El miedo, el estrés, los cambios en la rutina, la falta de ejercicio y pasar todo el día en casa son factores que pueden provocar problemas en el sueño, haciendo que te cueste trabajo dormir, lo hagas menos tiempo o en horario inadecuados, descanses poco o despiertes constantemente a lo largo de la noche.
Esto alteran un ciclo que es muy delicado, muchas veces difícil de regularizar y súper importante para tu bienestar, por lo que es importante evitar que suceda o, si ya lo estás viviendo, tomar cartas en el asunto inmediatamente.
A continuación te dejamos algunos consejos para que tengas dulces sueños.
Mantén una rutina
Parece absurdo cuando vas a estar en casa todo el día por varios días más, pero seguir un ritmo ayudará a que el sueño se mantenga normal. Báñate, vístete, come y realiza tus actividades diarias como lo hacías antes de estar en confinamiento o determina el orden y la forma adecuados ¡y olvídate de estar todo el tiempo en pijama!
Sigue tus horarios de sueño
Con la situación actual, es tentador quedarse despierto un poco más y despertar tarde, ya que puedes arreglar las cosas para que eso no afecte tus deberes, pero para lograr la higiene del sueño, es indispensable acostarse y levantarse a la misma hora. Intenta ser lo más disciplinado posible en este aspecto.
Come puntualmente
Los momentos en que ingerimos alimentos también dictan la manera en que nuestro cuerpo y mente funcionan, por lo que mantener los horarios en los que acostumbras comer habitualmente o establecer unos mejores, en caso de que estuvieras fallando en ese aspecto, te llevará por el rumbo correcto.
Busca la luz del sol
Aprovecha el jardín, la terraza, el balcón o hasta una ventana para asolearte por unos minutos durante la mañana. Esto es fundamental para que el cerebro sepa que el día ha comenzado y calcule el momento en que debe dormir, además de que tu organismo funcione adecuadamente.
Actívate durante el día
Si tu agenda está saturada por las noches, tu mente y cuerpo seguirán funcionando al máximo sin parar. Lo más recomendable es trabajar, estudiar, realizar las labores de la casa, hacer ejercicio y entretenernos durante el tiempo que haya luz solar, para que después del anochecer, puedas prepararte para dormir.
Ejercítate… por la mañana
Recuerda la importancia de las actividades físicas. Y aunque la cuarentena ha limitado las opciones que tenemos, existen muchas rutinas para seguir en casa. Esto te hará gastar energía, para que, llegada la noche, sientas cansancio y ganas de dormir; además, te permitirá mantener un estilo de vida saludable tan necesario en estos tiempos. Ten presente que lo aconsejable es que las realices en la mañana.
Organiza tus tareas
Trata de que la mayor parte de tus labores y las más pesadas estén concentradas en la mañana y las primeras horas de la tarde. El resto de la tarde debe tener actividades, pero con menor ritmo. Finalmente, la noche queda para el descanso.
La luz artificial y los aparatos
Asegúrate de que mientras se termina el día, comiences a bajar el volumen de los aparatos, reduzcas la intensidad de las luces y dejes de usar computadoras, tabletas y celulares, pues la luz que emiten es perjudicial para el sueño.
Cuidado con lo que tomas
Por la tarde y la noche, evita tomar café, té y otras bebidas que podrían estimularte e interferir con los horarios de sueño que debes seguir.
Evita las siestas
Si duermes tarde, es comprensible que durante el día, sientas mucho sueño. La idea de tomar una siesta larga puede ser atractiva, pero esto solo te traerá un alivio temporal, ya que hará que por la noche, no tengas sueño y continúes con el ciclo negativo de dormir pasada la hora ideal.
Solo duerme en la cama
No veas series o películas, trabajes, leas o estudies ahí, ya que dejarás de relacionar la cama con dormir y tu mente y cuerpo seguirán activos al estar en esta.
Frena el miedo, la tristeza y la ansiedad
Es normal que los sucesos actuales afecten tu estado de ánimo, pero estos también pueden tener consecuencias negativas en el sueño. Para evitarlo, limita la cantidad de información que ves, escuchas o lees y aléjate un poco de las redes sociales. También procura poner tu atención en los aspectos positivos y sé realista en lugar enfocarte en las malas noticias o las posibilidades y pensamientos negativos, sobre todo cuando estás a punto de irte a la cama.
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