Es una realidad: la actual situación mundial de incertidumbre y confinamiento provocada por la pandemia de COVID-19 ha afectado de forma significativa la vida de millones de personas a un nivel en el que ni dormir puede aliviar emociones como el miedo y la angustia, o sensaciones como el estrés y la ansiedad.
Según un artículo publicdo en AP News , investigadores y expertos encargados de estudios de tipo social y psicológico relacionados con los efectos de la cuarentena y la sobreexposición a noticias relacionadas con el Coronavirus, el mundo está experimentando una crisis de “pesadillas colectivas” y, si bien no todas están relacionadas con el tema específico del COVID-19, es cierto que, como todo material del subconsciente, empieza a revelar lo que de forma individual nos molesta ante esta situación: nuestros miedos más profundos están quedando al descubierto en medio de la cuarentena, y esto parece ser un fenómeno mundial.
Los reportes de investigadores de Harvard sobre el tema indican que el promedio de las pesadillas tiene que ver con pérdidas –de cualquier tipo– con un sentimiento de falta de control o con situaciones que revelan miedo a la soledad.
Dado que se trata de estudios aún en desarrollo, no queda sino recurrir a técnicas básicas de relajación para reducir los niveles de estrés y ansiedad –como la meditación, la actividad física en casa y el ordenamiento de ideas y quehaceres–, así como hacer un trabajo interno de reflexión para darle una lectura a lo que estamos soñando. Quizá esta sea una oportunidad para escuchar hablar a una parte de nosotros que habíamos silenciado.
¿Has tenido más pesadillas de lo normal en las últimas semanas? ¿Las recuerdas? Cuéntanos.
Te recomendamos leer:
-Que el miedo no te impida respirar
-Consejos para el encierro –de alguien que pasó un año solo, en el espacio
- Personas extrovertidas en cuarentena: cómo soportar el aislamiento