Mujer contra mujer
En 1654, Cristina de Suecia, soberana sueca, y quien fue conocida, entre otras cosas, por su bisexualidad, presentó su abdicación, pues se negaba a contraer matrimonio con un hombre y a darle un heredero a la nación, como las leyes dictaban. Las leyendas populares afirman que estaba perdidamente enamorada de Ebba Sparre, su amiga íntima y amante. Pero todo ese amor no fue suficiente, pues Ebba acabó dejándola para casarse con otro aristócrata, Jakob Kasimir De la Gardie. ¡Nadie sabe para quién trabaja!
Matrimonio en pausa
La princesa Mako de Japón, nieta mayor del emperador Akihito, renunció al trono para poder casarse con Kei Komuro, un plebeyo, abogado de profesión. La pareja se conoció en 2012, en la Universidad Cristiana de Tokio. La pérdida de los derechos dinásticos y de sus funciones como representante oficial de la nación se hará efectiva en cuanto la pareja sea declarada marido y mujer. Los novios habían programado la boda para marzo del año pasado, pero ésta fue pospuesta para 2020 y ahora, en pleno 2021 sigue siendo incierto, pues la familia de Mako le ha pedido a Kei solucionar los problemas económicos de su familia. Después del transcurso del año, la princesa logró su cometido y perdió de forma definitiva su título pues el 26 de octubre se dio a conocer que la pareja se casó, concretando así la salida de Mako de la familia imperial japonesa.
Amor en silencio
En enero, Mohamed V de Kelantan renunció sorpresivamente al trono de Malasia. ¿La razón oficial? Problemas de salud. Después comenzaron a circular videos de la boda secreta del monarca de 49 años con Miss Moscú 2015, Rihana Oksana Voevodina, de 25. El enlace se llevó a cabo en noviembre de 2018 y las malas lenguas dicen que Mohamed fue obligado a renunciar a su puesto, pues es mal visto que un sultán esté casado con una reina de belleza. Por su parte, Oksana bajó de sus redes sociales todas las imágenes sensuales que tenía, y ahora mantiene un perfil bajo. Sin embargo, a pesar de la secrecía y de renunciar a su título, el matrimonio tuvo una corta duración y para julio de 2019 la pareja se divorció.
Trágico adiós
En 2002, Johan Friso de Holanda era el segundo en la línea de sucesión para acceder al trono de su país, pero renunció a sus derechos para comprometerse con su novia, Mabel Wisse Smit. La pareja se casó en 2004, él dejó de formar parte de la Casa Real y perdió el título de príncipe de los Países Bajos, aunque mantuvo los de príncipe de Orange-Nassau y conde de Amsberg. Tuvieron dos hijas, las condesas Luana y Zaria. En 2012, mientras esquiaba, Johan sufrió un accidente que lo dejó en coma hasta su muerte, el año siguiente.
Sin corona, pero feliz
En octubre de 2018, la princesa Ayako de Japón, contrajo matrimonio con el financiero Kei Moriya, empleado de una compañía naviera; sin importarle que la ley que rige la casa imperial nipona obliga a las mujeres (pero no a los hombres) a perder sus títulos si contraen matrimonio con plebeyos. Tras renunciar a éste, la hija del fallecido príncipe Norihito Takamado, primo del emperador Akihito, dejó de formar parte de la familia imperial, aunque le otorgaron una compensación económica de casi un millón de dólares.
Adiós, trono; hola, cuernos
En 1936, Edward VIII de Reino Unido le hizo saber a la corte que deseaba casarse con la actriz Wallis Simpson (norteamericana divorciada en dos ocasiones). Como era de esperarse, todos se opusieron, pues alegaban que el pueblo rechazaría a la artista como reina. Con 11 meses de reinado, Edward abdicó, se fue a vivir con Wallis a Austria y luego a Francia, y fueron nombrados duques de Windsor. Se convirtió en el Rey con menos días al frente de la corona inglesa y padeció las infidelidades de su esposa.
Más vale pedir perdón
En julio de 2014, Amadeo, sobrino del rey Philippe de Bélgica, se casó con la pe- riodista y aristócrata italiana Elisabetta Rosboch von Wolkenstein. La boda se llevó a cabo en la Basílica de Santa María en Trastevere, de Roma, en presencia del Rey y de toda la familia real. Pero a raíz del enlace, Amadeo perdió sus derechos a la línea de sucesión al trono, porque no le pidió permiso a su tío para casarse, como está señalado en el artículo 85 de la Constitución belga, ¡aunque el monarca asistió a la ceremonia! En septiembre de 2015, Amadeo pidió el consentimiento “tardío” de su matrimonio a Philippe, quien aceptó la solicitud; así, recuperó su orden de sucesión (19) y sus títulos nobiliarios, siendo nombrado de nuevo archiduque de Austria-Este y príncipe de Bélgica.
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