Qué ver

El tóxico maquillaje de Isabel I que destrozó su piel y posiblemente causó su muerte

Por: Marilú Morales 21 enero 2025 • 3 minutos de lectura

La adicción por su imagen y la belleza le costó muy caro a Isabel I, la Reina Virgen.

Compartir:

El tóxico maquillaje de Isabel I que destrozó su piel y posiblemente causó su muerte
Getty

La apariencia de Isabel I de Inglaterra, también conocida como la Reina Virgen, quedó plasmada en los libros de historia. Su piel pálida producto de una capa espesa de maquillaje era una característica de la monarca que se cree pudo haber sido una de las detonantes de su mermada salud y posteriormente su muerte a los 69 años.

En el siglo XVI, la obsesión por la piel pálida no era un tema sencillo, se relacionaba la palidez con nobleza y estatus, por lo que Isabel I no fue la única víctima de los productos de belleza de la época, otras personas de su corte también usaban maquillaje altamente tóxico para alcanzar los estándares de la Corona.

“La mujer isabelina ideal tenía ojos brillantes y separados, piel blanca como la nieve, mejillas sonrosadas, labios rojos y cabello rubio. La piel pálida era un signo de nobleza, riqueza y delicadeza y era algo buscado por muchos”, se lee en Eduindex .

De acuerdo con World History Encyclopedia , Isabel I reinó de 1558 a 1603, fue una época llena de acontecimientos importantes por lo que la segunda mitad del siglo XVI se le conoce como la época isabelina, considerada también como una “edad de oro” para Inglaterra.

reina Isabel I

Aunque tal vez te suene el nombre de la reina Isabel I como predecesora y de algún parentesco con la reina Isabel II, lo cierto es que aunque el reinado de ambas abarcó bastantes años, no tienen un vínculo de sangre . A la madre del actual rey Carlos III, se le agregó el número romano II, porque no fue la primera con ese nombre que gobernó Gran Bretaña.

La verdadera razón por la que Isabel I de Inglaterra comenzó a usar maquillaje

Si bien, en el uso de maquillaje todo era cuestión de estatus, en la época isabelina contribuyó enormemente al fenómeno cultural de “veneración de la propia reina como una figura semidivina”, se menciona en World History Encyclopedia.

Se le llegó a comprar con Artemisa, la diosa cazadora virgen de la antigüedad y en los espectáculos se le relacionaba con “la belleza perfecta”.

Isabel I fue una gran mercadóloga de su imagen en aquella época, sabía la importancia que tenía, por lo que en sus años de reinado siempre la cultivó dedicándose tiempo en colocarse majestuosos vestidos, collares extravagantes, adornos de joyería, múltiples pelucas y gruesas capas de maquillaje.

No obstante, el maquillaje lo comenzó a usar con más ahínco después de que vivió en carne propia la enfermedad de la viruela en 1562.

De acuerdo con The Mirror, el ataque de viruela le dejó serías secuelas que afectaron su venerada imagen con zonas calvas en la cabeza y cicatrices por toda la cara. De ahí que contó con una enorme colección de pelucas y se hiciera adicta al maquillaje.

Presa de su etérea imagen, la reina prohibió en 1563, la producción de retratos no oficiales.

Retrato Elizabeth I

El maquillaje tóxico con plomo de Isabel I

La apariencia de Isabel I se debía seguir construyendo de un modo u otro y la mejor opción para su época fue abusar del maquillaje, que hoy en día sería considerado extremadamente peligroso para la salud.

Ansiosa por cubrir las imperfecciones que le dejó la viruela, Isabel I recurrió a la cerusa veneciana, un cosmético blanqueador de piel popular en el siglo XVI, compuesto de plomo y vinagre, que se aplicaba en todo el rostro y el cuello.

National Geographic detalla que el uso de plomo en los productos cosméticos era perjudicial para el cuerpo humano y no solo causaba envenenamiento por plomo, también dañaba la piel, propiciaba la pérdida de cabello y, en casos extremos, causaba la muerte.

Como habrás podido darte cuenta, el uso del maquillaje con plomo de Isabel I hizo empeorar más la deteriorada piel de su rostro, y para cubrirlo aplicaba una capa aún más gruesa. Incluso, se dice que su maquillaje llegó a tener más de dos centímetros de espesor en los últimos años de vida.

Lo peor es que Isabel I se maquillaba una vez a la semana, de esta manera, los tóxicos la acompañaron en su día a día, y cuando quitaba la capa gruesa de maquillaje, lo hacía con una mezcla de cáscaras de huevo, alumbre y mercurio. Otro problema más.

El mercurio le causó no solo pérdida de memoria, también irritabilidad y depresión.

Una de las múltiples teorías es que la combinación de plomo y mercurio acabaron con su piel y su salud.

Reina Isabel I en coronación
agosto 10, 2022 06:35 PM • 4 minutos de lectura

El historiador Sir Roy Strong señaló el término: “La máscara de la juventud”, para referirse a la apariencia de la reina Isabel I de Inglaterra en sus últimos retratos oficiales. El legado de Isabel I perdura no solo por sus logros políticos, sino también por su concepto de belleza, una imagen conseguida a un precio sumamente alto.

Suscríbete aquí a nuestro Newsletter para que estés al día con nuestros contenidos

X