Escritores, poetas y artistas han tratado durante siglos de capturar la esencia cautivadora de la dolce vita a lo largo de la costa de Amalfi, tan famosa por su encanto divino, que a través de las décadas sigue enamorando a viajeros y soñadores.
El bellísimo hotel Monastero Santa Rosa se encuentra en Conca dei Marini, el utópico pueblo pescador costero construido en las laderas del imponente Monte San Pancrazio con todos los motivos idílicos: puerto costero con pescadores, pequeña capilla, hermosa playa, iglesias en la ladera, cabañas de colores pastel y mar turquesa. Conca dei Marini, latín para “cuenca del mar”, es una de las alternativas tranquilas de la costa a la concurrida Positano y Amalfi, mientras que el Monastero Santa Rosa Hotel & Spa, era un conocido favorito de Jacqueline Kennedy, quien solía almorzar ahí cuando la familia Marcucci era dueña de este famoso hotel-castillo en Italia.
La mejor manera de conocer Conca es escalar el Monte San Pancrazio a través de una de las escaleras excavadas en la roca que rodean verticalmente la ciudad. Las escaleras proporcionan la única ruta a cuatro iglesias de la ladera ubicadas a lo largo de los tramos del norte, en particular San Pancrazio y Sant’Antonio da Padova.
En la parte inferior de las escaleras, se encuentra el pequeño puerto de Marina di Conca, que no solo contiene una de las playas más bellas de Italia, sino también la pequeña y divina capilla Madonna della Neve.
Originalmente un monasterio del siglo XVII, el Santa Rosa Hotel & Spa ha sido restaurado de manera afectuosa y respetuosa para convertirlo en un exclusivo hotel boutique y en un extraordinario spa de lujo que honra su patrimonio histórico.
Al lograr el equilibrio perfecto de aislamiento sin soledad, el Monastero Santa Rosa nos permite determinar el tono de nuestra estadía, ya sea que busquemos desaparecer para una escapada íntima o reunirnos con amigos y conocer gente nueva.
El encanto espiritual del monasterio transformado está presente en las 20 habitaciones y suites lujosamente adaptadas; cada una tiene el nombre de una de las hierbas –provenientes del jardín del Monastero Santa Rosa– que las monjas usaban para hacer sus medicinas.
Los techos abovedados, la estructura principal de las habitaciones y el refectorio de las monjas se han conservado. Desde múltiples puntos del hotel se puede apreciar una fascinante vista al mar, que se extiende desde el puerto pesquero de la Conca dei Marini hasta Amalfi y más allá.
Su base rocosa evoca la túnica de un rey y sus generosos jardines nos transportan a una realidad alterna de lujo de antaño. Magníficamente ubicado entre Positano y Amalfi, una costa que cuenta con algunas de las vistas más hermosas del mundo, Monastero Santa Rosa Hotel & Spa establece un nuevo estándar para panoramas impresionantes que nos seducen con su belleza celestial.