Ingredientes:
1 manzana (de preferencia amarilla).
½ limón
1 cucharada de azúcar mascabado (puedes sustituirla por un sobre de tu endulzante favorito o una cucharada de edulcorante granulado).
¼ de cucharadita de canela.
100 gramos de harina de trigo.
50 gramos de copos de avena.
100 gramos de mantequilla.
75 gramos de azúcar (también puedes intercambiarla por 4 sobres de endulzante o 6 cucharadas de edulcorante granulado.
100 gramos de nueces.
1 pizca de sal.
Preparación:
Pela la manzana, quítale el corazón y pícala en cubos de, aproximadamente, medio centímetro.
Cuando esté lista ponla en un bowl pequeño, agrega el azúcar mascabado, la canela y el jugo del medio limón, mezcla bien y deja macerar.
Mientras esto sucede haz la parte panosa de la receta. Lo primero que tienes que hacer es picar en cubos pequeños la mantequilla, la cual debe estar muy fría.
Una vez tengas estos trozos ponlos en otro bowl y con ayuda de un tenedor incorpora con los demás ingredientes (azúcar, harina, avena y sal) hasta lograr una consistencia arenosa.
Cuando lo tengas listo añade las nueces, mezcla y estará listo el crumble.
En este momento prende el horno a 180ºC.
Para armar esta delicia lo único que debes hacer es poner una capa de la mezcla con mantequilla y harina en la base de un molde individual (de preferencia de cerámica).
Seguido de esto pon las manzanas que ya debieron reposar, por lo menos, 10 minutos.
Para terminar pon otro poco de estas migajas deliciosas y lleva al horno durante 8 a 10 minutos (o hasta que veas una capa dorada en la parte superior).
Acompaña con un delicioso te y si lo preparas como postre para la tarde pon encima una bola de helado de vainilla.