Por: María Velasco
Acondicionador: úsalo únicamente en las puntas, para hidratar. No abuses porque se verá seboso.
Brillo: un pelo brilloso es el principal objetivo de cualquiera: lógralo con mascarillas de miel de abeja y una buena alimentación.
Caspa: el enemigo de todo ser humano, sobre todo si te gusta vestir de negro. Ocasionada por la falta de humectación en el cuero cabelludo.
Decolorar: “el pelo vuelve a crecer” así que si quieres hacer algo radical, prueba decolorándolo. Ten en cuenta que lo va a dañar mucho y necesitarás más hidratación de lo normal.

Frizz: si te pasa como a Mónica de Friends, aplica algún aceite o producto contra el frizz y mantente alejada de la humedad.
Grosor: cada persona tiene diferente grosor capilar y dependiendo de éste es el cuidado.
Hidratación: la clave para lograr un pelo suave y sano. Las mascarillas son una buena fuente de hidratación capilar.
Ingredientes: ¿te has preguntado qué contienen los productos que usas? Entre más ingredientes naturales, mejor.
Jojoba: aceite maravilla proveniente del desierto de Sonora y el Mojave. Gran fuente de ceramidas, que reparan y humectan a profundidad.
Kardashians: si algo envidiamos de este clan, además de sus mansiones, es su pelo. ¿El secreto? Khloe y Kylie se comen diario dos Sugar Bear Vitamins. ¡A probarlas!
Longitud: entre más largo, menos nutrientes llegan a las puntas. Córtalo mínimo cada mes para retirar el pelo muerto. No hay nada peor que el pelo maltratado.
Monótono: Coco Chanel decía que una mujer que se cambiaba el pelo estaba a punto de cambiar su vida. ¡Atrévete! ¿Qué es lo peor que puede pasar.
Nutrición: una buena alimentación es clave para tener un pelo sano y fuerte. Come proteínas, grasas sanas y vitaminas para evitar la caída y ayudar al crecimiento.

Orzuela: la principal causa es la resequedad. Las secadoras, tintes, agua de mar y mala alimentación pueden tener algo que ver: elimínala con un buen corte.
Parabenos: químicos utilizados para extender la vida de algunos productos. Son tan peligrosos que ya están prohibidos en algunos países. Trata de evitarlos.
Queratina: proteína que se encuentra en el pelo. La gelatina ayuda a conservarla, también existen tratamientos ricos en queratina.
Rizos: el pelo chino normalmente es más seco que el lacio y por lo tanto se enreda más. Usa un peine doble para desenredar sin romper los chinos.
Shampoo: la oferta de este producto es cada vez más amplia: pruébalos hasta que te convenzas. Toma en cuenta tu tipo de pelo, grosor, longitud y necesidad (caspa, humectación, volumen).
Tinte: normalmente contienen muchos químicos pero cada vez hacen más tintes orgánicos para no maltratar el pelo. Una vez pintado, cuídalo con productos especializados que prolongan el color e hidratan de forma profunda.
UV rayos: el sol puede causar estragos en el pelo debilitando la cutícula capilar, lo cual lo seca y deja sin brillo. Existen productos para el pelo con protección UVA, perfectos para la playa.
Volumen: es difícil de conseguir, sobre todo cuando tienes poco pelo. Prueba con shampoos en seco o polvos como los de Schwarzkopf para aumentar el volumen.
Watts: secadoras, planchas, tenazas y tubos dañan el pelo. Para disminuir el deterioro, usa un protector de calor antes de peinarlo, además te facilita la chamba.
Xiomara: ¿qué es esto? ¿1990? Por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia te pongas gel en el pelo. ¡Jamás!
Yema de huevo: aunque se escuche asqueroso, la yema es una bomba de hidratación y brillo, úsala en tu próxima mascarilla casera.
Zote: si tienes el pelo graso, lávatelo cada quince días o una vez al mes con jabón Zote para eliminar la grasa.

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