Por: Javier Matuk*
No es lo mismo leer lo que publica en Twitter la cuenta @realDonaldTrump que la cuenta @realDonaldTromp, como tampoco leer en Facebook lo que comparte la página de Aristegui Noticias que la de Carmen Aristegui/Noticias, por más que, en ambos casos, se tenga la misma imagen de perfil o incluso la misma descripción biográfica.
Estos perfiles apócrifos son sólo un ejemplo de las miles y miles de cuentas falsas que abundan en Internet, las cuales se dedican a compartir información no verificada y que sólo confunde a las personas que, sin leer o tomarse el tiempo para validar lo que ahí se afirma, deciden compartir con sus contactos a través de las múltiples herramientas a las que se tiene acceso, desde redes sociales hasta mensajeros instantáneos, en donde se puede transmitir un mensaje a cientos o miles de personas en cuestión de segundos.
Esta constante transmisión y retransmisión de mensajes falsos se ha convertido en un problema mundial, como fueron los casos durante las elecciones presidenciales en Estados Unidos o en las semanas previas a la votación del Brexit en el Reino Unido.
México
no es la excepción a esta fiebre mundial. Aquí hemos visto los casos de los saqueos en el Estado de México en las protestas por el gasolinazo o toda la información que circuló en Cancún después del ataque al centro nocturno Blue Parrot y los posteriores tiroteos que se dieron en distintos puntos de esa ciudad. En ambos casos circularon cadenas de WhatsApp y decenas de notas de supuestos medios de comunicación en donde, citando a fuentes sin verificar, se aseguraba que la situación empeoraría y que la ciudadanía estaba en riesgo. El colmo de estas situaciones fue cuando, para ilustrar el “vandalismo” en los saqueos en el Estado de México, se usaron imágenes de gente atacando establecimientos ¡en Medio Oriente!En todo este circular de información falsa hay alguien, o más bien algo, que desempeña un papel fundamental en la masificación de estos mensajes: los bots (término que viene de “robot” o autómata). Estos perfiles automatizados, operados de manera simultánea junto con otros cientos de cuentas similares, son los encargados de comenzar difundir contenidos apócrifos y posicionar el mensaje dentro de las tendencias para que, una vez en ese lugar, sean las cuentas reales las que se encarguen de difundir el mensaje pensando que es verídico y así circule por el disperso mundo de las redes sociales.
Todo este ir y venir de noticias falsas que ha inundando las redes sociales, y en muchos casos también los grandes medios de comunicación, demuestra que es una gran mentira la premisa que asegura que, entre más información se pueda consumir, más informada estará una persona.
Pareciera que en estos días de sobredosis de información las personas estamos cada vez más desinformadas, ya que nos limitamos a leer lo primero que se nos pone en frente sin validar o verificar la veracidad de esa noticia y, peor aún, la compartimos, lo que permite que ese contenido falso llegue a cada vez más y más personas.
Me parece que todos, como consumidores de Internet, deberíamos efectuar dos acciones clave: tomarnos el tiempo de verificar y tratar de comprobar los datos que leemos, y segunda, llevar a cabo un acto de honestidad y ver cuántas veces hemos caído en este mar de noticias falsas y ver qué tan bien, o mal, hemos actuado ante ellas. Creo que todos, al menos una vez, nos hemos creído alguna noticia falsa y… la hemos compartido.
Así que ya sabes, si en algún momento te encuentras con una nota, video, audio o cadena en tus redes sociales o tus mensajeros instantáneos, primero cerciórate de que sea información verídica y respaldada por un medio o institución antes de compartir, ya que de lo contrario estarás siendo víctima, y a la vez impulsor, de este mundialmente famoso fenómeno de las noticias falsas que tan popular se ha vuelto.
¿Cómo saber qué noticias son reales?No es necesario hacer una tesis doctoral para determinar, en pocos instantes, qué información es real y cuál mentira; basta con ver qué medio publica la noticia, a qué fuentes se le atribuye la información ahí publicada y qué tan inverosímil resulta el contenido. No porque algo se repita en “todos lados” quiere decir que es verdad.
En cuanto a los medios de comunicación en los cuales confiar, siempre hay que tener en mente su trayectoria histórica, su credibilidad y, por encima de cualquier cosa, verificar que sean los sitios y los perfiles de redes sociales auténticos. Este punto es particularmente importante debido a que hay muchos perfiles que, con el afán de confundir a los usuarios, utilizan nombres, colores, logos y diseños muy similares a los medios verificados.
Tips para filtrar información en FB, Instagram, Snapchat o Twitter
En general, es válido desconfiar de todo lo que veas en Internet creado por los usuarios, como los mensajes de audio enviados por WhatsApp que anuncian catástrofes, información “de muy arriba”, etc. Eso es sólo una pérdida de tiempo. Y por favor, no hay que difundirla entre los contactos porque no ayuda.
• Revisa en primera instancia que la “cuenta” haya sido verificada; normalmente se sabe por una pequeña paloma junto al nombre de usuario o nombre del sitio.
• Confronta la información que suben los usuarios con la publicada en los sitios de referencia o confiables para buscar, precisamente, la nota.Nuestra edición de marzo también está disponible a través de iPad .
*Director del portal
unocero.com
. Apasionado de la tecnología en todas sus presentaciones. Vive probando gadgets y todo lo nuevo dentro de este interesante mundo de los bits y bytes. También es colaborador de adn40.
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@jmatuk