Redacción: Central
1. Perdonar no te hace débil, ni nada por el estilo
Por lo regular las infidelidades son el reflejo de un conflicto que va mucho más allá del mero hecho de estar con otra persona. Sólo tú sabes si estás listo para trabajar en los problemas de origen para pulir tu relación de pareja o la traición fue tan grave que no hay marcha atrás.
2. Expresa tus sentimientos, no te los guardes
No tienes que mantener en secreto lo que te pasó. Muchos lo suelen hacer porque se sienten humillados y, en cierto modo, responsables, así como juzgados si deciden perdonar al otro. Pero es parte del alivio platicarlo, ya sea con tu mejor amiga, psicólogo o uno de tus padres. No es que sea una obligación, pero si sientes la necesidad de exteriorizarlo, hazlo.
3. No stalkearás
Inclusive cuando no nos han puesto el cuerno, es bastante probable que en las redes sociales terminemos analizando cada centímetro de la pareja anterior de nuestro novio. Pero esto no es nada sano, mucho menos si alguien te engañó y descubres quién fue la tentación. Lo mejor es poner distancia en redes sociales y no traumarte, ya que no eligieron a la otra persona porque fuera mejor que tú o porque tuviera lo que a ti te hace falta, precisamente. Y si así fuera, no es tu problema sino el de quien buscó la peor salida en vez de hablar las cosas.