Por: Jorge Coll
Angélica Aragón busca la equidad, el respeto y la tolerancia hacia las mujeres, y qué mejor forma de plasmar sus inquietudes que en una obra de teatro. Tomando el texto de Luis Agustoni, la primera actriz trabajó arduamente en “La última palabra”, montaje que actualmente se presenta en el Teatro Milán y que presenta el debate de cuatro personajes, cada uno con un punto de vista distinto ante un caso de violencia de género.
El tema es complejo, pero en escena sabe fluir para envolver al espectador, haciéndolo partícipe del caso, al grado de que es imposible no emitir su propia opinión, que podría ser tan distinta como la del personaje que tienen enfrente.
Con ese diálogo en marcha, sólo queda disfrutar del talento que conduce la historia, comenzando con la fresca actuación de Adriana Llabrés, quien en escena siempre luce recta y dos pasos adelante de los demás, en un personaje que defiende con firmeza los derechos de la mujer.
Roberto D’Amico interpreta a un magistrado firme en sus convicciones, mientras que Victor Huggo Martín busca toda evidencia antes de tomar una decisión y Pablo Perroni es un participante algo cínico, cuyos comentarios fuera de lugar podrían meterlo en problemas.
Un montaje recomendable, interesante, inteligente y que desafía de manera frontal al espectador. La construcción en escena y la dirección lucen impecables. Al decidir si alguien es inocente o culpable, ¿quién tiene la última palabra?
Elenco: Adriana Llabrés, Roberto D’Amico, Pablo Perroni y Victor Huggo Martín.
Directora: Angélica Aragón.
Asistente de dirección: Julio Arroyo.
Lugar: Teatro Milán (Lucerna #64, Col. Juárez, CDMX).
Funciones: Lunes 6:00 pm y 8:30 pm
Boletos: $350 (en taquilla).