Si de por sí, el traslado en avión suele ser muy cansado y físicamente demandante, los vuelos largos suelen ser sumamente desgastantes, cuyo efecto puede ser sumamente negativo en nuestra experiencia de viaje, desde perder un día entero por el agotamiento, hasta arruinarnos por completo la experiencia de dicha travesía.
Sin lugar a dudas, tener la energía baja mientras nos encontramos lejos de casa es algo terrible, pero incluso dentro del avión, las horas se pueden hacer eternas si no nos preparamos adecuadamente para un traslado entre países, o incluso continentes.
01. La actitud lo es todo
La forma en la que ves un vuelo largo puede cambiar mucho tu experiencia, y hace una enorme diferencia el verlo como una oportunidad para desconectarte y hacer prácticamente lo que quieras, sin que nadie te esté buscando, pues es un largo periodo de tiempo ininterrumpido.
02. Come bien antes de abordar
Si vas a pasar 8 horas o más en la cabina de un avión, ten en cuenta que la comida a bordo no siempre es la mejor, y aunque seguramente tendrás que eventualmente comer algo de ahí, lo mejor será tomarte una o dos horas antes de abordar para tener una comida saludable y llenadora que te ayude a aguantar buena parte del traslado.
03. Planea con anticipación
Prepara con antelación todo aquello que te vaya a acompañar en la cabina, empezando por ropa y zapatos cómodos, tus fuentes principales de entretenimiento, como libros, laptop o tu teléfono celular, además de unos calcetines de compresión, pues estarás mucho tiempo sin moverte, lo que puede causar hinchazón en los pies.
04. La primera estrategia está en tu equipaje de mano
Este tipo de viajes son muy distintos y complicados, especialmente cuando se trata de elegir apropiadamente lo que llevarás en tu equipaje de mano, equilibrando tus pertenencias de uso personal, y lo que te ayudará a entretenerte mientras pasas horas en el avión.
De este modo, es recomendable que prepares un cepillo dental con su respectiva pasta, un cambio de ropa, gel antibacterial, pañuelos desechables, y en caso de hacer escala, jabón y champú (recuerda las especificaciones de límite de líquidos), pues muchos aeropuertos tienen regaderas en ciertas áreas, sin olvidar un kit básico con medicinas para el estómago y dolor de cabeza.
En cuestión de entretenimiento, un libro será tu gran amigo, además de tu móvil con música y videos descargados, con tu kit de audífonos para no molestar a tus vecinos y, por supuesto, para hacer más privado tu traslado.
Kit de supervivencia para vuelos largos
- Audífonos aislantes de sonido
- Antifaz para luz
- Almohada de viaje o para cuello
- Gel antibacterial
- Libro
- Cuaderno con bolígrafo
- Medicamentos
- Batería portátil para tu teléfono
- Hoodie
- Tablet o laptop
- Crema corporal
- Crema para labios
- Lágrimas artificiales para ojos
- Botella de agua
05. Duerme lo más que puedas
Si dedicas la mayor parte del vuelo a dormir, este no solo pasará más rápido, también te servirá para llegar a tu destino con más energía, y te ayudará a adaptar tu cuerpo con mayor rapidez al horario del lugar en el que te encuentres, reduciendo exponencialmente el horrible jet lag.
Si logras monitorear tus hábitos de sueño durante los días previos al vuelo, tendrás una mayor claridad sobre como mover tu reloj biológico con mayor facilidad, además, te puedes apoyar en suplementos para dormir, como la melatonina o el magnesio.
06. Hidratación
Cuando hablamos de hidratación, no solo nos referimos a beber la cantidad suficiente de agua, también a proteger tu piel de resequedad, pues el aire de la cabina suele ser muy seco, y tiende a sentirse tras horas y horas de permanecer a bordo, así que ten a la mano crema para labios y cuerpo, así mismo, lágrimas artificiales para los ojos te serán de gran utilidad.
07. Muévete cada que puedas
Cada oportunidad para pararte y estirar los músculos será excelente, pues te ayudará a reducir la hinchazón y mejorar tu circulación para evitar los calambres.
Como tip, puedes caminar alrededor de la terminal mientras esperas el vuelo en lugar de sentarte, hacer algunos estiramientos discretos cuando te pares al baño, y buscar un asiento con buen espacio para mover tus piernas.
Aunque a la mayoría de las personas les encanta elegir su lugar en la ventana, los vuelos largos favorecen más a los pasajeros sentados del lado del pasillo, pues estos se pueden levantar con mayor facilidad, sin molestar a tu vecino.
08. Adapta tus horarios a tu destino
Si aterrizas durante el día, evita a toda costa tomar siestas mientras hay luz del sol, esto ayudará a tu cuerpo a ajustarse en este tiempo, y lograrás dormir plácidamente desde la primera noche, y aunque la cama de tu habitación de hotel sea lo que más desees en ese momento, lo mejor es esperar y distraerte con otras actividades hasta que caiga la noche.
La realidad es que los vuelos largos pueden ser una experiencia cómoda y hasta los puedes usar a tu favor para disfrutar aún más tu viaje. Platícanos: ¿qué haces tú durante un traslado de muchas horas en avión?
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