De tamaño pequeño, pero de grandes posibilidades, el tamagotchi fue para muchos más que un simple juguete. Se trató de una mascota con tanta importancia que cualquier otra de carne y hueso; su muerte podía provocar gran tristeza y traumas, y también ayudó a revolucionar el mundo de los videojuegos casi de forma inadvertida.
La historia del tamagotchi
El tamagotchi tiene su origen en Japón , cuando Akihiro Yokoi tuvo un momento de inspiración que lo llevó a proponerle a Badai, una empresa de juguetes, este pequeño juguete que vendió más de 82 de millones de unidades en todo el mundo y que aún tiene coleccionistas que cuidan a sus mascotas.
Específicamente, en 1996, Akihiro Yokoi y Aki Maita crearon el tamagotchi que hoy conocemos y lo lanzaron al mercado entre dudas de los vendedores y distribuidores de juguetes.
Originalmente el tamagotchi había sido pensado para funcionar en forma de reloj, pero pronto su diseño casi como un huevo y con una cadena dominaría el mundo. Ahora existen más de 40 versiones de tamagotchis de tamaños y colores diferentes, sin mencionar que Bandai realizó algunos cambios menores a la dinámica de juego para los tamagotchis vendidos en Estados Unidos, como el proceso de la muerte del tamagotchi.
El impacto de este juguete fue tal que para 1997, Yokoi y Maita ganaron un Premio Nobel IG, que es una celebración satírica de los premios Nobel originales que premian a los avances tecnológicos y científicos inusuales. En ese sentido, los creadores fueron reconocidos por “convertir millones de horas de trabajo en tiempo perdido cuidando mascotas virtuales”.
Asimismo, la popularidad del tamagotchi fue tal que las tiendas de juguetes se terminaban su stock en cuestión de días, y las personas acampaban frente a las tiendas para poder comprar una unidad una vez fueran resurtidas.
El gameplay del tamagotchi
Detrás de la magia de esta mascota virtual está un modo de juego bastante simple que demanda la atención del jugador en tiempo real.
Al igual que una mascota en la vida real, el tamagotchi requería de atenciones, por lo que llamaría la atención de su dueño con un sonido. Las formas de cuidarlo eran alimentarlo, jugar minijuegos con él para mantenerlo feliz, limpiar su espacio y apagar o prender la luz de su cuarto. De acuerdo al nivel de cuidado y atención que la mascota virtual recibiera, sería su personalidad… y una de las características más importantes fue que la mascota podía morir en caso de un mal cuidado o de vejez.
En pocas palabras, era un juego que visto más allá del entretenimiento, reflejaba las consecuencias de tus acciones, y aunque fue criticado debido a las reacciones de tristeza que provocaba la muerte de un tamagotchi, finalmente se trató de una emoción propia de cualquier adulto.
En el caso de su muerte específicamente, el juego cambiaba según la región del mundo. Si bien en la versión japonesa su muerte incluía una pequeña animación de una tumba típica de la cultura, en las versiones de los estadounidenses fue cambiado por un angel. Lo que demostraba cuán importante era el mercado occidental para Bandai.
Por otro lado, el paso del tiempo y la innovación tecnológica ha dotado del tamagotchi de nuevas funcionalidades y características. De tal modo hay algunos que cuentan con cámaras, sus pantallas han mejorado, el departamento donde vive el tamagotchi puede ser editado y hasta se puede jugar con otras personas en línea.
Aunque frente a toda innovación dos cosas persisten: su forma de huevo y sus botones para cuidar de la mascota.
¿Cómo el tamagotchi cambió los juegos?
Detrás del éxito rotundo del tamagotchi se encuentra, según Bandai, el instinto humano de cuidar a los demás, lo que hizo que niños y grandes en todo el mundo optaran por cuidar de sus mascotas virtuales y tener sentimientos relacionados con la pérdida de ésta.
El sentido de responsabilidad, la conexión emocional y el juego en tiempo real son algunas de las cosas que presentó el tamagotchi y que ayudaron a empezar a moldear cómo se desarrollan los juegos y videojuegos de la actualidad.
Ahora no es para nada raro la existencia de videojuegos que nunca se terminan y que tampoco se pueden pausar, y que, así como lo hizo el tamagotchi, se hacen de la atención de sus jugadores casi de forma obsesiva, como puede ser World of Warcraft, un videojuego de rol multijugador masivo en línea.
Del mismo modo, era el primer acercamiento de muchos a lo que podría ser la realidad virtual, y que ahora se puede ver reflejado en todo tipo de videojuegos de consola o de celular en los que puedes cuidar también de mascotas virtuales, pero también construir ciudades, hacer amigos, diseñar tu isla, entre otras más, como podrían ser los casos de Animal Crossing o Sims.
Otro aspecto a considerar que este simple juguete cambió en la industria fue el de la preconcepción de los roles de género y lo que el modo de juego ofrece. En otras palabras, el tamagotchi originalmente fue mercadeado principalmente para las niñas y adolescentes, en consonancia con el papel de cuidadora que una mujer típicamente tiene; no obstante, fue popular entre niños y niñas. Aunque es un tanto irónico, este sería uno de los primeros juegos digitales que serían pensados para las niñas, en un tiempo en el que las consolas y otros juegos eran dirigidos a los niños.
Sea por nostalgia o por todo lo que representa, el tamagotchi tiene su lugar merecido en la historia de los juegos y de la tecnología a favor del entretenimiento, que actualmente a más de 20 años de su lanzamiento sigue vendiendo unidades y las personas siguen cuidando de sus mascotas virtuales.
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