El subirse a un avión requiere muchas medidas de precaución para evitar incidentes, si bien, es la forma más segura de viajar en el presente, las condiciones que se requieren para que este vehículo pueda volar sin poner en peligro la vida de los pasajeros son bastante rigurosas. Esto implica que existan muchos objetos que no deben ingresar al avión de una forma o de otra, y en algunos casos podrían parecer esenciales en cierto tipo de traslados, como sucede con las baterías portátiles.
Estas no solo incluyen las famosas powerbanks, pero también suman las incluidas en ciertos equipos como laptops o, incluso, sillas de ruedas eléctricas. Esto se debe a que estas baterías corren el riesgo de sobrecalentarse dentro del avión, provocando un potencial incendio, que podría tener contacto con material inflamable, como una lata de spray para el cabello, causando una potente explosión.

Aunque esto parezca improbable, la realidad es que la situación puede ocurrir con mucha facilidad, además que el fuego provocado por el litio que alimenta estas fuentes de poder no se puede apagar por medio de los sistemas de extinción de incendios del avión. Esto es causado por un efecto conocido como “fuga térmica”, de acuerdo al comunicado emitido por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos .
La fuga térmica puede producirse sin previo aviso como resultado de diversos factores, como que la batería esté dañada, sobrecalentada, expuesta al agua, sobrecargada o mal embalada. La fuga térmica también puede producirse por sí solo debido a defectos de fabricación.

Este efecto ocurre cuando un incremento en la temperatura acelera y libera energía que, a su vez, libera aún más energía, provocando resultados catastróficos. Cabe destacar que, en la actualidad, puedes abordar con equipos que sean alimentados por baterías de litio dentro de tu equipaje de mano, sin embargo, estos electrodomésticos no pueden ser documentados, además que estas deben cumplir con las medidas de seguridad adecuadas.
Las baterías de litio deben someterse a pruebas de seguridad, todas las baterías de iones de litio son capaces de sobrecalentarse y sufrir un proceso denominado fuga térmica.
De acuerdo a la documentación de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos , si la batería se encuentra en cabina, es mucho más sencillo controlar el incendio, pues en la parte superior, la presión no complica la extinción del fuego, que puede mitigarse con agua.

Lo más importante para trasladar electrónicos en un vuelo de avión es asegurarte de que estos estén en condiciones de brindar un viaje seguro y notificar a la tripulación sobre cualquier problema, especialmente si te das cuenta de que la batería portátil se está sobrecalentando. Cabe destacar que estas deben estar bien empacadas y en buen estado para hacer del viaje uno más seguro.
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