La música es una revelación más alta que la ciencia o la filosofía.
Cada vez que suena una canción del pasado, algo dentro de nosotros despierta. La nostalgia es esa chispa que enciende nuestros recuerdos y nos lleva de vuelta a momentos que pensábamos olvidados. La música tiene el poder de hacernos revivir esos instantes con una intensidad sorprendente, como si pudiéramos tocar el pasado con la punta de los dedos. Por eso se dice que la música es el arte más directo, porque entra por los oídos y va directo al corazón.
Empecé a trabajar en la radio en 1993, tenía un programa en Estéreo 100, un espacio donde la música de los 60’s y 70’s llenaba las mañanas, y las tardes eran una explosión de sonidos ochenteros. Cada día, las ondas se inundaban con las voces inconfundibles de artistas como Billy Joel , Tom Jones , The Beatles y Queen , quienes con sus baladas y ritmos llenaban la cabina de una energía que resonaba profundamente en quienes escuchábamos.
Eran tiempos en los que la música no solo se escuchaba, se vivía.
En mi familia, la música siempre fue un miembro más. Éramos cuatro hermanas y mis padres, todos muy musicales. Recuerdo que cada viaje o verano se convertía en un concierto improvisado en el auto, con nuestras voces acompañando las de Boney M. y Donna Summer . Esas melodías disco, con sus ritmos pegajosos, fueron la banda sonora de nuestras aventuras familiares, mientras nos perdíamos en las carreteras. Aún puedo cerrar los ojos y sentir la libertad que esas canciones nos ofrecían, como si cada nota nos invitara a bailar y cantar sin reservas.
Inconfundibles son los sonidos vibrantes de James Brown y su icónico “I Got You (I Feel Good)” , que aún hoy vibran y recuerdan la energía y el ritmo de una época dorada en la que el funk y el soul reinaban. Y ni qué decir de Marvin Gaye, con su suave y emotivo “Let’s Get It On” que, aunque pasan y pasan los años, captura el espíritu de una generación en busca de amor y conexión en un mundo cambiante.
Acompaña esta columna con este playlist curado especialmente por Mariana Braun:
Los años 70’s fueron una década marcada por la música disco, el rock clásico y el pop, creando la banda sonora de muchas vidas. David Bowie , el camaleón del rock, revolucionó la forma en que experimentamos la música y el arte. ABBA , con sus melodías inolvidables, y la película Grease marcaron una época donde la música y el cine se fusionaron para crear recuerdos indelebles. Era como si cada canción tuviera el poder de transportarnos a una escena específica, donde los sonidos y los recuerdos se entrelazaban para formar memorias.
Al pasar a los 80’s, la cabina de radio se llenaba de las melodías de artistas como Tina Turner y Whitney Houston, las reinas indiscutibles de esa década. Cada vez que sonaba “What’s Love Got to Do with It” o “I Wanna Dance with Somebody” , era imposible no dejarse llevar por la emoción y el ritmo. Pero no todo era fiesta; había momentos en que las baladas de Spandau Ballet, como “True” , nos llevaban a un lugar más introspectivo, donde la música parecía tocar lo más profundo del alma, invitándonos a contar las historias más personales.
Y cómo olvidar a Sade, cuya voz aterciopelada nos envolvía con temas como “Smooth Operator” . Escuchar su música era como sumergirse en un océano de emociones, donde cada nota era un suave oleaje que nos arrastraba hacia recuerdos llenos de elegancia y sensualidad. Y es que la nostalgia no es solo recordar; es revivir esos momentos en los que la música se convertía en una extensión de nuestras propias experiencias.
En el lado más introspectivo de la música, la voz icónica de Phil Collins con “In the Air Tonight” y las complejas composiciones de bandas como Genesis nos llevaban a sentir que la música se convertía en un refugio emocional, un lugar donde podíamos explorar nuestros sentimientos más profundos.
La creación musical nunca se detiene, al igual que la creación de nuevas memorias. Durante los 80’s y 90’s, la escena musical continuó evolucionando con la incorporación de nuevos géneros y sonidos. Bandas como Depeche Mode y A-ha trajeron el synth-pop a la vanguardia, creando himnos que aún hoy resuenan en nuestras mentes.
Y es que la nostalgia musical no tiene límites, los sonidos de Carlos Santana , con su virtuosa guitarra, llenan aún el aire con una mezcla de rock y ritmos latinos que resuenan profundamente en nuestro ser. Y aunque la música progresiva de Pink Floyd y Marillion se alejaba de los ritmos populares, sus composiciones profundas y complejas nos invitaban a explorar los confines de nuestra mente, creando un espacio donde cada acorde se convertía en un reflejo de nuestras emociones más ocultas e incluso oscuras.
Los años 90’s y 2000’s también nos dieron grandes íconos como Michael Jackson , cuyas contribuciones al pop y el R&B establecieron nuevos estándares en la industria musical, hasta llegar a exponentes como Lenny Kravitz , con su fusión de rock, funk y blues.
Y hoy, artistas como Bruno Mars continúan la tradición de crear música que no solo se escucha, sino que se siente profundamente, conectando con las emociones en un nivel que trasciende el tiempo. Estas canciones contemporáneas no solo representan el presente, sino que están destinadas a convertirse en los clásicos nostálgicos del futuro, las melodías que un día nos harán recordar estos tiempos con la misma intensidad que hoy recordamos las décadas pasadas.
La radio siempre ha estado conmigo, hoy, mi evolución me ha llevado a encabezar otro programa en una cadena musical de Radio Fórmula, en Trion. El tiempo ha pasado y ahora el concepto es el de un adulto contemporáneo, donde revivo muchas canciones, pero también incluyo música de los 2000’s y hasta hoy. Es un espacio donde la nostalgia se mezcla con lo nuevo, creando una curaduría que no solo nos permite recordar, sino también descubrir.
“La Braun al Aire” es el reflejo de mi amor por la música y durante esas horas en cabina, revivo memorias y construyo nuevas, todo a través de las ondas radiales. La música es lo que más me apasiona, y estar rodeada de ella es lo que mantiene la chispa en mi vida. Además, celebro hitos importantes, como los aniversarios de discos icónicos y el resurgimiento de artistas legendarios, figuras clave en la nostalgia musical.
Pero, la nostalgia musical no es solo un sentimiento poético ni algo efímero; tiene una base científica. Cuando escuchamos música que nos evoca recuerdos, el cerebro experimenta una serie de reacciones. Se activa la corteza prefrontal medial, responsable de recuperar recuerdos autobiográficos. Esta área del cerebro trabaja en conjunto con el hipocampo, la región clave para la memoria a largo plazo, y con la amígdala, que gestiona nuestras emociones. Juntas, estas áreas crean una experiencia de inmersión total, donde la música no solo trae de vuelta imágenes del pasado, sino que también revive las emociones que acompañaron esos momentos.
Es por eso que una canción puede transportarnos instantáneamente a un momento específico de nuestra vida, haciéndonos sentir como si estuviéramos de nuevo allí, aunque solo sea por unos instantes. Es como si la música tuviera el poder de congelar el tiempo, guardando en sus notas los instantes más preciosos de nuestra historia.
A lo largo de los años, he visto cómo la música ha sido ese hilo conductor que une nuestra vida con un marco temporal específico. No es solo el sonido de una época, sino el sonido de toda una vida, de experiencias, de emociones profundas. La música no solo recuerda el pasado, sino quiénes somos en lo más profundo de nuestro ser, conformando un playlist hiper personal, distinto y único para cada uno de nosotros.
Es por eso que cada vez que escucho una canción de aquellos tiempos, no solo estoy reviviendo el pasado. Estoy reconectando con esa parte de mí que nunca se fue, que sigue ahí, esperando ser despertada por la melodía adecuada. Porque la nostalgia musical no es solo un viaje al pasado; es un viaje hacia nosotros mismos, hacia nuestras raíces, hacia esos momentos que nos definieron y nos hicieron quienes somos hoy; recuerda que la felicidad cabe en el tiempo de una canción.
*Mariana Braun es conductora de radio y TV de estilo de vida y música con más de 30 años de experiencia, escúchala en su programa de radio “La Braun Al Aire” por Trion.
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