No es un secreto que al público le encantan los reality shows, solamente hay que ver la cantidad de personas que se unen en la sección de comentarios en una publicación de Facebook o Twitter en los momentos más cruciales de programas como Exatlón o MasterChef , pues el saber que estas situaciones reales le suceden a personas reales nos genera un sentimiento de conexión, algo que MILF Manor hace cuestionar desde la premisa.
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Este reality show parece sacado de alguna serie o película de comedia irónica, que parodia con dolo este tipo de contenido, como South Park, 30 Rock o Los Simpson , pero existe, lo que ha causado mucho conflicto en el público en general, pues la trama gira alrededor de 8 mujeres, entre los 40 y 50 años, quienes son enviadas a una isla paradisiaca con la promesa de tener la oportunidad de ligar con hombres mucho más jóvenes.
Hasta este punto, todo parece estar bien, y es que este es un gusto bastante común de ambos lados de la moneda: a las mujeres mayores les pueden gustar los hombres más jóvenes, y a los hombres jóvenes les encantan las mujeres mayores, de esto no hay duda.
Esto no resulta tan simple, y es que la polémica de MILF Manor no tiene nada que ver con la diferencia de edad entre las participantes y los posibles candidatos, el giro se da cuando estas chicas descubren que los chicos jóvenes con los que podrían salir, son los hijos de cada una de las mujeres presentes.
Aquí es donde todo se empieza a poner incómodo, por un lado, las participantes deben ver a sus hijos coqueteando con mujeres mayores, mientras que los hombres deben ver a sus mamás seduciendo a sujetos de veintitantos años.
Por una parte, vemos en el show situaciones bastante incómodas, como los hijos enojándose por ver a otros coquetear con sus mamás, o viceversa, rencillas entre dos mujeres, porque a una no le parece que la otra salga con su hijo, aunque no está exento de situaciones divertidas.
MILF Manor nos muestras mujeres adultas reales, quienes tienen trabajos y han luchado para sacar adelante a sus hijos, con sus problemas y pérdidas, altas y bajas, además de momentos bastante entretenidos, como verlas tratando de adentrarse en la tecnología y fracasar en el intento.
Además, podemos ver un lado más sentimental, al ver a madres e hijos reafirmando sus vínculos fuera de las actividades que ponen en el reality.
Eso sí, el show también nos expone a situaciones bastante incómodas, especialmente cuando llega el momento de realizar dinámicas en equipo; por ejemplo, una actividad trata de vendar los ojos de las participantes y tocar los pectorales de los chicos, con el fin de adivinar quien es su hijo; lo que a muchos puede causar escalofríos.
MILF Manor está muy cerca de la polémica, pero ha fascinado por el mismo morbo que ha escandalizado a muchas personas que lo consideran casi incestuoso e incluso cayendo en la línea de la pornografía .
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