pierdas el miedo y que lo intentes; que experimentes y te familiarices con las suculentas. Si lo haces con amor y respeto a estos seres vivos mágicos, verás que poco a poco te irás convirtiendo en todo un experto.
Lee más sobre De plantas y secretos por Rita Gaudry, greenskeeper y amante de las plantas que te enseñará a cuidar mejor de tus plantas, aquí.
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