Entre montañas y bosques, a los pies del Himalaya, se encuentra Bután, uno de los países más peculiares del mundo entero, donde las leyes están completamente enfocadas en cuidar el bienestar y felicidad de sus habitantes, y preservar la riqueza cultural del país, convirtiéndose en uno de los destinos más exclusivos para viajar.
En septiembre de 2022 se abrió en este país, también conocido como Druk Yul (la Tierra del Dragón del Trueno), un sendero de 402 kilómetros que lleva a los turistas por zonas específicas de su magnífico territorio llamado Trans Bhutan Trail (TBT), pero esto también es con el fin de mantener a los extranjeros alejados de los puntos tradicionales del reino del Himalaya.
Bután reluce porque cobra una tasa diaria a los turistas que lo visitan, conocida como “tasa de desarrollo sostenible”, que es una cuota de 200 a 250 dólares diarios que los visitantes de otros países deben de pagar, ambas medidas tomadas a causa de que, previo a la pandemia de COVID-19, los valles y templos de la Tierra del Dragón estaban saturadas de turismo, al grado de que los habitantes no podían realizar sus ceremonias, ni practicar su religión adecuadamente a causa de la enorme cantidad de extranjeros.
Pero aquí no termina el asunto acerca de las visitas turísticas a Bután, y es que, el hecho de poder pagar los 200 o 250 dólares al día de la tarifa turística no son suficientes para adentrarte en este reino, así mismo, deberás tener un permiso especial o visado, sumado a una serie de normas que se deben acatar.
De entrada, no está permitido viajar libremente a este país, más bien debe ser un viaje que incluya guía, hoteles, y transportes, además que el número total de visitantes que pueden estar dentro de Bután está limitado a cierto número anual.
Anteriormente, la tarifa turística diaria no era solo un impuesto, de hecho incluía varios servicios:
- Alojamiento de 3 estrellas
- Alimentos (desayuno, comida y cena)
- Guía turístico y transporte con chofer
- Las entradas a los lugares programados en tu visita
- Agua, café o té sin restricciones
Esto se terminó con la pandemia de COVID-19, con el fin de preservar la naturaleza y cultura de Bután.
Esto también tiene sentido debido a que el gobierno de Bután, liderado por el rey Jigme Khesar Na- mgyel Wangchuck, se enfoca totalmente en la felicidad de sus habitantes, además de cuidar el patrimonio natural del territorio, que ha logrado cero emisiones de carbono en la actualidad.
No dudes un solo momento en visitar Bután, que aunque sea difícil entrar a este territorio, es una experiencia que puede cambiar tu vida.
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