La música es un lenguaje universal, capaz de transmitir y provocar emociones sin importar el idioma. A pesar de que es un medio principalmente sonoro, existen formas en las que las personas sordas puedan disfrutarla incluso en conciertos de gran envergadura como el Corona Capital.
La Fundación Ocesa, de la mano de Alas de las Artes han creado el Proyecto Vibra, un programa de labor social que le permite a las personas sordas acudir a diferentes espectáculos y poder disfrutarlos sin ninguna limitante, con la ayuda de unos chalecos que vibran al ritmo de las frecuencias del sonido, así como de intérpretes que en lengua de señas traducen en tiempo real todo el concierto.
En entrevista con Karla Pérez-Gil del Valle, gerente de Fundación Ocesa, nos cuenta que se inspiraron en la gira de de Coldplay, que durante su paso por México trajo unos chalecos especiales especialmente para las personas con alguna discapacidad auditiva que asistían, además de intérpretes en el escenario.
Cuando vimos el impacto, dijimos: tenemos que tenerlo de base.
Y así fue, pues a un año de la gira de Coldplay, Fundación Ocesa ahora tiene la capacidad de hacer lo mismo, con la diferencia, explica Pérez-Gil del Valle, que los chalecos que la Fundación Ocesa adquirió son de una nueva generación que tienen tres sensores en la espalda, dos en el pecho y dos en cadera, creando una experiencia mucho más completa, en sus palabras “te abraza la experiencia”.
Nosotros los oyentes sabemos lo que es sentir una vibración cuando te acercas a una bocina, pero en realidad lo único que sentimos son los bajos, [con los chalecos también] hay medios y agudos, incluso sientes cuando entra la voz.
Sin embargo, Karla apunta a que lo que completa la experiencia y la convierte en una inmersiva es la interpretación de Lengua de Señas Mexicana, en la que las intérpretes traducen la letra, pero también emiten la emoción del artista.
Solo que hacer la interpretación no es un trabajo tan sencillo como podría parecer. Alex Gallardo, director de Alas de las Artes y también maestro de canto, explicó que es un montón de trabajo, pues implica una investigación previa, conocer el ritmo de la música, además de que implica “traducir primero en inglés, luego la pasas a español, luego la pasas a lengua de señas, [es decir] tres idiomas, es mucho trabajo”.
@central_mx Fuimos con Alas de las Artes y Fundación Ocesa a conocer como hacen los festivales de música más incluyentes con estos chalecos. #conciertos #inclusion #arte #musica ♬ Just Like Heaven - The Cure
¿Cómo funcionan los chalecos?
La forma en la que estos chalecos pueden vibrar parte de una señal que se envía por línea a una consola en la Cavanna designada para la experiencia. A su vez, la antena emisora distribuye la mezcla musical directamente a los chalecos, la razón por la cual se puede sentir la vibración de todas las frecuencias (bajos, medios y agudos), así como los diferentes instrumentos, incluida la voz.
El uso de esta antena asegura que no exista ningún tipo de interferencia como las señales de radio, celulares o la propia estructura de los escenarios.
La experiencia de un chaleco sonoro: una conexión con el arte
Gallardo cuenta su experiencia con los chalecos, equiparándolo con la sensación al jugar videojuegos, cuando el control vibra, sólo que se siente en todo el cuerpo.
Super emocionante, primero lo que sentí fue un impacto de ‘uy qué es esto’, un shock, y después se fue transformando, en sentirlo padrísimo, porque conectas con el ritmo. Se siente la batería aquí, de este lado, acá abajo, se siente el bajo, la guitarra. Entonces, descubres toda la sensación. Estoy muy feliz.
Gallardo, también relata que uno de los beneficios es cómo este tipo de iniciativas ayudan a que los sordos puedan sentir una conexión con el arte, y que el uso de los chalecos y los intérpretes “nos ayudan, está padrísimo, como que expanden nuestras ideas, nuestra mente”.
Ernesto Escobedo, un asistente que ha tenido la oportunidad de probar estos chalecos más la interpretación cuenta que “Empiezas a conectar, entiendes mucho mejor porque sientes el ruido, las sensaciones, todo todo está vibrando, y es confuso, pero cuando está el intérprete ya se conecta”.
Asimismo, en Revista Central, le preguntamos que a su parecer qué haría falta o le gustaría que existiera para amplificar su experiencia, a lo cual nos contó que para él el siguiente paso sería incluir a un intérprete de lengua de señas en pantalla, o que los sensores tengan sensores en las piernas, o el uso del visual vernacular, que es un estilo de narración que hace uso de otras expresiones como la mímica, expresiones faciales y hasta de otras personas para completar la expresión de aquello que se está experimentando.
¿Cómo vivir la experiencia de Proyecto Vibra?
Alex Gallardo explica que la convocatoria suele realizarse a través del Facebook de la asociación, mientras que a algunos sordos se les avisa directamente y se difunde de forma oral.
Por su parte, Karla Pérez-Gil del Valle explica que hasta ahora cuentan con 10 chalecos, pero han adquirido 15 más para darle la oportunidad a más personas de vivir esta experiencia.
Así es como Fundación Ocesa convierte sus eventos como el Corona Capital aún más incluyentes, y provee de oportunidades que nos ayudan a repensar e imaginar más eventos donde todos podamos disfrutar por igual.
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