Lejos de las atracciones más populares del mundo y en lo profundo de Asia, se encuentran las Puertas del Infierno, una atracción turística que más bien se cree que surgió de un error humano… y que el gobierno turkmeno ha decidido apagar más de una vez.
¿Qué son las Puertas del Infierno y por qué las llamaron así?
El cráter de Darvaza es el nombre oficial de esta atracción, es un pozo creado por los humanos que ha estado ardiendo por años. Es precisamente su ubicación en medio del desierto y el fuego que lo consume lo que le ha ganado el apodo de “Puerta del infierno” (o su variante en plural).
Ahora bien, lo cierto es que su origen no está claro. Rondan todo tipo de versiones de historias sobre cómo surgió este pozo. La más aceptada es que durante el régimen sovietico, en 1971, un equipo en busca de gas natural –uno de los recursos más bastos en el territorio turkmano– perforó y el suelo colapsó, creando este pozo de alrededor de 70 metros de ancho y hasta 30 de profundidad. Los científicos decidieron prenderle fuego a este pozo en el que se acumula gas metano y lo que suponía apagarse en cuestión de semanas ha estado ardiendo por años.
Esa es la versión más sonada, sin embargo, el explorador George Kourounis, que fotografío este cráter para National Geographic y que en 2013 se convirtió en la primera persona en bajar al interior del pozo, ha contado que la versión de los locales indica que el colapso sucedió alrededor de la década de los 60, pero que hasta los 80 fue encendido.
Con el paso de los años, este lugar se convirtió en una atracción. Donde antes no había mucho y había que llevar cualquier insumo necesario, ahora ya se encuentran campamentos permanentes, e incluso hayquienes pueden llevarte a este lugar e incluso preparar huevos cocidos con el calor de las puertas del inferno, según se puede ver en la serie documental El otro turismo .
¿Van a apagar las puertas del infierno?
El calor intenso de las llamas por el gas metano quemándose no sólo es un espectáculo visual bello, sino que se cree que puede tener daños a la salud de los pobladores cercanos, así como un impacto medioambiental grave. Además, tiene un trasfondo económico, ya que la economía del país está basada en sus recursos naturales en particular el gas natural.
Es por ello que en repetidas ocasiones los gobernantes de Turkmenistán han anunciado que cerrarán las puertas y apagar el fuego. Sin embargo, esto no ha ocurrido, y quizás tenga que ver solo con mera ciencia. Aunque el fuego pueda ser apagado y el pozo sellado, lo cierto es que el gas natural de una u otra manera encontrará la salida, y como bien describen en National Geographic en español , tan solo basta una chispa para que vuelva a arder.
Un paraíso natural sumido en la dictadura
Ahora que ya sabes más sobre las puertas del infierno, es necesario hablar de Turkmenistán, un país que quizás jamás habías oído mencionar lejos de clases de geografía mundial.
Rodeado por Kazajstán, Uzbekistán, Afganistán e Irán, Turkmenistán es un país con una larguísima historia pues en este territorio pasaba la famosa ruta de la seda, también fue un sitio importante en el mundo islámico y formó parte de la Unión Soviética hasta su disolución.
A pesar de siglos de historia, Turkmenistán es uno de los países más cerrados del mundo… y mucho tiene que ver con el autoritarismo y realmente la dictadura que allí se instauró, y que lo ha convertido en uno de los países más recluidos y de mayor represión del mundo.
Allí el acceso al internet está limitado y la censura está a la orden del día, asimismo, su población está sumida en la pobreza y en el trabajo forzado según Amnistía Internacional .
Por muchos años, Saparmyrat Nyýazow fue el presidente (y dictador) del país. Durante su gestión resaltaron una serie de excentricidades que sólo pueden recordarnos a la megalomanía de otros dictadores como los de Corea del Norte. La comparación con Corea del Norte no es gratuita, en ambos países es posible encontrar infraestructura de gran tamaño y presupuesto, muchas veces haciendo referencia directa a sus gobernantes, cuando se reporta que su población en general no tiene condiciones de vida ideales.
Unos ejemplos de la megalomanía de Nyýazow son que cambió el calendario oficial de Turkmenistán para incluir referencias personales: el nombre del mes de enero cambió por el de Turkmenbashi (que quiere decir “Padre de los turcomanos”, una referencia directa a sí mismo) o el de abril por el nombre de su madre. Otros casos son las estatuas que se han erigido (incluso por sus sucesores), pero no s cualquier escultura, se trata de piezas de gran tamaño en oro. Grandiosas, ostentosas, extravagantes… edificios lujosos, carreteras de múltiples carriles para unos contados automóviles, un aeropuerto que costó millones… la lista puede continuar.
Si bien los sucesores de Nyýazow –Gurbanguly Berdimuhamedow, quien se decía era su dentista; y ahora Serdar Berdimuhamedow, hijo de Gurbanguly–, volvieron a cambiar los nombres en el calendario , lo cierto es que han mantenido un régimen totalitario y el poder en familia… y han continuado una ahora larga tradición de construir estatuas de oro ostentosas.
¿Cómo viajar a Turkmenistán?
Viajar a Turkmenistán no es sencillo, pero tampoco imposible, a pesar de que no es un destino turístico popular. Considera que requieres de una visa, para solicitarla y recibir una invitación para ingresar al país puedes consultar la página de la Embajada de Turkmenistán en Washington D.C. para la lista completa de requisitos y cuotas para la visa.
En el caso de México la Embajada de Turquía es la que atiende a los mexicanos en Turkmenistán.
Por otro lado, es recomendable que tu itinerario de viaje lo realices por medio de una agencia certificada, en especial si es la primera vez que visitas este país y región del mundo. Del mismo modo, para llegar a Asjabad, la capital, solo podrás hacerlo vía aérea.
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