Recientemente, surgió evidencia que señala que utilizar cubrebocas, mantener una sana distancia y lavarse las manos frecuentemente no son medidas de prevención suficientes para evitar la propagación del coronavirus.
Se dio a conocer que la exposición en lugares cerrados al virus que causa COVID-19 está relacionada con la posibilidad de contagiarse, es decir, mientras más tiempo se pase en sitios como oficinas, escuelas y tiendas, el riesgo de enfermar es mayor.
Esto fue planteado por el inmunólogo Erin Bromage, quien planteó la ecuación infección = exposición al virus x tiempo. Esto se explica debido a que los contagios ocurren al estar en contacto con determinada cantidad de partículas virales.
Así que aunque estés en un espacio en el que haya virus, si pasas poco tiempo allí, no respirarás la dosis infecciosa que provoca el contagio, a diferencia de alguien que pase todo el día expuesto al virus debido a su trabajo, por ejemplo.
También importa la actividad que se realice en dicho entorno, pues cuando la gente infectada canta o habla en voz alta, expulsa una mayor cantidad de virus, lo que hace que existan más partículas en el aire y aumente el riesgo de contagio para el resto de los presentes.