La tecnología ha evolucionado, revolucionado el mundo y la forma en que vivimos. Incluso, ha cambiado la manera en que concebimos y habitamos los espacios, lo que representa un reto para la arquitectura que se mantiene en constante movimiento.
Hasta hace poco más de 30 años, los planos eran trazados a mano y las maquetas se armaban como una conceptualización inherente del diseño, hoy en día, softwares como AutoCAD, Revit o Rhino ayudan a los arquitectos a plasmar sus ideas, y las maquetas se hacen prescindibles.
Antes tenías que dibujar a mano, los renders eran unas perspectivas por las que tenías que hablarle a un acuarelista, había nada más tres en México y siempre estaban ocupados, por lo que se tardaban tres semanas en hacer una vista de cómo sería el proyecto. Todo eso ha cambiado.
La principal virtud que yo veo [al usar programas] es que casi puedes construir el edificio virtualmente antes de construirlo realmente. Somos de los pocos despachos que mantenemos maquetas, muchos despachos, sobre todo los más jóvenes, ya no hacen maquetas, o las hacen cuando las pide un cliente o para ventas, pero ya no es parte del proceso de diseño.
“Creo que es un error [no tomarlas en cuenta] o será que soy un poco nostálgico y me siguen gustando las maquetas, asomarte y verlas, pero sí se ha reducido la necesidad de maquetas porque lo ves ahora en la computadora”, sostiene Víctor Legorreta.
Hablando de construir edificios de manera virtual antes de construirlos, para Legorreta el resultado más importante sobre el uso de la tecnología en la arquitectura es que se pueden crear, modificar y visualizar proyectos de manera más eficiente, donde los arquitectos pueden experimentar con las formas, materiales e inclusive, hacer una simulación con la luz y mucho más.
“Te puedes meter por todos lados, hacer recorridos por dentro y por fuera, le puedes cambiar el color, el material… En teoría, deberíamos estar haciendo mejores edificios porque [con las herramientas digitales] puedes probar. En la parte más avanzada de planos, modelas todos los detalles: el aire acondicionado, los ductos eléctricos, la iluminación, y cuando hay un conflicto que dices: ‘¡ay la estructura!, me he pasado una trabe donde está el ducto’. Entonces, te das cuenta de que tenías un problema antes de construir”.
Otro problema que se puede minimizar antes de construir un proyecto con ayuda de la tecnología es que se puede saber exactamente qué cantidad de material se requiere y en caso de que supere el presupuesto, se pueden hacer modificaciones a fin de ofrecer la mejor solución.
La tecnología es una herramienta que ayuda a resolver conflictos y enriquece la visión del arquitecto, sin embargo, con la llegada de la Inteligencia Artificial y su creciente uso, ¿representa un nuevo desafío para la arquitectura?
“Ahora que está empezando todo sobre la IA, sin duda va a cambiar. Yo no creo que se termine la arquitectura… El otro día un amigo hizo el ensayo y me preguntó: ‘¿qué estás haciendo’, le respondí: ‘un hotel en el desierto en Los Cabos’, le dije como era y me saca un render, pero obviamente cuando te pones a ver, pues no funciona, no tiene esa parte humana. Creo que el arquitecto, el ser humano, siempre debe ser el líder”.
De ahí la imperiosa necesidad de reforzar la idea sobre que los arquitectos siguen siendo seres humanos, aún cuando usen la tecnología en su favor, como una herramienta más para su labor. Son personas que tienen sentimientos y emociones, dos cosas contra las cuales los avances tecnológicos no tienen cómo ganar.
Una buena obra, es una mezcla entre el cliente y el arquitecto, entonces tú tienes que entender al cliente cómo es, qué piensa. [La Inteligencia Artificial] en la técnica, no te ayuda.
En paralelo, la tecnología también ha llevado a una creciente demanda de edificios y casas inteligentes. Esa afición por estar siempre conectados hace que se piense en construcciones que respondan a las necesidades humanas, convirtiendo espacios simples en acogedores lugares para pasar el tiempo con una atmósfera única.
Muestra de ello son los hoteles , cafeterías y algunas tiendas que no solo han adoptado estas adecuaciones como una nueva tendencia en arquitectura y diseño de interiores, sino que lo han convertido en toda una experiencia mercadológica. En algunos casos, las construcciones interactúan de forma autónoma con el entorno apostando por la sustentabilidad.
Además, los edificios más modernos están incorporando elementos tecnológicos visibles, tal como sucede con la Torre BBVA de la CDMX, un proyecto que combina tecnología, arquitectura y sostenibilidad, para el que Víctor Legorreta colaboró con el arquitecto vanguardista inglés Richard Rogers.
La estructura ligera del edificio de 53 pisos ubicado en Paseo de la Reforma es sinónimo del futuro de la arquitectura, es decir, construcciones más ligeras, tecnológicas, visualmente atractivas y amigables con el medio ambiente.
“La Torre Bancomer, durante 9 meses al año no usa aire acondicionado, nada más ventilan, en parte por esta doble fachada, el vidrio que escogimos… Tiene certificaciones de ecología [como la Certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés]), por ejemplo, la fachada la estudiamos para proteger del Sol, se recicla el agua [(cuenta con sistema de captación de agua pluvial y reutilización de aguas residuales, lo que reduce su consumo en un 80%])… Son una serie de elementos que se consideran durante el proyecto y cuando se construye para que sea sustentable”.
Su iluminación consta por completo de focos LED, la cual, además de darle una función estética, se convierte en un gran medio de comunicación al mostrar mensajes o adaptarse a diferentes fechas y eventos especiales.
La tecnología es apasionante, es algo que nos gusta abrazar e ir a la vanguardia, pero a fin de cuentas, nunca olvidemos que lo importante es el ser humano. Para mí, la tecnología debe estar siempre al servicio del ser humano y de ser más felices, de ser mejores humanos y no al revés. Creo que en la arquitectura debemos estar haciendo edificios donde la gente sea más feliz y no necesariamente monumentos a la tecnología.
Acerca de Legorreta:
Desde 1965, Legorreta ha creado la mejor arquitectura inspirada en los valores humanos. Su arquitectura destaca las raíces mexicanas, al mismo tiempo que explora nuevos caminos de diseño, aprovechando las nuevas tecnologías.
A lo largo de su historia ha desarrollado proyectos para distintas instituciones alrededor del mundo, como son las universidades de Stanford, UCLA, Chicago, ITESM, la Universidad Americana en El Cairo y 4 edificios para la UHBK en Qatar; así como el Papalote Museo del Niño, el Museo de Ciencia e Historia en Fort Worth, entre muchas otras.
Fundada por Ricardo Legorreta, Noé Castro y Carlos Vargas Sr., en la actualidad es dirigida por Víctor Legorreta, como Socio, Director General y de Diseño, apoyándose en dos socios: Miguel Almaraz, Director de Proyectos; y Miguel Alatriste, Director Administrativo y de Nuevos Proyectos.
Contacto:
Palacio de Versalles 285-A, Col. Lomas de Reforma, Del. Miguel Hidalgo, C.P. 11930, Ciudad de México, México.
5552.519.698
info@legorreta.org.mx
https://www.legorreta.mx
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